Mi madrastra

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En los cuentos de hadas las madrastras son personas demasiado malvadas que buscan quedarse con el dinero del padre pero ese caso no ocurriría en esta historia.

Alía observaba como las personas en el jardín estaban apuradas colocando los adornos correspondientes para la boda que se iba a llevar a cabo entre su padre y Anya, estaba algo nerviosa ya que quería que todo fuera perfecto porque esos dos adultos lo merecían.

¿Tienes problemas de control?—Noah se acercó a Alía
No, es solo que—suspiró—quiero que tengan una boda increíble
Eres buena persona, gracias por querer a mi mamá—el peliverde le dedico una sonrisa amable
Pues también sera mi madrastra—puso sus manos en la cintura
¿No tienes miedo?—se burlo de ella
Para nada, la señorita Anya es demasiado noble y—se sonrojo—de que estos meses hemos convivido ya la quiero
Mi mamá tiene el super poder de que todos la quieran, es como mi abuela—sonrío—igual papá no es mala persona
Es un poco amargado pero—intentó buscar un lado bueno de su padre—bueno aunque ahorita ha estado libre de trabajo así que es una persona muy comprometida con su familia

¿Qué hacen?—la voz de Derek se hizo presente
Hablando de mi papá y su mamá—comento Alía
Quisiera interrumpir la boda—dijo burlandose el rubio—la señorita Anya es hermosa
Idiota—ambos lo vieron con cara de pocos amigos

Oigan—Markus llamo a los tres niños—ayúdenme
El viejito no puede llevar los bocadillos—comento Noah
Mocoso insolente—frunció los labios—respétame

Los niños fueron a ayudar al hijo menor de los Forger a colocar los bocadillos mientras eran observados desde la ventana por Anya quien ya tenia su atuendo para ese evento.

Son buenos niños—Yor se acercó a su hija
Si—sonrío con ternura—espero ser una buena madrastra
Tranquila—la tomo de los hombros—se que lo harás estupendo
Mami, dime ¿cómo te sentiste cuando supiste la verdad de que no era hija real de papi?—la observó
No sentí nada malo—le dedico una sonrisa tierna—mi amor por ti es como el de una hija y no importa que me enterara de la verdad, ese sentimiento nunca cambio
Mami—la abrazo
No llores—correspondió el abrazo—te maquillaron bonito y quiero que todos vean tu hermoso rostro radiante
Gracias mami—limpio los rastros de maquillaje
Disfruta este día—la tomo de los hombros con cariño—es algo que tu soñabas
Si—cerro los ojos mientras sonreía con un leve sonrojo en sus mejillas—al fin

En el cuarto contiguo Damián estaba nervioso tomando agua y repasando sus votos matrimoniales, aunque se haya casado una vez (que fue cuando lo obligaron) estaba nervioso por dar ese paso con la mujer que amaba, no sabía que hacer y los nervios de cuando era adolescente se hicieron presentes.

Damián—Emile se acercó—si sigues así se te saldrá un gas
Si, debes de estar tranquilo ya te casaste una vez—se burlo Ewen
Pero esta es con alguien que en serio amo y no un compromiso entre familia—los observó

Oye, que fea manera de decirlo frente a tu ex esposa—se burló Sarah—más respeto
Oye ¿qué haces acá?—el peliverde la observó
Vine a ver a mi esposo Emile—abrazo al robusto—y a desearle suerte al hombre que nos salvo de todo el drama familiar
Gracias—cerro los ojos
Intenta ser más seguro de ti mismo, se que Anya estará feliz de oír tus votos que escribiste desde la preparatoria—le dedicó una sonrisa tierna
Gracias—asintió
Bueno ire a buscar a Alía para que le de su canasta de flores—le puso la mano en el hombro—nos vemos
Adios—se despidió
Espera te acompaño—Emile se fue tras Sarah

Que bueno que todos tuvieron sus finales felices—Ewen sonrío—nadie perdió
Si—asintió
Aunque sería lindo que le dijeran a Emile la verdad—lo observó
Aun es pronto para eso, sera cuando Sarah sea más valiente por las acciones que hizo—suspiró—no la voy a presionar y Anya tampoco

En el jardín los niños estaba sorprendidos por la cantidad de personas que estaban llegando al evento, era como si Anya y Damián fueran demasiado populares.

Dios, nunca pensé que quisieran mucho esta boda—se sorprendió Noah
Tampoco yo—Alía observó como entraba Sylvia Sherwood

Niños—Becky los llamo—ya es hora
Tía Becky, ¿no debería estar con mi mamá?—Noah se sorprendió
Ya la maquille y todo—sonrío con orgullo—ya es hora del evento colóquense en sus lugares
Si—los tres contestaron al unísono

El sonido de la música se hizo presente y Alía estaba sorprendida de toda la gente que se veía felices, entonces recordando su labor empezó a lanzar flores con la canasta que su madre le había dado, iba elegante y lento pero casi cuando iba a llegar al altar no se fijo y se cayó.

¿Estas bien?—la voz de Anya se hizo presente
Ah—intento contener las lágrimas—lo arruine
Para nada—le dedicó una sonrisa y la ayudo a levantarse—hiciste un gran trabajo

La niña dejo de llorar y le sonrío a la mujer de cabello rosa

Alía ¿me das permiso de casarme con tu papá y ser tu familia?—la observó

La niña miro los ojos verdes de Anya y recordó todo lo que su padre escribía, sus mejillas se sonrojaron y recordó todo lo que había vivido con esa mujer que pronto seria su madrastra entonces asintió.

Estaré muy honrada si lo hace—le sonrío y puso su mano en su hombro

Anya dejo caer unas pequeñas lágrimas y abrazo a la pequeña niña

Entonces acompáñame junto a mi padre al altar—le dio la mano
Si—la niña la tomo

Ambas se fueron a la entrada de la iglesia improvisada en el jardín donde Damián observó todo y sonrío al ver que Anya trataba muy bien a esa pequeña niña, luego todos empezaron a caminar y cuando llegaron al altar Loid miró al peliverde.

Te encargo a mi amada hija—le dio la mano de Anya
Haré mi mejor esfuerzo por cuidarla tanto como lo hizo usted y su esposa—tomó la mano de la chica pelirosada
Lo harás genial—le sonrío y tomo la mano de Alía para regresar a su lugar

La ceremonia fue hermosa que hizo llorar a Sarah, Becky, Yor, Sylvia y Fiona, todas las personas que estaban presentes sabían lo mucho que se esforzaron porque ese momento se realizará y agradecieron a todo lo que fuera que hizo que ese momento se cumpliera.

Alía observo la escena, su padre estaba nervioso y se veía como un adolescente enamorado, agradecía que ese diario haya sido su ventana para ayudar a su padre a que fuera feliz

Al fin—Anya le sonrío al peliverde—soy Anya Desmond
Al fin—la abrazo—dime ¿puedo besarte?
Me encantaría querido esposo—toco su mejilla

El peliverde bajo un poco a la pelirosada para darle un beso como si fuera de película y mientras lo hacían todos empezaron a lanzar flores.

Eran bendiciones para ese nuevo matrimonio y que esperaban que durara mucho porque ambos lo merecían por siempre sacrificarse por todos.






Nota: entramos también a la recta final

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