─Capítulo 26, parte II: "¿Era hora de que la dejara ir?"

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-¿Puedo subir ya? Prefiero no despedirme de nadie, no me gustan las despedidas -dijo mirando hacia la casa donde en la ventana del piso de arriba se encontraba Juli asomado con una mano en la ventana y decía 'te quiero tita'. Miré al suelo mientras cerraba el porta maletas.

-Claro que puedes entrar _______. Cuanto antes acabe esto, mejor será -asintió con la cabeza, abrió la puerta del copiloto y cerró fuertemente.

Bufé y me dirigí hacia el asiento del piloto. Me senté y enseguida sentí su olor en el coche, haciéndome tener más ganas de llorar de las que tenía.

En la entrada de la ciudad que teníamos que cruzar, la lluvia empezó a caer y el frío calaba dentro del coche, haciendo que ______ temblase, pero la verdad es que no sé de qué temblaba, si del frío o del llanto. Cada vez que los kilómetros se hacían menos para llegar a nuestro destino, la lluvia se hacía más fuerte y el viento sonaba. ¿Dios estaba enfadado porque devolvía a ______ a su vida? No, no era posible... Ella no se merecía mi mierda de vida. Ella necesitaba a alguien que la quisiera y que la mimase, no a alguien como yo, que sólo sé meterla en líos.

Mis pensamientos se fueron al empezar a escuchar a ______ tararear una canción... No pude evitar que las lágrimas cayeran de nuevo. No era una buena situación para cantar aquella canción que nos definía tan bien.

Recuerdo cuando ella me dijo: "Esta canción me recuerda a nosotros".

-No eres fácil de amar -empezó con un simple susurro mientras sollozaba-. No eres fácil de amar, no... ¿Por qué todo contigo es tan complicado? -poco a poco empezó a subir el volumen de su voz mientras no me miraba, simplemente veía como las gotas se juntaban y caían por la ventana del coche-. ¿Por qué haces que sea difícil amarte?

-Basta por favor... -dije en un susurro, pero ella no me escuchó, o hizo como si no lo hiciera, ya que siguió cantando y llorando a mares.

-Lo odio... Porque si en realidad quieres estar solo, yo, me rendiré porque, chico, lo intenté... -hizo una pausa y yo ya no veía la carretera, sólo algo borroso gracias a todas las lágrimas que se agrupaban en mi iris-. Pero todo contigo es tan complicado. Oh, ¿por qué? -siguió su mini concierto-.A veces te tengo, a veces no te entiendo, a veces te quiero, a veces eres tú lo que no soporto... A veces quiero abrazarte, a veces quiero empujarte lejos...

-Empújame, me lo merezco -dije en un susurro, pero ella ignoró completamente mi comentario y siguió con lo suyo.

-La mayoría de las veces quiero besarte, otras veces darte una bofetada en la cara...

-No sigas por favor ______... No me hagas más daño, no hagas esto más difícil de lo que se me hace dejarte... -y ella sabía que estaba cayendo en su trampa.

-Porque a cada minuto empiezas a cambiar. Y dices cosas como: 'no te importa una mierda'. Entonces digo: 'he terminado contigo'. Te quito mi corazón, y vienes corriendo detrás de mí... Y chico, estoy de vuelta contigo -suspiró y secó sus mejillas con la manga de la sudadera, que era mía, que llevaba-. No eres fácil de amar..., no eres fácil de amar, no.

- Lα sillα elécτяicα. {carlos y tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora