parte 33

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En unos minutos. El mozo volvió, dejando, delante de cada uno, un plato de langostinos con un puré de papas. Ambos agradecieron al mozo, tomaron sus cubiertos y comenzaron a degustar su sabrosa comida.
- Está muy rico- comentaste.
- Si, lo es... es la especialidad del chef, por lo que me contaron- dijo Reita, te sorprendió y volvieron a la comida. No hablaron hasta que terminaron de comer, el sabor de los langostinos no los dejaba, cuando terminaron pidieron un postre para compartir. El mozo retiró sus platos con las sobras de la cena, trayendo el postre en la copa de vidrio mediano y dejando ver el cream bullet junto a dos cucharas de metal. Cada uno agarró de las cucharas y saborearon del postre.
- Está riquísimo- comentó Akira.
Cuando terminaron, Reita pagó la cena, tomaron sus abrigos y salieron del hermoso restaurante. Subieron al Ford negro y fijaron curso a un lugar que recordabas a la perfección.
- ¿Te acuerdas?- preguntó. Una sonrisa se apreciaba en rostro de ambos.
-como no lo voy a recordar?- dijiste. Bajaron del vehículo, luego de estacionarse junto al cordón de la vereda. Al bajar, el viento frío impacto en ustedes, pero no importó al tener sus abrigos. Se encontraban en la costanera Este de Kantou. Se asomaron al borde de las orillas del mar, contemplando como la luna y las estrellas se reflejan en el agua.
- ____(tn)- captó tu atención. Los ojos de Akira se veían vidriosos y fijos, te miraba con dulzura. Tomó de tus manos y con su voz gruesa pronunció- Quise traerte aquí de nuevo por una razón; comenzar de vuelta, quería volver al pasado y remediar los echos, pero eso ya no se podía lograr... Así que opté por comenzar devuelta en el presente y ser feliz junto a tí.... ¿quieres volver conmigo?- su frase te conmovió. Después de tanto tiempo de estar con él, sabias que aquellas palabras era verdad, realmente quería volver contigo y tu querías volver con él. Con los ojos sollozos y con una preciosa sonrisa en tu rostro, asentiste, ambos se abrazaron con extrema felicidad.
- gracias, gracias- decía Akira mientras te abrazaba, colocando su mano derecha en tu nuca.
- Te amo- dijiste en un susurro en su oído. Hundiste tu cabeza en su cuello cálido y acogedor. Akira te tomó, con ambas manos, tus cachetes y uniéndose como uno nuevamente, con un beso apasionado y lleno de amor. Extrañabas sus besos, sus caricias y todo lo que estaba relacionado con él.
- Te amo- dijo. Cada momento juntos pasaba por tu mente, formando una gran sopa de recuerdos mezclados.
La luz del sol reflejada en la luna, iluminaba la costanera y el mar le entregaba aquel toque romántico al lugar.
Ambos se dirigieron a tu casa, querían aprovechar el aire de tranquilidad, ya que tu padre estaba en la cárcel y tu hermano pasaría la noche en la casa de Kai. Al llegar, Akira no podía separarse de tus labios, bajó uno de sus brazos a tu pelvis y dejándote acorralada contra una de las paredes de la sala. Él quitó su mano de tu parte íntima.
- sierto... no podemos hacerlo- dijo, separándose de ti y tratando de controlar sus hormonas masculinas, aunque no existe manera de hacerlo.
-Lo aborto mañana- dijiste convencida. Al no poder hacerlo, se acurrucaron uno con el otro en tu cama, abrazándose y terminando aquella romántica noche.

MI REITA (Reita y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora