Epílogo

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Lisa Smith

Si alguien me hubiese dicho que me iba a volver a enamorar de nuevo y de verdad, no le hubiese creído. Todo lo que he sido capaz de superar, pero sobre todo, el como ha crecido mi capacidad de saber valorar mi alrededor. Pero, antes que nada, el hecho de valorarme a mí misma. De saber lo que valgo y lo que soy capaz de conseguir. La superación personal.

Primero realicé el cambio en mi interior y luego lo exterioricé.

Desde el primer momento tuve muy claro que mi mejor amiga, siempre y para siempre, sería mi hermana. Al fin y al cabo, ella ha sido la que mejor me ha aconsejado y la que se ha mantenido a mi lado en todo momento. A día de hoy pienso el qué hubiese sido de mí sin ella y sino me hubiera sacado de mi habitación aquel día.

También he aprendido que todo el mundo no es para siempre. Muchas veces, cuando empezamos a conocer a personas y a entrelazar vínculos, tendemos a pensar que dicha persona permanecerá junto a nosotros en el recorrido de la vida. Pero la realidad es algo diferente. La gran mayoría están a nuestro lado para enseñarnos una lección y esta puede ser beneficiosa o negativa. Lo cual quiere decir que no van a estar con nosotros. Simplemente es un periodo que puede durar días, meses o unos cuantos años. Pero, al final, o se van o tú mismo las tienes que echar de tu vida.

Actualmente me encuentro súper agradecida por la vida que me ha tocado vivir y por las personas que me animan a ser mejor cada día. Por el cariño, amor, ilusión y empatía que me brindan. Con especial mención a mi Paul que me ha enseñado que existen las relaciones sanas en las que se puede confiar el uno en el otro y ser un apoyo incondicional. Evidentemente existen los choques, no siempre vamos a estar de acuerdo en algo, pero aprendemos algo nuevo siempre, lo que me parece muy importante para seguir creciendo juntos. 

Quién me iba a decir a mí todo lo que he vivido en apenas dos años.

Paul Brown

Al final sí que se puede compaginar la vida laboral, en mi caso mi carrera como futbolista profesional, con la vida personal. Y esta última incluyendo una relación amorosa.

Personalmente, no me había sentido preparado para afrontar una relación en estos últimos años. Pero, muchas veces, los giros inesperados son los que hacen que te de un vuelco el corazón. Y fue justamente eso lo que hizo Lisa en mi vida. Llegó para quedarse. Para enseñarme como es querer de verdad. Que te quieran bonito. Cada día nos vamos demostrando mutuamente lo que significa la palabra amar. No es solo un te quiero. También es: <<voy a tu casa a que te despejes>>, <<sé que andas mal, ¿te apetece que te llame un rato?>>, <<¿vamos a dar un paseo y salir un poco del caos?>>... Y así podría daros mil ejemplos más de lo que yo he aprendido del amor. Hacia todo el mundo. Con ella he aprendido a ver las cosas desde una gran variedad de perspectivas diferentes. El amor familiar, el que te aportan las buenas amistades... Al fin y al cabo todo influye según como lo mires.

No sé cómo serán mis decisiones de aquí hacia el futuro, pero lo que tengo muy claro es que mis mejores decisiones hasta el momento he sabido tomarlas con cabeza.

Creo que una de las mejores enseñanzas que me he podido llevar de estos dos últimos años es que en la vida hay tiempo para todo. Sí. Para todo. No pasa absolutamente nada si se falla. Cada persona necesita un tiempo y un proceso para evolucionar y encontrarse. Pero hay que aprovechar cada oportunidad que nos brindan al máximo y dar lo mejor de cada uno. Si sale bien o sale mal, ya se verá. Hay que quedarse con la conciencia tranquila de que en ese momento es lo que uno quería hacer y que lo ha dado todo hasta el último momento.

Hay que desear y hacer las cosas desde el corazón.

Te necesito conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora