Capítulo 63: La voz de la muerte.

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Santo Domingo, República Dominicana.

Al día siguiente, son las diez de la mañana cuando los chicos se despiertan para ponerse en marcha

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Al día siguiente, son las diez de la mañana cuando los chicos se despiertan para ponerse en marcha. Están en un apartamento que rentaron, por lo que aprovechan para bañarse y comer algo. Tommo está muy dormido aún sobre el sofá de la sala. Lenalee prepara el desayuno, el cual consiste en una ensalada de atún, galletas saladas caseras y jugo de naranja. A Tommo, le fríen muslos de pollo, su comida favorita; al captar el olor, va inmediatamente a la cocina para comer.

Mizu: Lenalee, muchas felicidades, este desayuno te quedó exquisito y original. Primera vez que como ensalada de atún -se soba la panza, en eso observa que hay unas galletas cerca, estira su mano cuidadosamente para tomar una, pero le dan un manotazo-. ¡Ouuch! Negro, bájale.

Lance: Tú ya comiste, esas son las de nosotros que estamos trabajando -se señala a él, luego a Nasim y, por último, la laptop-. Así que, si quieres seguir comiendo, prepárate algo -le señala la cocina, para luego seguir con Nasim indagando en la computadora.

Lenalee: Descuiden, hice bastante. Por cierto, muchas gracias, Mizu. Aunque la verdad, con Kiara, aprender a cocinar es mucho más fácil -asegura mientras coloca más galletas con una salsa-. La ensalada se acabó, pero acá preparé salsa de maíz, espero que les guste -los seis estiran sus brazos, preparan galletas para comer. La salsa tiene buen sabor, a lo que todos suben sus pulgares dando la aprobación-. Gracias. ¿Y qué es lo que hacen?

Nasim: Ayer tomamos las fotos de las mujeres que fueron poseídas por las serpientes para tratar de obtener información de ellas. Claro, para eso tuvimos que hackear la base de datos de la policía -les explica, a lo que los demás se sorprenden-. Sí, es ilegal, pero era la única forma.

Rai: Ustedes están locos. Si nos descubren vendrán a arrestarnos, ¿acaso quieren que pasemos el resto de la vida en la cárcel? -los ve alterados.

Eidan: Bájale al drama. Más van a durar los policías abriendo esa puerta, que nosotros escapando. Es la única forma de ver qué tienen en común esas mujeres. Y por cierto, ¿tienen algo?

Lance: Aparentemente no. La similitud en ciertos grupos es que trabajaban en el mismo sitio, pero dudo mucho que todas se conozcan. Están las que nos enfrentamos en el bar, unas de un bufete de abogados, otras camareras de un restaurante de prestigio -les lee la información que encontró.

Ilan: ¿Qué tal si esos son sitios donde ellos creen que estaba escondido el orbe? -opina, los demás concuerdan-. O sea, tal vez usaban a las mujeres para intentar que fueran las buscadoras.

Nasim: Tienes razón, ese tal vez era el motivo de manipular tantas mujeres. Ahora vean. Según la base de datos, otro grupo de mujeres con las que nos enfrentamos ayer tenían un uniforme con esto -les muestra un símbolo de una columna azul oscuro; detrás de esta, una amarilla, y luego una roja; por encima de esta pasa una estrella fugaz azul oscuro-. Esto pertenece a Saint Thomas School, es uno de mejores colegios de la ciudad -les señala el símbolo.

Los Elegidos: Los Tesoros Mágicos (Libro III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora