Parte 24

578 32 3
                                    

●▼●▼●▼●▼
Akira al verte cerrar la puerta detrás tuya, soltó las miles de lágrimas que sostenía.
-Yo te amo- su garganta parecía arena movediza que se tragaba las palabras que trataba de pronunciar. Fue Hasta su habitación, cerró la puerta y se deslizó en ella hasta quedar de cuclillas con sus manos tapando su rostro, rompiendo en un llanto lleno de dolor.
- Takashima... espero que la hagas feliz- dijo mientras se secaba sus lágrimas.
●▼●▼●▼●▼●▼●▼
Pasaron dos meses desde su rompimiento. Tus amigos y hermano te apoyaron más que nunca.
De vez en cuando llegaban llamadas de Akira, pero al querer mantener tu postura, lo ignorabas y continuaste con tu vida, como si Akira nunca hubiese sido tu novio.
Hoy era el último día de clases, bueno no era exactamente el último, si no que serán las vacaciones de verano. Para mañana estarías en una isla con tus amigos, hermano y los amigos de tu hermano. La isla se hace llamar: Isla de Okinawa. Ustedes se alojarán en unas cabañas cerca de la playa.

Estabas preparando el bolso de viaje, elegías ropa, zapatos, biquinis, etc. Tomaste el folleto turístico del famoso lugar, al ver la imagen sonreíste y lo colocaste dentro del bolso. Agarraste tu mochila, te miraste al espejo por última vez y saliste de tu casa para ir directo al colegio.

Como era de costumbre, estaba el grupo de Akira en la entrada del colegio. Al adentrarte más, se encontraban tus amigos haciendo bromas, como era de esperarse. Todos se saludaron. Cuando tocó el timbre, cada uno se fue a su salón.

Akira llegó tarde a la primera clase del día; historia Japonesa. Para tu mala suerte, el único asiento desocupado era el tuyo. El chico caminó hasta tu lado y dejó su mochila abajo del asiento. Durante la clase sentías la mirada de Akira, hacías que no existía y lo continuaste ignorandolo por completo. El rubio trataba de hablarte, quería disculparse por sus acciones pero sólo recibió tu silencio.

Pasaron las horas, tu grupo de amigos y el grupo de Takanori debían juntarse en la esquina de la escuela para designar a cada uno una tarea específica. Mientras organizaban el viaje, Shima trenzó sus dedos entre los tuyos disimuladamente. Akira se encontraba en el otro lado de la calle, la cruzó y con una sonrisa ilusa te dijo.
-Muchas gracias, cuídate- al terminar la frase desapareció de tu vista sin dejar rastro. Aquellas palabras resonaban en tu cabeza, al darte vuelta el rubio ya no estaba y había dejado un gran peso sobre ti.
Cada uno fue para sus hogares, Takanori y vos hablaron como nunca antes había pasado. Al fin pudiste confiar en él.
Al llegar pidieron pizza a domicilio a una pizzeria que se encontraba en el centro de la ciudad.
Aunque estabas animada no podías dejar de pensar en aquel sujeto que te había echo tan feliz durante años, siempre riéndose y pasándola bien, diciéndote que nadie los separaría jamás y que los celos sólo demostraban el cariño y la importancia que se tenían entre si. Al final, todo aquello fue arrojado a la basura junto con un montón de ilusiones y expectativas, resulta que los celos fueron la causa del separamiento.
Terminaste de comer, fuiste a tu habitación y te preparaste para dormir, mañana sería un día bastante largo.

MI REITA (Reita y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora