Capítulo XIV

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Lisa Smith

Después de la paliza que nos metimos corriendo, por fin hemos llegado al aeropuerto. Salimos del hotel súper temprano y mi cuerpo me recuerda las pocas horas de sueño que he dormido por culpa de cierto jugador.

Madre mía si valió la pena... Mis piernas todavía me duelen y me tiemblan.

—Déjame ayudarte anda, que vas más cargada que un burro—dice Paul mientras me ayuda cogiendo los dos bolsos sin preguntar y se los cuelga en el hombro para continuar hablando con Peter.

—¿A qué hora sale vuestro vuelo a LA?—me pregunta Ashlyn.

—Creo que en una hora y media más o menos. Estoy deseando llegar a mi casa y meterme en mi cama. Los vuelos me revientan.

Paul y su familia han decidido quedarse tres días más en casa de un familiar aquí en Nueva York. Quieren aprovechar para pasar tiempo en familia. Muchos otros jugadores se despiden aquí ya que cada uno vuelve a sus respectivas casas para estos días de descanso. Mi padre tiene unas reuniones pendientes aquí también, así que volveremos a casa Rose y yo.

Millones de fans y algunos periodistas están esperándonos cuando llegamos. Algunos jugadores se paran a sacarse fotos con los fans y yo me coloco las gafas de sol para pasar desapercibida.

Llegó el peor momento, el de las despedidas. Entre que soy sensible y me ha bajado la regla... Creo que en cualquier momento empezaré a llorar. 
Los jugadores se abrazan entre ellos y veo como Ben y Jeremy se acercan para despedirse.

—Cuídate mucho enana. Sabes que lo que necesites, siempre nos tendrás disponibles—me dice Ben mientras me abraza.

—Gracias por todo amores. Sabéis que siempre tendréis una casa en LA para cuando os haga falta—digo yo mientras caen algunas lágrimas por mis mejillas.

—Nos tendrás que ir informando de como van las cositas con el enano—dice Jeremy mientras me revuelve el pelo.—Aunque nos separemos, nos queremos enterar de los chismes—dice riéndose.

—Siempre diré que sois unos marujas, pero no os preocupéis que os mantendré informados.

El resto de jugadores que se quedan aquí, van hacia sus puertas de embarque, porque sus aviones salen en nada. Yo me acerco hacia donde están los padres de Paul y su madre, al verme, me abraza con fuerza.

—Ten buen vuelo cariño y, en cuanto volvamos a Los Ángeles, te invitaremos a comer a casa—me dice Bianca haciéndome sonreír.

Paul y su familia son de San Francisco, pero por el tema del  fútbol, tuvieron que comprar una casa en LA y mudarse. Están todo el rato yendo y viniendo. Si ellos supieran que ya he comido allí, a solas con él...

—Muchas gracias. Disfrutad de estos días que después se hace duro el volver a la rutina—digo dirigiéndome al padre de Paul.

—Cuídate mucho bonita—dice él mientras me da otro abrazo.

Sus padres son puro amor.

Ashlyn me abraza cuando voy a despedirme de ella. Yo le devuelvo el abrazo con gusto.

—Lo que necesites Lili, tienes mi número, ¿vale?—dice sonriente.—Y tenemos pendiente una salida para cuando vuelva a LA.

—Y tú el mío. Pues claro que sí, no la olvido Ash—digo riéndome.

—Haz que Paul desconecte estos días que le vendrá bien.

—Si fuera por él, se iría contigo ahora mismo y lo sabes. Es una lapita—dice ella riéndose.—Ten buen vuelo cielo.

Te necesito conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora