MI REITA (Reita y tu)

parte 28

Estaban debajo de la noche estrellada, alrededor de la fogata y la amistad entre ambos grupos se había fortificado durante los días que pasaron en la isla. Aquella combinación era excelente para cada una de las personas en que allí se encontraban.
Joshua y Haname se despidieron de ustedes y se fueron alegres hacia el hotel. Todos sabían cono iba a terminar eso. Takanori y Youji los siguieron.
Uruha se acercó a ti.
- ¿quieres dar una vuelta?- propuso, estirando el brazo para poder levantarte, lo cual hiciste. Ambos se despidieron y fueron a pasear a la luz de la luna.
Llegaron a la punta de la isla, que se encontraba no muy lejos de donde estaban sus amigos.
-creo que es lo mismo que si estuviéramos allá con los chicos- comentaste. Mientras mirabas a lo lejos un barco que iba para alguna costa.
- lo sé- tomó tus manos con delicadeza, haciendo que lo miraras, mientras masajeaba tus dedos con sus pulgares- sólo quería estar a solas contigo- Takashima era alto, te paraste de puntas. Este acercó su cabeza hasta la tuya, sus labios rozaban con los tuyos. Ninguno se animaba a dar el primer paso al nuevo amor. Te habías cansado de esperar y lo besaste. Shima pegó su cuerpo al tuyo, sin separar sus manos.
Se quedaron un largo rato en aquella posición, saboreando la boca del otro. Lograste separar el beso, uniendo las frentes y dejándolos respirar.
-vamos al hotel- propusiste. Uruha aceptó.
Al llegar fueron directo a la habitación donde se hospeda Uruha. Él abrió la puerta, se hizo a un lado para que entrarás primero, cuando pasaste, lo tomaste de la chomba, atrayendolo hacia tí.
-¿estas segura de esto?- la respiración del castaño estaba agitada.
- si- respondiste.
Chocaste contra la punta de la cama. Ambos cayeron en ella. Takashima colocó sus fuertes y firmes brazos a ambos lados de tu cuerpo. Vos no sacabas tus manos de su rostro.
A él, no le bastó con tan solo besarse, quería mas. Así que, con su mano derecha, trataba de subir tu remera violeta, separo el beso y bajo por tu cuerpo, sacó tu remera y de a poco bajaba tu short. Dejándote en ropa interior, lamió el centro de tu ombligo hasta el medio de tus pechos. Te sentó en la cama, te quitó el corpiño y lamió tu cuello con locura y pasión.
- ahh~ Shiima~- gemiste ante su acción. El chico volvió a besar tus carnosos y gruesos labios, era su turno de sentir placer, te deshiciste de su remera, tirandolo a la cama y quedando debajo tuyo, comenzaste a lamer sus pesones, sabias que era su parte delicada, mordiste uno de ellos haciendo que él gimiera.
Bajaste hasta el comienzo de su pantalón, lo tomaste con ambas manos y de un solo tirón lo sacaste, junto a su bóxer, de las carnosas piernas del chico. Pudiste contemplar la gran erección.
- es tuyo si quieres- dijo sonriendo de lado. Metiste ese gran pedazo de carne en tu boca, manteniendo un ritmo semi rápido, haciendo que la otra persona gimiera de placer.
El castaño te separó de su miembro, revirtiendo sus posiciones, ahora estabas debajo de él. Se deslizó hasta tus caderas, bajandote la bombacha y masajeando los labios vaginales.