Wednesday |Male!Merlina x F!Reader|

Capítulo 4: Sra. Thornhill

En su dormitorio, Merlín estaba escribiendo en su máquina de escribir, tratando de trabajar en su novela, pero podía escuchar a Enid y T/n a través de las paredes, riendo y hablando. Eventualmente, no pudo soportarlo y marchó hacia la pared conectada de su dormitorio y la golpeó.

—¡Silencio! —siseó.

Enid y T/n dejaron de hablar, y Merlún comenzó a regresar a su escritorio, cuando Enid irrumpió en su habitación, con T/n siguiéndola.

—¿Qué diablos fue eso? —preguntó Enid.

—Son demasiado ruidosas. Su voz me molestó —Respondió.

El rostro de Enid se arrugó. ¡Pero-!

—Agradecería tu silencio —Merlín la interrumpió, mientras se sentaba en su escritorio—. Es mi hora de escritura.

—¿Tu hora de escritura? —T/n repitió.

—Dedico una hora al día para mi novela.
Tal vez si Enid hiciera lo mismo, su vlog sería más coherente —Comentó—. He leído diarios de asesinos seriales con mejor puntuación.

—Escribo con mi voz, es mi verdad. Es lo que mis followers aman —se defendió Enid.

Merlín giró la silla para mirarla. —Es claro que tus followers son imbéciles.

T/n puso sus manos en sus caderas. —No hay necesidad de ser tan grosero, Merlín.

Se puso de pie y caminó hacia las chicas. —La verdad duele. Sus seguidores responden a sus historias con pequeños dibujos insípidos.

—¿O sea con emojis? —preguntó Enid—. Así expresan sus sentimientos. Pero obvio eso es un término extraño para ti.

Merlín la miró fijamente. —Cuando te miro, los siguientes emojis me vienen a la mente: cuerda, pala, tumba.

Merlín volvió a su escritorio. —Por cierto, Addams es con doble D. Si vas a chismear sobre mí, escribe mi nombre correctamente.

T/n tuvo suficiente de su actitud. Sacó su teléfono y comenzó a poner música pop preppy que sabía que él odiaría, y ella y Enid comenzaron a bailar.

El chico se giró y los miró. —Apagalo —demando.

Las chicas no escucharon y siguieron bailando. Merlín se acercó T/n y trató de quitarle el teléfono, pero ella lo evitó y bailó alrededor de su habitación.

Merlín la persiguió y logró agarrar la muñeca que sostenía su teléfono, y apagó la música, pero no la soltó. En cambio, tiró de ella hacia él y ella chocó contra su pecho. Merlín agarró su otra muñeca y se inclinó hacia su oído.

—No... juegues... conmigo —Merlín gruñó.

T/n sintió que su rostro se calentaba, pero no retrocedió. —Bueno, si no quieres que juegue contigo, entonces no deberías ponérmelo tan fácil —susurró.

Merlín la miró molesto, pero ella solo le sonrió burlonamente. Quería decir algo, pero siguió mirándola. Seguía sorprendiéndolo. Lo cual no fue nada fácil de hacer.

Lo que encontró más sorprendente fue el hecho de que no odiaba tenerla tan cerca de él. Su pecho estaba presionado contra el de él, y podía sentir los latidos de su corazón. También notó lo bien que olía. Se preguntó qué champú usaría para que oliera así.

Enid se quedó incómoda a un lado, mirando a los dos mirarse fijamente, preguntándose si debería intervenir, cuando se abrió la puerta.

—Buenas noches —una voz llamó —. Oh, perdón por el lodo.