Híbridos: La ira de Lucifer

Capitulo 16

Dos hermanas de cabello color castaño claro se encuentran caminando rumbo al departamento en donde viven ya que hace algunos minutos salieron del liceo*; apenas era miércoles, pero la menor de ellas se le notaba un tanto preocupada, desde hace algunos semanas esta de ese modo por la tan repentina "desaparición" de su mejor amigo, Jeremy, porqué no ha sabido nada de él hace unos meses, y además de que sigue con dudas sobre lo sucedido por como fue todo y lo qué le contó Blanca, la madre de su amigo, antes de que se perdiera el contacto con ella.

Aquella mujer le había mandado un mensaje por WhatsApp diciéndole que ambos tuvieron que salir del país ya que a ella la habían mandado al extranjero por un tema de trabajo y no podía dejar a su hijo solo porqué no tenía ningún familiar que quisiera hacerse cargo de él, que después de asentarse bien en aquel nuevo país, intentarían contactarse nuevamente con sus conocidos para dar novedades, lo cual no ha pasado desde hace unos 4 meses, más o menos.

—¿Aún sigues preocupada por el bichito? —le preguntó la mayor, se estaba refiriendo a Jeremy por ese apogeo, el cual se lo tiene puesto hace años al chico.

—Si... Es que... Fue tan repentino —susurró cabizbaja, se le notaba la tristeza por su tono de voz, además de que se encontraba un poco distraída, ocasionando qué la mayor la tomará de uno de sus hombros para detenerla, ocasionando que no cruzará la calle ya que el semáforo se encontraba en rojo.

—Te daré un consejo, Alex, esto ya me ha pasado con antiguas amistades —suspiró con cansancio por la actitud de su hermanita y por todas las pruebas que ha tenido esa semana—. Si ya no te habla ni te da señales de vida después de tantos meses, no insistas ni lo esperes, tienes que dejarlo ir, si sigues así, te causaras más dolor, y si sigues pensando en él como ahora, puede pasarte algún accidente. Siempre va a pasar esto con los que concideramos amigos, lo único que podemos hacer, es seguir hacia adelante y ya no mirar atrás.

Se quedó callada, sabe que ella tiene razón, pero no quiere creer que Jeremy halla desaparecido porque quisiera y qué no halla querido mandar ningún mensaje por ninguna red social, sabe que él no es así, tiene terror de lo que le halla pasado en verdad, no quiere pensar en el peor de los casos, en el cual Blanca halla matado a su propio hijo para huir del país, ocultando todas las pruebas.

Alex suspiró con resignación y vio como la luz del semáforo cambió de color, ahora mostrando el verde, por lo que empezó a cruzar la calle junto a su hermana para seguir con su camino, aún les quedaban algunas cuantas cuadras para llegar al complejo de departamentos en donde viven.

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—¿No creen que Leo esta un poco extraño? Esta un tanto ¿cambiado? —expresó la última frase con duda aquel hombre de 25 años mientras se acomoda su rebelde cabello de color castaño oscuro; está caminando con algunos de su grupo de amigos, se juntaron después de salir del trabajo, agradecía qué ese día "Leo" no quisiera juntarse con ellos.

—Si lo hemos notado, Rodrigo —le confirmó una mujer negra de 24 años mientras se amarra su cabello negro en una cola de caballo, tenía el ceño un poco fruncido por el comportamiento de su primo favorito.

—También Samara y Elise... No parecen ser tan enérgica, por así decirlo, a comparación de cuando las conocimos —mencionó ahora un hombre de 27 años, apretando más el cole que amarra su cabello castaño claro, después de eso saca del bolsillo de su chaqueta una lata que contiene la bebida pepsi, abriendola y bebiendo un poco el contenido.

Una mujer que está al lado del último hombre que habló y qué es de su misma edad, la cual se ha mantenido callada en todo ese rato, solamente escuchando lo que dicen sus acompañantes, asiente con la cabeza.

La prima de aquellos hermanastros cierra los ojos por el comentario de aquel hombre mientras se cruza de brazos, sabe que él tiene razón, aunque no le agrade Samara por como es su físico y la manera en la cual se comporta, aunque legalmente sean primas, no la considera como tal, a la única que mediantemente soporta es a Elise, por su comportamiento un poco más calmado; se ha fijado en el comportamiento ambas, no recordándoles de esa manera desde que las conoció cuando ellas eran unas simples niñas hasta que las vio por última vez el año anterior, días después de que la de poliosis cumpliera los 18 años. Llegaron a la casa de Rodrigo, en la cual van a tomar unas latas de cerveza para despejarse por los turnos rotativos que tienen, agradeciendo que mañana tienen libre hasta el sábado que van de nuevo a trabajar.

—Bueno, todos se han comportado de forma extraña —comentó la única mujer que no ha hablado en todo ese tiempo, suspirando un poco, colocándose bien la gorra en su cabeza, tapando de mejor manera su cabello corto y rubio, abrigadose mejor aquella parte del cuerpo por como los últimos días ha hecho un poco más de frío aunque ya estén en la época de primavera—. Tal vez sea una etapa, todos hemos pasado por lo mismo en algún momento de nuestras vidas. Hace algún tiempo te comportaste igual, Nicolás, te alejabas en cualquier ocasión que podías de Leo por lo de nuestra querida amiga Ana.

—No se lo recuerdes, Leo siempre ha sido protector con su familia, hasta que no averigua las verdaderas intensiones de uno, no se mantiene nunca tranquilo —dijo Ana, la mujer negra, para lanzar un largo suspiró.

Nicolás dejó la lata hacia a un lado, quedando solo la mitad del contenido en esta; él solo atinó a suspirar por el comentario de aquella mujer de cabello corto, no se lo iba a negar de todos modos ya que se alejaba de su amigo para que no se le saliera algún comentario de que le empezó a gustar Ana a principio de ese año y después estar tensó cuando empezaron a salir por como le miraba Leo, como si le estuviera advirtiendo que no le hiciera daño a Ana.

—Bueno, ¿alguno de ustedes quiere fumar antes de empezar con las latas? —preguntó Ana con una pequeña sonrisa mientras sacaba del bolsillo de su pantalón un paquete de cigarros, siendo Rodrigo el primero en aceptar la propuesta, agarrando uno de los cigarros para llevárselo enseguida a la boca.

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Liceo: es un centro de enseñanza, generalmente institucionalizado dentro del sistema de educación media de muchos países, aunque también puede designar asociaciones culturales de índole diversa.