Capitulo 28

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Palpitaciones rápidas; no podía respirar bien, siente qué se ahoga y en su pecho siente una gran opresión; sudoración y temblores junto a un pequeño mareo.

No puede ser, se niega a creerlo, ¿cómo qué Daniel murió? Él no... Era... Es bastante fuerte, tiene qué ser una mentira.

Sus pensamientos solo se concentraron en eso, qué lo comentado es una maldita mentira, no podía ser cierto, solo le estaban gastando una broma.

Si, eso debía ser, ¿cierto?

Cada vez se sentía más ahogada, necesita respirar pero no podía hacerlo bien aunque quisiera, nadie de los qué se encuentran con ella sabían como ayudarla para alivianar aquellos sintomas.

—Estoy aquí contigo —sabe qué es Ester, la reconoció de inmediato por su aura amable y voz, por lo qué la mira—. Vamos a caminar, ¿si?

La mayor la tomó de la mano y empezaron a avanzar, Luz solamente se dejó guiar, escuchando lo qué le dice Ester, respondiéndole de vez en cuando. Pasaron los minutos, los cuales fueron agotadores para la chica, pero gracias a lo qué hizo la ángel, aquel ataque se pudo calmar, por lo que la abrazó agradecida. Estuvieron un buen rato en silencio después de eso, no diciendo nada; Ester solo podía mirar con lástima a Luz por lo sucedido, tan pequeña y con tantas cosas encima, sabe qué eso no es bueno para alguien de su edad.

—Luz... Se qué no quieres escucharlo —empezó a decir, agachandose con cuidado para quedar a la altura de la menor—. Pero tienes qué dejarlo ir.

—Ellos... Mienten, yo lo sé —le dijo con una gran sonrisa mientras sus ojos se ponen llorosos—. Son unos mentirosos... Él tiene que regresar para arreglar las cosas.

—Luz...

—Él regresará, lo tiene qué hacer —dijo para abrazar a la mayor, siendo correspondida—. Se qué no lo dijo pero... Se qué prometió muy dentro de si qué iba a regresar.

Ester suspiró con tristeza y le empezó a dar palmadas en la espalda a Luz, sabe qué ha esa edad uno no quiere creer qué un ser querido halla fallecido de forma trágica o natural, ni cuando es uno adulto uno lo puede afrontar.

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Leo suspiró fuertemente por lo qué le pasó a Elise hace algunas semanas atrás, enserio le preocupó y aún se sigue preocupando por lo qué le ocurrió, pero por lo menos ahora se puede mantener un poco más tranquilo porqué pudo ver qué su hermanita se encuentra feliz por algo, claro, aparte de las alas, además de qué pudo ver qué se encontraba mejor, pero eso no quita el hecho de qué este preocupado por si a Elise se le ocurre en algún momento intentar volar o elevarse en el aire por algunos segundos, enserio esa "niña" le ponía de los nervios la mayoría de las veces.

Miró a Samara, fue a hablarle para preguntarle si sabía porqué Elise tiene ese comportamiento de estar más feliz de lo normal, pero solo recibió un levantamiento de hombros, lo cual quería decir qué no sabe el porqué de ese comportamiento; Leo suspiró un poco ante aquella respuesta y colocó una de sus manos en el hombro de la menor, apretando un poco esté para reconfortarla, sabe qué ella se encuentra preocupada igual que él, además de qué la nota un poco decaída. Cuando la chica mira al mayor por aquel gesto, Leo le muestra una sonrisa para abrazarla por los hombros y de esté modo empezar a caminar junto a ella; después de qué hablarán aquella ocasión de su preocupaciones, ambos se quitaron un peso de encima, pero el mayor sabe qué a ella aún le preocupan aquellas cosas, y además de qué ahora tienen otra con respecto a Elise.

Samara se dejó guiar, suspiró un poco, sabe qué Leo le va a hablar de que ella no se tiene qué preocupar por Elise, que él se va a preocupar, pero aunque diga eso, no puede dejar aquel sentimiento; sabe qué el mayor lo hace para qué ella no tenga que cargar con tanto, y eso se lo agradecía enormemente porqué siempre la ha ayudado con las cosas que le han llegado a pasar igual qué a Elise.

—Bueno, enana, ¿quieres intentar hacer ese campo de protección más grande?

—Está bien —dijo después de algunos segundos para pensar bien si aceptar aquella propuesta.

Fueron al campo de vuelo, a esa hora no hay entrenamiento ni habrá alguien alrededor qué los interrumpiera, por lo qué estarían tranquilos en aquel lugar intentando que la chica pudiera hacer aquel campo de protección.

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Ya era de noche, Leo ya se encontraba desde hace una hora en su dormitorio, por lo qué hace pocos minutos se baño y vistió, ahora solamente se encuentra secándose el cabello con una toalla, piensa en una manera de ayudar a Samara, veo como ella no podía hacer muy bien el campo de protección, además de qué notó como la chica se sentía triste por quedarse atrás ya qué hasta Elise ahora avanza mejor qué antes con los entrenamientos. Suspiró, no sabía qué hacer en esa situación y eso qué es el hermano mayor, enserio quiere ayudarla para qué pueda sacar el potencial qué aún tiene guardado.

—Y hace unos dias fue año nuevo... Creó que eso también le afectó por no haberlo pasado en familia —se susurró para sí mismo, lanzando un gran suspiró.

Ha visto el comportamiento de sus dos hermanas y se ha dado cuenta qué Samara le ha afectado más el tema qué a Elise, no sabe el porqué, pero enserio le preocupa que algo grave le pasará por guardarse tantas cosas. Lanzó otro suspiró y se sacó la toalla de la cabeza para dejarla a un lado, pensando en alguna manera de animar a Samara, no quiere qué obtenga alguna enfermedad qué le podría afectar a su vida diaria, aquello no se lo perdonaría.

Frunció un poco el ceño y negó con la cabeza, después pensaría en como poder ayudarla, ya le empezó a doler aquel lugar del cuerpo por pensar tanto, además de qué aún se tiene qué terminar de secar el cabello por completo, con la toalla claramente no se le terminaría de secar; hizo aparecer un secador de cabello, el cual conectó en uno de los enchufes para así encenderlo, empezando a secarse bien el cabello con aquel objeto, aún pensando a quién le podría decir qué se lo cortará ya qué si él lo hace, sabe que le quedaría de manera irregular, viniendole a la mente si le pide esto a Samara para así distraerla.

—Bueno... Eso lo veré después —susurró mientras cierra los ojos.

Híbridos: La ira de Lucifer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora