Capitulo 14

11 4 0
                                    

Samara y Elise se encuentran en la habitación de la primera sentadas en la cama, hablan de lo que se celebra ese día, la menor se sorprendió cuando escucho a algunas ángeles que ellos no lo celebran, por lo que se quedó con dudas, ya que no le respondieron del porqué de esto, ella tampoco sabe demasiado a fondo sobre como se originó aquella celebración para que por lo menos pueda entenderlos un poco.

—Ah, ya entiendo, no parece tan sorprendente que ellos no celebren halloween —susurró Samara con aburrimiento, cerrando un libro que tiene entre sus manos, este se lo pasó Haniel para que aprendiera algunas cosas más sobre la cultura en ese lugar, por lo que se ha dedicado a leerlo en su tiempo libre.

—A mi si, necesito el contexto o no me quedaré tranquila —dijo con un notable puchero, cruzandose de brazos en el proceso para intentar pensar sobre el porqué.

Samara suspiró y empezó a buscar una página en concreto del libro, golpeándose mentalmente por no mostrársela a la menor antes de que se le perdiera; cuando encontró la página correcta, le tendió el libro abierto a Elise, haciendo que esta la mirara intrigado y con la cabeza ladeada por no saber el porqué se lo estaba mostrando.

—Lee, ahí está la respuesta, así entenderás —le comentó para bostezar un poco.

Elise sonrie y asintió agradecida, esperando que no sea una broma de la mayor, entonces toma aquel libro con entusiasmo entre sus manos para leer enseguida aquella página seleccionada, mostrado un párrafo con una imagen al final de la celebración de halloween.

«La celebración de Halloween se originó desde hace más de 3.000 años por los pueblos celtas de Europa con su celebración de Samhain, en esta se realizaban distintos rituales, esto ocasionaba que los demonios tuvieran un camino más libre hacia los humanos y los pudieran poseer sin un pacto de por medio.

Por esta razón, aquella celebración se le considera una blasfemia entre todos los del cielo, ya que esto ocasionaba que muchas personas perdieran su alma ante aquellos rituales, por lo cual, siempre se va a considerar un día de oscuridad y muerte por todas esas vidas humanas no salvadas, dejando aquellas almas lejos de la luz divina de nuestro Dios y Señor.»

—Vaya... —murmuró sorprendida, no se esperaba que fuera por eso, aunque se preguntaba como en aquellos tiempos sabían los humanos hacer rituales y si sabían de que se trataban exactamente.

—Esa palabra... Blasfemia, me hace recordar a la caza de brujas —dijo la mayor, pensando si en ese entonces a las que mataban podrían ser hibridas de ángeles.

Samara miró a la menor cuando está le habló para pasarle el libro, el cual recibió para dejarlo encima de la mesita de noche, quedándose en silencio después de aquella plática, después de todo, lo que pasó el día anterior ha mantenido a los híbridos un tanto tensos, más de lo normal, y peor después de ver como Jesús se encontraba intranquilo.

Las hermanas enserio se encuentran preocupados por su padrastro y madrastra, igual que Leo, aunque Raziel les dijera que los fue a ver de incógnito y que están bien, no saben si confiar en sus palabras, después de todo, él dejó abandonado a Leo y no quiso mantener mucho el contacto, piensan que si no fuera porque su hermano despertó su lado ángel, ese arcángel nunca se hubiera acercado para entrenarlo y a ellas también, aunque les cueste más.

—Si celebrarán este día, todos los híbridos tendrían con que distraerse —susurró Elise con tristeza, aunque solo quedara ese pensamiento en el aire porqué tienen que seguir las reglas de ese lugar.

Y nunca pudimos intentar salir para ver a nuestros padres —pensó Samara, recostadose en la cama y de esta manera mirar el techo, colocando sus brazos bajo su cabeza, recordando los otros escritos que tiene aquel libro que se encuentra en la mesita de noche.

Híbridos: La ira de Lucifer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora