Casarse con Becky.
Las palabras de sir Brody resonaron por la cabeza de Freen como el estruendo de una trompeta mucho tiempo después de que hubiera regresado a su habitación. En lugar de meterse en la cama, se dejó caer en una silla con una copa de brandy en la mano y las piernas extendidas hacia el fuego.
Casarse con Becky. El rey nunca lo consentiría.
Freen tragó ruidosamente el brandy. Luego se sirvió otro. Estaba asombrada de haber siquiera tomado en consideración una idea tan ridícula. Con la mente sumida en la indecisión, se quedó mirando las parpadeantes llamas hasta que dejó caer la cabeza hacia delante y el sueño la reclamó por fin. Se despertó cuando se le cayó la copa de la mano y se hizo añicos contra el suelo. Entonces se puso de pie y se tumbó en la cama completamente vestida.
Los siguientes días transcurrieron demasiado rápido para la paz mental de Freen. Dentro de unos días, se uniría a Nita en matrimonio ante una asamblea de ingleses y habitantes de las Tierras Altas. A medida que se acercaba la fecha señalada, más exigente se volvía Nita. Nada le complacía. Se quejaba constantemente de la comida, de la ausencia de pequeños lujos, de lo lejos que estaba Misterly de Londres y de la falta de control de Freen sobre los criados.
Freen estaba perdiendo la paciencia con la mujer con la que se suponía que tenía que casarse, acostarse y tener herederos. Su rencor no venía al caso y su descaro le disgustaba. La buscaba como una perra en celo, decidida a seducirle. A Freen no le costaba trabajo resistirse, porque sabía que su propósito, independientemente del aspecto sexual, era persuadirla para enviar lejos a Becky y a su familia.
Durante la última semana, Nita se había mostrado excesivamente exigente, pidiendo comida especial para el banquete de la boda, dejando muy clara su opinión respecto a la decoración que quería y expresando cómo deseaba que se desarrollara la ceremonia de la boda. Todos los sirvientes disponibles estaban limpiando, fregando y puliendo hasta que el salón resplandeció. Y resultaba descaradamente obvio que Nita disfrutaba especialmente encargándole a Becky las tareas más difíciles.
Freen trató de no intervenir porque deseaba que hubiera una coexistencia pacífica con Nita, pero le resultaba difícil ver a Becky con las tareas que Nita le había asignado. En un par de ocasiones se sintió obligada a interceder y pedirle a alguno de sus hombres que se hiciera cargo de las tareas de Becky cuando la vio de rodillas fregando las escaleras de la sala de las mujeres.
Tenía los nervios al límite. El día anterior a la boda, acompañó a Nita a su habitación para hablar un momento a solas. En cuanto la puerta se cerró tras ellas, Nita se lanzó a sus brazos. "Sabía que cambiarías de opinión Freen", sus dedos se afanaron frenéticamente en los botones de su abrigo, "Me deseas y no puedes esperar a hacerme tuya".
Freen le quitó las inquietas manos y las mantuvo apartadas, "Te equivocas. Sólo quiero dejarte claras unas cuantas cosas antes de que nos casemos".
Los labios de la joven formaron un puchero, "¿Qué quieres decir? ¿No me deseas?"
"Deseo Misterly", replicó Freen. "Dado que tú estás incluida en el trato, me veo obligada a casarme contigo. Has puesto a prueba mi paciencia hasta el límite estas últimas semanas. Dios sabe que he sido más paciente contigo de lo que te mereces. Pero escúchame bien, tu comportamiento es inaceptable y no lo toleraré".
Nita curvó los labios hacia abajo y abrió mucho los ojos.
"Yo soy la ama aquí", continuó Freen, "Vas a dejar de destrozar la paz que estoy tratando de preservar en mi hogar. Tus quejas son infundadas y la dureza con la que tratas a Rebecca y a los miembros de su clan resulta intencionadamente cruel e injusta".
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El sabor del deseo | Freenbecky G!P
FanficSU PRISIONERA, SU DESEO... Siguiendo las órdenes del rey, Freen Sarocha Chankimha, caballera del ejército inglés, llega a las Tierras Altas escocesas con el fin de evitar la boda que unirá a dos poderosos clanes contra la Corona de Inglaterra. Pero...