Capítulo 50: Takeshi Aburame.

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Ciudad de Tokio, Japón - 8:00 p.m.

Cristhofer va corriendo a gran velocidad para escapar de los cazadores, los cuales le disparan bombas para tratar de herirlo; el vampiro salta a los tejados de los edificios, y corre por ellos.

Cristhofer: Muchachos, estoy en un gran apuro. Necesito de su ayuda -en ese descuido, una cuerda lo atrapa, inmovilizando su cuerpo, esta le da una descarga que lo hiere-. ¡Aaaaaah! -grita de dolor.

-Basta de juegos, vampiro. Serás castigado. Mataste a una mujer por deporte, ni siquiera lo haces por alimentarte -ve que cinco cazadores se acercan a él-. ¡Hora de tu castigo! -un muro dorado rodea a Cris impidiendo que los cazadores pasen.

-. ¿Qué? -un portal se abre detrás del vampiro, Noel sale de este; con su brazo, corta las cuerdas que sujetan a Cris y lo lleva con él al portal, dejando a los cazadores impresionados-. ¡Un ángel ayudando a un vampiro! No es muy común.

Noel y Cris aparecen en el interior de un templo. El vampiro se sienta agotado en el suelo, mientras se quita la ropa; Noel procede a curar sus heridas, las cuales son muy grandes. Una vez termina la curación, el ángel le entrega ropa nueva a su amigo, y este se cambia de inmediato.

Cristhofer: Gracias por salvarme, Noel -le da un abrazo-. Ese ninja me tendió una trampa y casi me voy a la cárcel mágica -tiembla un poco por el susto-. Al menos pude liberar a un chico de unos mafiosos. ¿Sabes dónde están los demás?

Noel: De nada, hermano. Tarde, pero seguro; no iba a dejar que te encerraran. Me alegran tus buenas acciones -le da unas galletas con chocolate-. Nosotros también fuimos atacados por guerreros muy poderosos, y apenas pudimos escapar con vida. Los demás deben estar llegando -en eso un portal se abre; las chicas, junto con Ronald, pasan por él-. Me alegra que estén bien.

Lenalee: Lo mismo digo. Esos tipos son demasiado poderosos -se sienta en el suelo, cansada-. Por cierto, regresamos a la escena del crimen y analizamos pequeñas muestras que había en la víctima, después de unas comparaciones, descubrimos que era lodo y pintura.

Cristhofer: ¿Lodo y pintura? -ve a su amiga sin entender-. ¿Están seguros?

Nahiara: Así es. Son las mismas muestras que había en mi chaqueta, el kimono de Lenalee y Noel, la herida del costado de Paoly, y la aguja del tacón de esa chica que le dio una paliza a Ronald -les explica, y el lobo gruñe.

Ronald: Era una chica gato -se excusa mientras se cruza de brazos-. Además, si se dan cuenta, cada uno de esos asesinos fueron entrenados para enfrentar a los elegidos: el mago con Nasim, la chica gato con Lance, el samurái con Rai, la geisha con Ilan, el ninja con Eidan, y el espectro con Mizu. Saikō Shōgun iba detrás de ellos, nosotros logramos escapar gracias a eso.

Noel: Tienes razón, Ronald. Logramos escapar de esos matones porque no fueron entrenados para luchar contra nosotros; este tipo no contaba con que nosotros vinieramos a Japón, en lugar de los elegidos. Pero, ¿por qué esos sujetos desprenden barro y pintura? -ve a las chicas.

Los Elegidos: Los Tesoros Mágicos (Libro III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora