25.

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"¡Nita! Abre la puerta, se que estás ahí", no hubo respuesta.

Freen maldijo en voz alta y giró el picaporte. La puerta estaba cerrada con llave. Estaba considerando la posibilidad de echarla abajo cuando se abrió de golpe. La fornida figura del reverendo Trilby bloqueaba la entrada.

"¿Dónde está?", inquirió Freen apartando a Trilby a un lado.

Vio a Nita en una esquina y le ordenó al reverendo que saliera de la habitación.

"¡No! ¡Quédate!", le suplicó Nita.

Freen le lanzó al reverendo una mirada asesina, "Sal ahora mismo si no quieres que te eche yo de aquí".

"Reverendo Trilby, por favor", susurró Nita con voz temblorosa.

Al parecer, Trilby se tomó en serio la amenaza de Freen, porque se disculpó ante Nita con la mirada y se dirigió hacia la puerta.

"Tienes que prometerme que no le harás daño, mi señora".

"Por muy tentada que me sienta, lady Nita no sufrirá ningún daño físico en mis manos".

Trilby asintió y salió precipitadamente de allí. Freen cerró de un portazo tras ella y luego se giró hacia Nita.

"Bajo tu belleza se esconde una zorra despiadada. Admítelo. Tú planeaste deliberadamente la muerte de Becky".

Nita alzó la barbilla hacia el techo, "Si ella te ha dicho eso, miente. Soy inocente".

"Cuéntale eso a alguien que te crea, ¿Con qué golpeaste a Corbin? ¡Podrías haberlo matado!".

"¡No le di tan fuerte como para matarlo!", gritó Nita. Entonces abrió los ojos de par en par y cerró la boca de golpe, como si se hubiera dado cuenta de lo que acababa de admitir.

La furia brillaba en las profundidades de los ojos de Freen, "¿Qué esperabas ganar con la muerte de Becky?"

"No está muerta".

"Pero no gracias a ti. Fue un milagro que mi bala no fuera a parar a un órgano vital".

Nita se acercó furtivamente hasta Freen y le rodeó el cuello con los brazos. Bajó la voz hasta convertirla en un susurro seductor, "¿No podemos olvidar lo que ha pasado? Puedo hacerte feliz, te lo juro. Quiero ser tu esposa".

Freen le quitó los brazos y la empujó de sí, "Eso no va a ocurrir. Voy a enviarte a ti, al reverendo Trilby y a tu séquito de regreso a Londres".

Nita abrió los ojos, "No puedes echarme de aquí. El rey me escogió personalmente para que fuera tu esposa. Te castigará de inmediato por tu desobediencia".

"Me arriesgaré", replicó Freen. "Voy a enviarle una carta de explicación al rey con uno de mis hombres. La carta llegará a Londres antes que tú".

"Estoy segura de que podemos arreglar esto de modo que ambas estemos satisfechas", trató de persuadirla Nita, "No permitas que una traidora se interponga entre nosotras".

El desprecio de Freen resultaba palpable, "No existe un nosotras, nunca ha existido. Te prohíbo hablar de Becky así", dijo lo último aguantando la poca paciencia que le quedaba, "Ahora, recoge tus cosas. Tu escolta te estará esperando mañana después del desayuno".

La queja de Nita quedó desatendida cuando Freen salió dando un portazo. Echar a Nita de allí provocaría seguramente que perdiera su titulo y Misterly, pero nada podría convencerle para que se casara con ella, mucho menos después de lo que le hizo a Becky. Freen no tenía ninguna intención de vivir en Londres ni de tomar una esposa que sólo buscaba la excitación que ofrecía la vida en la ciudad.

El sabor del deseo | Freenbecky G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora