34.

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Becky estaba delante del rey, temblando bajo su capa mojada. La lluvia había caído sin cesar durante los últimos días, dejándola húmeda e incómoda. El viaje a Londres no había sido placentero, aunque el capitán Harding la había tratado con respeto. Se habían alojado en posadas cuando había sido posible, y habían dormido en tiendas cuando no se encontró acomodo posible. Cuando salieron de Misterly, el tiempo se volvió sombrío. Luego comenzó a caer una lluvia helada, Becky no recordaba haberse sentido nunca tan desgraciada.

Y para colmo de males, la llevaron ante el rey inmediatamente después de su llegada, sin darle tiempo a quitarse la ropa mojada y comer y beber algo. Las rodillas le temblaban cuando la desdeñosa mirada del corpulento monarca se posó sobre ella con lo que sólo podía describirse como curiosidad. Lord Heng, el primer ministro, estaba de pie al lado de la silla del rey, observándola con frío desprecio.

"¿Es ésta la mujer?", preguntó el rey en un inglés con tan marcado acento alemán que Becky apenas consiguió entenderlo. 

"Eso parece, Su Majestad", respondió lord Heng.

"¿Sabe ella por qué está aquí?"

"Se lo han comunicado".

Becky parpadeó, ¿Por qué estaban hablando como si ella no se encontrara allí?

"Que traigan a lady Nita", ordenó el rey.

Lord Heng habló con un lacayo que estaba allí al lado y que salió de inmediato. Becky se preparó para enfrentarse a su castigo. 

"Rebecca Armstrong", dijo el rey dirigiéndose directamente a ella por primera vez, "Lord Heng te explicará los cargos presentados contra ti mientras esperamos a que llegue lady Nita". 

Becky sopesó sus palabras y finalmente comprendió lo que acababa de decir, "No soy culpable de ningún crimen, Majestad". 

El rey la miró fijamente. 

"No estás autorizada a hablar, señora", la reprendió lord Heng, "Escucha cuidadosamente mientras señalo los cargos que hay contra ti".

Leyó de un pergamino que estaba sujetando con las manos, "Planeaste traición con el proscrito Non Kanpiang. Atrajiste a lady Chankimha hasta su cama y la convenciste para que te dejara quedar en Misterly pese a las órdenes de Su Majestad. La convenciste para que echara de allí a lady Nita, la dama con la que iba a casarse, provocándole a ella una angustia y una vergüenza incalculables".

Becky estiró los hombros, "¿Puedo responder a los cargos, Su Majestad?" 

El rey asintió brevemente.

"No planeé ninguna traición. Iba a casarme con Non Kanpiang porque mi padre lo arregló así cuando yo era una niña... mucho antes de Culloden. En cuanto al segundo cargo, sólo puedo decir que yo no atraje a lady Chankimha a mi cama. Respecto al último cargo, les aseguro que fue decisión de lady Chankimha enviar a lady Nita de regreso a Londres, no mía. No tengo nada que ver con ello. También fue decisión suya que me casara con ella". 

El rey se levantó de su silla, "¿Te has casado con lady Chankimha? ¿Te has casado con lady Chankimha? ¡Traición! ¡Traición! No contaba con nuestro permiso. Le enviamos una esposa adecuada y la rechazó". 

Lady Nita entró en el área de recepción mientras el rey seguía despotricando. Debió escuchar lo que se había dicho, porque se lanzó hacia delante como si la hubieran propulsado. 

"¿He oído bien, Su Majestad? ¿Lady Freen se ha casado con esta habitante de las Tierras Altas? Eso es una abominación. Se requiere un duro castigo, Su Majestad".

El sabor del deseo | Freenbecky G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora