MI REITA (Reita y tu)

parte 23

-sientes algo por él?- volvió a preguntar. Sus manos no se despegaban de sus bolsillos.
- por supuesto que no- retrocedías lentamente.
-pues no te creo- se lo veía dañado
-pues no me creas, te estoy diciendo la verdad- frunció el ceño -¿por qué me ignoras?- dijiste con la cabeza en lo alto
-eh?-
-me ignoraste durante tres malditos meses, Takashima aparece y de repente me vuelves a hablar ¿por qué?- exijiste una respuesta
-a caso no crees que me afectó la idea de que mientras estaba en el hospital, vos conociste a un tipo que te ayudó a escapar de los Yakusa y luego sentiste cosas por él? Pues ___ yo también tengo sentimientos- dijo indignado
-y cuando todas esas chicas se te acercan a "hablarte" ¿no puedo sentirme celosa de la sonrisa que les muestras?- elevaste el tono de voz.
- estas celosa de ellas?- dijo mostrando una sonrisa
-pues si imbécil de quien más sino... ¿de tus amigos?- dijiste irónicamente, mientras que el rubio se reía- de que te ríes?- tu tono de voz volvió a su normalidad
-no lo puedo creer jajajjaa te dije miles de veces que no son nada para mí- volvió a apoyarse en la puerta
-y yo te digo que Takashima no es nada para mi- su sonrisa volvió a desaparecer
-no ves lo que está pasando? - preguntó- tu padre mandó a este chico para separarnos... y quien sabe si también mando a los yakusa- se sentó en el sillón, hiciste lo mismo
-no, el chico con el que había organizado la cita era....- te quedaste pensando en el chico de la foto que te entregó tu padre aquel día de sufrimiento. - era diferente, no es él- lo defendíste ante tu pareja, él era tu amigo y no ibas a dejar que Reita lo difame.
-te mientes a ti misma- dijo en un susurro perfecto para que ambos la escucharán y entendieran.
-mi padre está en la cárcel- aclaraste
-y? Pudo haberlo planeado antes de mandarme al hospital- se cruzó de piernas y apoyó sus fuentes, pero a la vez delicados, brazos en el respaldo del sillón de cuatro cuerpos. Te quedaste pensando en las palabras del joven, viniendo de tu padre podrías sospechar.- sigues sin creerme- te veía a los ojos, él buscaba la verdad de tus sentimientos en ellos.
- No, realmente no te creo- eras terca, mantenías la idea de que tu padre y amigo se desconocían entre si.
-¿entonces que hacemos con nuestra relación?- preguntó
- bueno.... lo mejor sería terminarla- dijiste sin esmero. Aunque no querías terminar lo hermoso que habían creado, desde el fondo tu corazón sabias que terminarlo es la mejor opción.
- bueno- el rubio se asomó a sus rodillas, mirando el suelo, sus hermosos ojos marrones oscuros comenzaban a inundarse con sus lágrimas y con los ojos cristalinos, dijo- si es lo que quieres.... ésta bien- sonrió sin mostrar sus dientes.
- es lo que quiero- te levantaste del sillón y caminaste hasta la puerta. Reita se levantó de un solo salto del sillón y con voz melancólica dijo:
-prométeme algo- te diste vuelta ante las palabras de Akira - nunca me olvides- asentiste, abriste la puerta y sin más que decir te fuiste.
Al llegar a tu casa, no comiste, ni dijiste nada a tu hermano. Corriste hasta tu habitación, te tiraste en la cama y lloraste hasta que te quedaste completamente dormida.