019.Darwin.

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Trataba de pedir ayuda, pero las palabras no salían, trataba de detener aquel líquido que bajaba hasta su pecho, manchando su ropa.
Líquido Carmín, uno que salía demasiado rápido para ser una cortada leve.
Vió aquel arma con el que le habían cortado, el aire se le estaba yendo y no podía ver claro.

— ¿No me amas, verdad?- una voz se dió a oír, una que reconocía.- Si me amarás.. seguirías vivo.- alguien tomó sus dos manos, apretando levemente.- No.. no me dejes.

Gumball.. extrañaba a Gumball, aún que siempre lo metiera en problemas, lo amaba. Era su hermano.. bueno, lo llegó a ver más que solo su hermano, realmente lo amaba, solo quería lo mejor para su hermano. Pero Julius arruino todo su trabajo, ese maldito hijo de puta. ¿Siquiera amaba a Julius?, No, lo que estaba haciendo era venganza.
Julius, el hombre que lo molestó por largos años de su vida, ¿Por qué se volvería amigo de su bravucon?, Para vengarse, claro. Sabía de aquella locura de Julius, aparte sabía que él era el causante de los asesinatos, ¿Por qué nunca lo reportó a las autoridades?, La razón era que él mismo quería matar a Julius, vengarse por sí mismo. Y era lo que haría.

Su corazón palpitaba con velocidad, mientras ese líquido seguía cayendo. Tomó aquella arma con la que Julius lo había atacado, levantándose como pudo.
Salió del baño, gente lo vió con cara de terror, manchada el suelo de sangre a cada paso que daba.
Ahí estaba, ese maldito hijo de puta. Corrió hacia él con las pocas fuerzas que sus piernas delgadas le entregaban.
Se abalanzó sobre Julius, intentando clavar aquel objeto en la nuca del contrario, Julius no tardó en defenderse, metiendo sus manos en la herida aún abierta de Darwin, cosa que hizo que jadeara de manera fuerte del dolor, mientras se retorcía. Pero no se iba a rendir, seguía intentando clavarle esa cosa en la nuca, cosa que se le hacía imposible. La gente a los alrededores ya le había echo un llamado a las autoridades, que no tardarían en llegar.

...

Gritos se oyeron, junto con el llanto de mucha gente.

— ¡LO MATÓ!- gritó una aterrada mujer.

¿Así acabaría su vida?, ¿A manos del asesino de sus seres queridos?, Si, así terminaría aquel episodio de su tortuosa vida de mierda. Sentir la paz recorres sus venas, el aire darle en la cara. El poder reencontrarse con sus seres queridos lo emocionaba.
Su cabeza cayó al suelo, mientras la gente la veía aterrada.

— ¡Darwin!- gritó una voz.- Viejo, no sabes cuánto te extrañé.

— Gumball.- miró al dueño de aquella voz, lágrimas amargas cayeron de sus ojitos.- ¡Lo siento tanto!- abrazó a su contrario, que acarició su cabeza de manera amable.

— Amigo... Yo siempre supe que te volvería a ver. No te preocupes, ahora estás seguro..

...

"Ⓛ︎Ⓞ︎Ⓥ︎Ⓔ︎ Ⓚ︎Ⓘ︎Ⓛ︎Ⓛ︎Ⓔ︎Ⓡ︎" B0MW1NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora