Capítulo XXVIII

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Paul Brown

Louis decidió cambiar el entreno y lo adelantó para antes de comer. Ahora mismo son las tres de la tarde y estamos corriendo como una manada de perros y sudando la gota gorda. Hoy nos están metiendo mucha caña y yo ya estoy que no puedo tirar de mi cuerpo. Cuando termino de correr, apoyo mis manos sobre mis rodillas intentando recuperar el aire.

—¡Muy bien!¡Descanso de diez minutos!—nos dice el preparador físico mientras nos acercamos hacia donde están las botellas de agua.

—Madre mía, estoy muerto—comenta Peter a mi lado mientras se tira en el suelo y utiliza su botella para echarse agua en la cara.

—Pues todavía nos queda una hora más, así que aprovechad estos minutillos—dice Eric sentándose junto a nosotros.

Peter y Eric se ponen a hablar de la prueba anterior mientras que yo aprovecho para coger mi móvil y mirar si tengo algún mensaje de Lisa. Supongo que a la hora que es, ya tiene que haber salido de a universidad y estará llegando a su casa. Tengo algunos mensajes sin leer y un audio de ella pero, lo que realmente me llama la atención, es que tengo cinco llamadas perdidas de Rose. Como puse el móvil en silencio, ni me he enterado.

—Jack, tu novia me ha llamado como cinco veces—le digo a este cuando pasa por mi lado.—¿A ti también?

—Ni idea hermano. Me he dejado el teléfono en los vestuarios—me responde mientras bebe agua de su botella.—Llámala tú a ver que es lo que quiere, pero seguro que a Lisa se le quedó el móvil sin batería y está utilizando el móvil de Rose para llamarte.

Que raro es todo. Hay algo que no me huele muy bien.

—La llamaré para ver qué ha pasado—digo antes de entrar en llamadas y buscar el contacto de Rose. Una vez lo encuentro, pulso <<llamar>> y espero mientras me acerco el móvil a la oreja.

En cuanto suena el primer toque, Rose ya me coge el teléfono.

—¿Va todo bien? Es que he visto que tenía cinco perdidas tuyas y estoy algo asustado—le digo yo mientras me siento en el césped con el resto.

—Paul...—dice con un hilo de voz mediante el cual puedo distinguir que está llorando.

—¿Qué ha pasado Rose? Me estás asustando—vuelvo a decir mientras siento como mi corazón empieza a latir frenético.

—Estamos yendo al hospital... Lili tuvo un accidente de coche y la ambulancia la está llevando ahora mismo hacia allí—dice con dificultad entre sollozos.

Cuando termina de hablar, intento procesar lo que me acaba de decir, pero me quedo en shock. No puede estar pasando esto.

—¿Qué te está diciendo Paul? Estás más blanco que la leche tío—dice Jack sacándome de mis pensamientos mientras me pone una mano en el hombro.

—No tardo nada Rose. Voy para allá—le digo a mi cuñada antes de colgar.

Siento como mi corazón se detiene por un segundo y como mi mundo se viene abajo.

—¿Qué pasa hermano?—pregunta Peter preocupado mientras me mira.

—Lisa ha tenido un accidente con el coche. Ahora una ambulancia la está llevando al hospital—digo yo dispuesto a salir pitando hacia mi coche.—Yo me voy ya. Avisad a Louis del por qué de mi ausencia.

—Me cago en mi puta vida—dice Jack mientras se pasa las manos por la cara.—Espérame que me voy contigo—dice mientras se coloca la sudadera del equipo.

Después de terminar de hablar con los chicos, les dijimos que ya les iríamos informando de la situación. Salimos pitando hacia el parking aún con la equipación de entrenar puesta y nos subimos a mi coche, pero es Jack el que conduce. Yo no estoy en condiciones de hacerlo. Mi cabeza no para de dar vueltas y de ponerse en lo peor.

Te necesito conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora