- Lα sillα elécτяicα. {carlos y tu}

─Capítulo 25, parte II: "Sí tenías corazón, sólo no sabías como usarlo"

-Está bien Carlos, no pasa nada si acabas otro día... -besó mi cuello.

-Yo lo empujé y cayó de espaldas, dándose un fuerte golpe en la cabeza contra la esquina de una de las paredes... -solté una pequeña lágrima que mi chica borró con un pequeño beso sobre ella-. No me quisieron con ellos desde entonces, ¿a quién meterle el estorbo de tu hijo? Mi madre pensó en su hermano mayor, un hombre sin mujer, que vivía como quería, con quien quería, y cada día se traía a una diferente, hasta que aparecí yo...

-¿Él dejó su vida anterior por ti? -preguntó mientras su barbilla era apoyada en mi pecho para poder mirarme mejor. Simplemente asentí.

-Él lo dejó todo por mí ______... Hasta la vida -nuevas lágrimas volvieron a salir y tapé mis ojos con mi mano izquierda para que no me viera llorar. Enseguida sentí sus manos suaves apartar las mías y secar las traicioneras gotas saladas que salían de mis ojos.

-Todo está bien amor -besó mis párpados mientras seguía con los ojos cerrados.

-Él era mi padre, él era mi modelo a seguir... Alguien que hacía lo que quería con su vida, sin seguir normas, dando cariño a quien fuera, a una mujer diferente cada noche, tratarlas bien... Pero todo cambió cuando fui mayor de edad. Mi tío me regaló un coche que era una pasada en esa época y las bandas se acercaban para conocerme. Y yo no tenía amigos, y si ya había estado en una banda, ¿por qué no volver a entrar en otra? Empecé a quedar cada día con ellos, hasta que acabé metido en el mundo de la coca... Vendiéndola y consumiéndola.

-¿Enserio? -me miró con ojos tristes y yo asentí con vergüenza. Para mí, mi pasado no era algo de lo que estaba orgulloso. Para nada. Pero esque el presente, era aún peor.

-Allí hice muchísimos enemigos ______, gente que me la jugó, "amigos" que me vendieron a la policía, hijos de puta que se juntaban en bandas y me pegaban para robar la coca... Hasta que una noche llegaron a casa de mi tío un grupo de ellos... Suerte que mi tío, en ese momento no estaba. Como pude les cerré la puerta en la cara y al cabo de un rato se fueron. Yo, para no poner en peligro a mi tío, esa misma tarde hice las maletas, le dejé una carta y me fui de allí... Sin saber que eso era lo peor que podría haber hecho... Juro que no lo sabía _______ -empecé a sollozar y me abracé a ella, hundiendo mi cabeza en su pelo.

-¿Qué pasó Carlos? -acarició mi pelo y mi espalda con movimientos lentos.

-Esos tíos volvieron, sin saber que yo no estaba allí ______, mi tío les dijo que no estaba, que me había ido... Y ellos pensaron que era mentira, que estaba mintiendo, y lo torturaron hasta morir...

-Oh Carlos -dijo en un susurro mientras arrastraba sus manos por mi espalda, hasta posicionarlas en mi cadera y me abrazó-. Lo siento mucho... No tenía que haber hecho que me contaras tu historia... Si hubiese sabido que era tan dura, juro no habértelo pedido.

-No pasa nada cielo, la tenías que saber algún día ¿no? -le sonreí triste y besó mis labios con cuidado y acunó mi cara entre sus manos.

-Ahora todo está bien Carlos, estoy contigo y tú estás conmigo, nada va a salir mal ¿vale? -volvió a besar mis labios y me subí encima suyo, siguiendo el beso que ella había empezado.