—No me iré
En un acto de insensata valentía, o de extrema calentura quizás, la muchacha se había levantado para abalanzarse sobre el mayor, acomodando las piernas a sus costados no le dio tiempo siquiera de pensar. Solo tomó su miembro y lo introdujo en su mojada intimidad, jadeó mientras se iba sentando sobre este haciendo que entrara en ella por completo. Sus movimientos comenzaron de inmediato suspirando de satisfacción al tener al fin lo que tanto había estado deseando, su cadera se movía de forma circular intentando dar y recibir mayor placer, luego de adelante hacia atrás provocando que los gemidos de la menor fueran cada vez más fuertes.
El placer aumentaba y la razón desaparecía, sus movimientos se volvían cada vez más rápidos, desesperados, sin concordancia, solo se movia y se aferraba a sus hombros para darse mayor firmeza mientras se movia sin control alguno, gritando de placer. Sintió su vestido desgarrarse y seguido la boca caliente del hombre mayor en sus pechos, estimulando sus pezones y mordiendo su piel, él estaba gruñendo tanto como ella gemia, sus manos se fueron a su cadera aunque esta vez no controlaba ninguno de sus movimientos, la chica se movia a su antojo buscando su propio placer en un éxtasis que parecía no tener fin.Su interior estaba mojado, caliente y estrecho, eso para el mayor en su estado de ebriedad era suficiente para olvidar que había perdido el control en la situación, sus cuerpos sudados estaban frotándose contra el otro, las uñas marcadas en la piel del hombre y algunos chupetones marcados en los pechos de la muchacha. Él llevó una de sus manos a la intimidad de la menor estimulando su clitoris, provocando que los movimientos de la cadera se volvieran desiguales aún más desesperados, el orgasmo de la menor provocó que sus paredes internas presionarán más el miembro del mayor, sus fluidos mojaron la pelvis y abdomen del mayor mientras este gruñia soltando su elixir caliente dentro de ella, quien al sentirse tan llena de él tuvo otro orgasmo simultáneo, sus ojos estaban casi en blanco y seguía moviéndose sobre él aún cuando este ya había terminado.
Finalizado el acto, cuando ya ambos habían tenido su máximo placer, se quedaron inmóvil, ella aún sentada sobre él, se miraron a los ojos totalmente despeinados, sudorosos, jadeantes. Entonces pasó algo que ninguno tenía planeado, se besaron de una forma intensa devorando la boca contraria, saboreando por primera vez al otro, un beso que parecía eterno pues ninguno deseaba terminarlo. Ella olía a fresas, él a alcohol y cigarrillo.
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El hombre de la tienda
Fiksi RemajaResubiendo la historia que me borró wattpad. Una adolescente en búsqueda de dinero en una tienda, y un hombre con dinero de sobra, ¿qué podría pasar?