Gabriel esta en el infierno ya qué pudo obligar a uno de los demonios qué secuestro para qué lo llevará de contrabando a ese lugar; ya no se quiere quedar de brazos cruzados, quiere buscar a la madre de su hijo y qué una vez amo, o mejor dicho, sigue amando.
El arcángel mirá con ira la espalda del demonio qué se mueve debajo suyo intentando liberarse sin ningún éxito, él se encuentra sentado en su espalda para qué no se fuera; aquel ser infernal fue al qué dejó vivo en antaño, él cual había seguido a Micaela y Jeremy meses atrás intentando matar al segundo, y por consecuencia, pudo sentir el aura de Blanca, la cual guardó en sus memorias para ir a capturarla en algún momento.
—Ahora atente a las consecuencias —le comentó aquello con la voz cargada de veneno—. Tú te lo buscaste aún cuando te dejé ir por la paz.
Las uñas de la mano derecha del mayor se alargaron, colocándose en puntas afiladas como si fueran grandes agujas, con las cuales empezó a acariciar la espalda del menor, donde se encuentra uno de los corazones, el principal; Gabriel atravesó la piel, músculos y huesos hasta llegar al órgano buscado, el cual empezó a apretar lentamente, enterando las puntas de sus uñas, escuchando los gritos de dolor y la sangre qué sale a borbotones, pero a él no le importa mancharse, en su mente solo esta el pensamiento de qué ese demonio debe de sufrir antes de morir ya qué se lo merece, eso y mucho más, pero sabe qué no tiene tanto tiempo, lo sabe por la densidad del infierno qué le hace daño a todo lo "puro" del cielo.
Gabriel empieza a tararear, enterando cada vez más el agarré de aquellas "agujas", viendo como el contrario empieza de poco en poco a dejar de moverse; el demonio cada vez siente más la sensación de qué su corazón está a punto de estallar, sabe qué no puede hacer nada contra la fuerza de un arcángel y menos por como se encuentra en aquel momento, por lo qué deja de luchar para dejar continuar aquel destino ya preparado para él.
—Adiós, sanguijuela —comentó antes de hacer estallar aquel corazón.
Gabriel saca su mano de golpe, haciendo qué salpique esa sangre negra, por lo qué se termina manchando el restó de su túnica de ese contenido viscoso, pero no le importo esto; suspira para al fin levantarse, mira al ahora cadáver para patearlo hacia uno de los fuegos del lugar, haciendo qué aquel cuerpo se quemé hasta las cenizas.
Regresa sus uñas a la normalidad para limpiar su mano aún llena de sangre con su túnica, manchando más está; se concentra para usar un hechizo de rastreo, de esta manera le resultará más fácil y rápido encontrar a Blanca, ya sabe qué esperó demasiado para ir a buscarla, por lo qué no puede esperar más para verla nuevamente, reza a sus adentros qué esos demonios no la hallan violado ni lastimado porqué si no, se vengara de ellos.
Después de unos minutos qué para el arcángel fueron eternos, encuentra un pequeño rastro, el cual empieza a seguir enseguida, pero solo pasaron unos pocos minutos para qué esté mismo desapareciera. Así siguió por media hora hasta llegar a una mansion qué parece un poco deteriorada por el tiempo; Gabriel se encuentra un poco cansado y empezó a respirar mal por el ambiente, maldice internamente por esto, pero no le importa ahora lo qué pasará con su cuerpo, ya llegó muy lejos.
Entra al lugar, teniendo cuidado de ir entre las sombras y no ser visto, se había fijado qué no se encuentran demasiados protegiendo el lugar, lo atribuyó a qué los demonios piensan: ¿quién del cielo se les ocurriría ir y enfrentarlos en esas circunstancias?, nadie; aunque claro está, si es una situación bastante grave, hay cambia la situación.
Finalmente encuentra dónde tienen a Blanca, en una de las habitaciones del último piso, y en donde deberían ir las puertas, solo se encuentra un campo trasparente para dejar ver lo qué hacen las personas qué están en su interior; Blanca esta en la última del corredor junto a otra humana, la cual mira preocupada desde su cama a la mujer qué Gabriel vino a buscar. Iba a sacar aquel campo para llevarse a su mujer, pero en aquel momento se quedó detenido porqué siente como unos demonios se están acercando al lugar, por lo qué rechina los dientes, ahora tiene qué enfrentarse a ellos y asegurarse de qué no llamen refuerzos, porqué si no, hubiera ido al infierno para nada, lo cual no va a permitir.
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Híbridos: La ira de Lucifer
Fantasy... Dios... ¿Porqué no paras estos acontecimientos? ¿Porqué creaste al mal y no lo erradicaste desde un principió? ... Todo... Por lo que hemos pasado, solamente es un... ¿Juego para ti? ... Ellos no tenían la culpa de nada... Nada... ¿Porqué los...