Wednesday |Male!Merlina x F!Reader|

Capítulo 5: El Rave'N

El baile estaba en pleno apogeo. Las luces estaban por todas partes, y la Sra. Thornhill estaba parado en la entrada saludando a todos los estudiantes que entraron vestidos de blanco.

—Está bien, diviértanse.

Xavier y Bianca se acercaron del brazo. Xavier estaba en un traje blanco, y Bianca llevaba un vestido de lentejuelas.

—Te ves hermosa, tan hermosa. ¡Bienvenida a la Rave'N de este año!... oh, hermosa, qué blusa más bonita... ¡dame un baile!

Dentro del salón de baile, todo estaba completamente blanco. Las mesas, las paredes, había carámbanos colgando del techo y una estatua gigante de hielo de un yeti detrás de la cabina del DJ.

La Sra. Thornhill entró y se paró junto a la directora Weems.

—Que sea una noche que nunca olvidarán.

—Cuidado con lo que desea —Weems le advirtió.

—También fue estudiante una vez.
¿Recuerda el entusiasmo por el baiel? —preguntó Thornhill.

—La decepción es lo que recuerdo. Al que invite me rechazó... Morticia Frump, de hecho —ella confesó

La Sra. Thornhill parecía sorprendida. —¿La madre de Merlín?

—Revise que nadie vierta nada en el ponche. No podemos tener trompiesos esta noche —Weems le dijo.

———

Merlín estaba en su dormitorio, empacando sus cosas para prepararse para la vigilancia, y Dedos estaba en su escritorio.

De vez en cuando, Merlín echaba un vistazo a la pared que separa su dormitorio del de T/n durante unos segundos, sacudía la cabeza y volvía a empacar. Dedos finalmente tuvo suficiente y comenzó a tocar el escritorio para llamar su atención.

Merlín lo miró. —¿Qué?

Dedos señaló la pared y le firmó algo a Merlín.

—No, no me siento culpable. ¿Por qué lo haría?

Dedos movió los dedos, recordando a Merlín sobre cómo hirió los sentimientos de T/n.

Merlín puso los ojos en blanco. —Bueno, ya la estoy llevando a la cueva. ¿Qué más puedo hacer al respecto?

Dedos saltó de su escritorio y se arrastró debajo de la cama de Merlín y sacó dos cajas de debajo.

Merlín entrecerró los ojos con sospecha y abrió una caja para revelar el traje que había estado mirando, y abrió el otro para revelar el vestido que había ido con él, junto con una rosa roja.

—¿Quieres que la lleve al baile? —Merlín preguntó con incredulidad.

Dedos asintió.

—¿Por qué?

Dedoa le hizo señas y golpeó el suelo.

Merlín suspiró. —Sí, quiero compensarla. Es por eso que la llevaré a vigilar. Si vigilar la cueva de un monstruo homicida no es la definición de diversión, no sé qué es.

Dedow le recordó que podía hacer la vigilancia otro día, pero este baile solo se llevaría a cabo esta noche.

Merlín dudó, sin saber qué hacer, y Dedos comenzó a hacer gestos con las manos realmente rápidos y agresivos, regañándolo.

—¡Está bien, está bien! ¡Lo haré, solo deja de gritarme! —Merlín siseó.

Agarró el traje y fue a su armario a cambiarse.