Hermosa

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El sonido de un coche se hizo presente en la entrada de la mansión Desmond, Jeeves se acercó con rapidez y sonrío al ver a Demetrius.

Muy buenas tardes señor—le sonrío
Buenas tardes, ¿dónde esta la enojona?—se burló de su sobrina
La señorita Alía se encuentra leyendo en el cuarto que se le asigno—cerro los ojos—esta leyendo el diario del señor Damián

El peliverde mayor se sorprendió ante esto y con la mirada le pregunto a Jeeves si Damián le había dado permiso de tocar esa historia.

El señor dijo que estaba bien—miro hacia la ventana del cuarto—creo que es un buen inicio y cierre
Mi hermano y su manía de querer hacer las cosas bien aunque se lastime—puso la mano en la cabeza—sabes Jeeves a veces siento que le falle como hermano mayor
Usted hizo lo que pudo señor—le puso la mano en la espalda
No fue lo suficiente—apretó el puño—pude haber hecho que Anya se quedará
Todos cometieron errores—suspiró—no cargue con responsabilidades ajenas

La pequeña Alía leía el diario con mucho interés, las mucamas le llevaron su comida a su cuarto porque por primera vez no quería salir de ahí.

La castaña había leído las aventuras de su padre de los 6 años hasta los 12, su infancia fue algo normal aunque un poco triste por el hecho de que la gente lo trataba mal por culpa de su abuelo, era doloroso ver como ese pequeño mimado era lastimado por acciones de gente que alguna vez quiso algún favor.

Pero lo que le daba mucha ternura era como su tio Ewen, Emile y la tia Becky lo intentaban ayudar a superar eso, pero no solo eso, su mayor apoyo era esa pequeña pelirosada de ojos verdes que con torpeza intentaba sacarle una sonrisa al "segundo hijo", su padre se había encariñado con ella demasiado que cada que algo iba mal siempre se acercaba porque sentía que Anya Forger podia sanarlo con tan solo verla.

Mi papá era un torpe—se burló
Demasiado, nunca entendió muchas cosas—la voz de Demetrius se hizo presente
¡Tio!—corrió a abrazarlo
¿Qué estas leyendo?—hablo con curiosidad
Encontré el diario de papá—se lo mostró—la historia de él es muy triste pero a la vez divertida
No tuvimos una buena infancia y lo lamento mucho—suspiro algo triste
A papá le molestaba que te disculparas—lo observo—y creo que yo igual odio que te disculpes por cosas que no tienes que ver
Aun así—frunció sus labios
Tío, papá hasta donde voy no te culpa de nada—le puso la mano en su espalda
Yo creo que cuando llegues a ciertas paginas veras que hay algunas cosas en las cuales aun no me perdona—suspiró—dime ¿en que vas?
Ya voy a llegar a sus 12 años—sonrío—pero tengo muchas dudas
¿Cuáles?—la observó
Si Anya Forger es demasiado importante para papá ¿por qué no se casaron?—se preocupo
Eso es porque—miró el diario—tienes que llegar a ciertas hojas para entender
Todos me han dicho que debo leerlo—miro el diario—por cierto ¿tienes alguna foto de Anya?
No, tu padre bueno—intento darle una explicación
Esta bien, entiendo al anciano—suspiró
Solo te puedo decir que tu padre la amo con toda su vida y puede que aun la ame—puso su mano en su barbilla—pero no se que tan conectados estén
Leeré más para entender todo—lo observó
Me parece bien—sonrío—ire a la sala
Nos vemos—alzo la mano y regreso a su lectura

"...la adolescencia llego, todos crecimos y los juegos infantiles terminaron, ahora tenemos 13 años y muchas mas responsabilidades.

Aunque Anya sigue siendo una chica despistada pero eso es parte de su encanto...."

Alía sonrió, su papá era un romántico a los 13 años aunque aún parecía luchar con sus sentimientos.

"... hoy Anya Forger me dijo sus mayores secretos y yo....."

-..-.-.-.- Flash Back

En el campo de la escuela Anya se encontraba recostada en el pasto y mirando el cielo, su mente era una maraña de pensamientos pero el sonido de la voz de una persona la hizo reaccionar.

Ella esDonde viven las historias. Descúbrelo ahora