Wednesday |Male!Merlina x F!Reader|

Capítulo 1: El pasado

"¿Qué tan bien conocemos a nuestros progenitores?"

Merlín estaba en el patio mirando el expediente policial de su padre.

"Ahí está mi padre. Siempre lo consideré un libro abierto. Un hombre propenso a medidas descabelladas y muestras de afecto exagerada. Pero cuando era estudiante, fue acusado de un homicidio que ocurrió allá arriba."

Merlín miró hacia el segundo nivel de la escuela donde había un pasillo abierto, con barandales de ladrillo.

"Eso hace que me pregunte..."

———

"¿Qué pasó en realidad esa noche de  tormenta hace 32 años?"

Una joven Weems salió del Rave'N de1990, y abrió un gran paraguas rojo mientras salía a la lluvia.

Caminó por el patio y llegó a una sección que tenía andamios de construcción, cuando un cuerpo cayó justo frente a ella.

Dejó escapar un grito de horror y miró hacia arriba para ver a un joven Homero Addams de pie en la parte superior del andamio en el segundo nivel, sosteniendo una espada.

———

La policía llegó y embolsó el cuerpo y tomó fotografías de la escena del crimen, mientras el alguacil Walker entrevistó a Weems.

—Tenía una espada, se que tenían problemas. No me gusta contar chismes, sheriff Walker, pero todo es culpa de Morticia Frump. Se pelearon por ella —reveló Weems.

———

Morticia estaba fuera de las puertas de
Nunca más siendo entrevistada por un oficial, cuando Homero pasó junto a ella esposado.

—Tish —llamó.

Morticia se volvió hacia Homero. —No sé qué decir Homero. Verte con esposas, acusado de homicidio... Jamás te había amado tanto.

—Cara mía —murmuró Homero.

—Muy bien, suficiente, Addams. Vamos —el oficial arrastró a Homero al auto de la policía y cerró la puerta.

———
PRESENTE

Homero Addams miró por la ventana de su auto, mientras entraban por las puertas de la escuela. La entrada tenía un letrero azul gigante que decía: "Welcome to  parents weekend."

Homero y el resto de la familia salieron del auto y Homero respiró hondo. —Ah, el fétido olor de la angustia adolescente. Los mejores años de nuestras vidas, ¿no es así, Tish?

—Sin duda lo fueron, mi cariño —Morticia estuvo de acuerdo con una sonrisa, antes de que se convirtiera en un ceño fruncido—. Espero que a Merlín le alegre vernos. Dejé una docena de mensajes en la bola de cristal. Nunca respondió.

Homero tomó su mano. —No te impacientes. Seguro él muere por vernos —La tranquilizó, besando su mano.

Y con eso, la familia se volvió y comenzó a caminar hacia los terrenos de la escuela.

Sin darse cuenta de que Merlín los miraba a través de un catalejo.