Mery
No había día más horroroso que un lunes y encima un lunes cargado de malas noticias. La primera, mi madre. Le llegó un correo de mi profesor de Biología explicándole la "mala suerte" que había tenido en el examen, cosa que se tomó a mal -muy mal, mejor dicho- y que me obligó a estar el fin de semana metida en mi casa, aguantando el mal humor de mi madre cada vez que entraba en mi habitación a dejarme una bandeja con la comida. Para estar así, casi que iba a ser mucho mejor estar en una cárcel de mujeres o estar en una clase infinita con mi profesor de Matemáticas gritando cada dos por tres como se calcula el seno y coseno de una figura geométrica.
No tuve noticias de Luke, tampoco me sorprendía tras haber notado un cambio de humor -y de personalidad- en estas semanas. Todo cambió desde que me vio con Calum y se desató con la presencia del chico de pelo enmarañado que me señaló Michael.
Tampoco tuve noticias de Calum aunque lo suyo era más razonable, su familia se lo había llevado a un retiro casi espiritual donde llevaban a cabo rituales zen y de canalización porque pensaban que así Calum controlaría sus impulsos de responder de malas formas a todo ser viviente y le ayudaría a concentrarse para sacar de él al espíritu del chico estudioso que todo miembro de la familia Hood llevaba dentro.
Cuando me contó esto el último día de clase de la semana, casi se me saltan las lágrimas de lo ridículo que sonaba.
Esperé en la puerta de la casa de los Hemmings por más de diez minutos hasta que desistí y comencé a andar cuando los primeros copos de nieve se iban absorbiendo en mi cazadora. Apenas había algún alumno por la calle por lo que pensé que había sido la retrasada en ir un sábado pero al comprobar mi móvil vi que ni era sábado ni era demasiado pronto para ir a clase. De hecho, estaba a punto de llegar tarde.
Me fijé en el aparcamiento donde estacionaban los coches de los profesores mayormente ya que sólo algunos alumnos tenían coche, la mayoría se decantaba por motos ligeras como scooters y demás.
Y seguía sin haber ni un solo chico fumando fuera. Entré y me dirigí a mi clase de Literatura Universal y lo primero que vi fue la figura de un chico que conocía demasiado bien tirado sobre su pupitre como si hubiese venido a esta clase específicamente para echarse una siesta.
Me acerqué con el ceño fruncido y zarandeé despacio el hombro de un Luke que sólo supo emitir un gruñido, quejándose.
-Luke. -Dije, algo preocupada. Le volví a zarandear pero tampoco conseguí la reacción deseada. -Luke, despierta. EH.
-Dejameeeeeee.- Dijo Luke, arrastrando las palabras como si les costara salir de su garganta.
-Luke, ¿qué te pasa? Pareces... ido. -Otro zarandeo.
-Ido... sí, seguro. -Rió. -Anda y déjame en paz. Quiero dormir y tu voz me está molestando. Cállate.
¿Estaba escuchando bien? ¿Dónde está el Luke que conozco y qué han hecho con él?
-Lucas, basta ya de hacer el subnormal. Va a venir el profesor y como te vea así te va a expulsar. Sabes lo estricto que es con la gente que sólo viene a babear los pupitres.
-¿Lucas? ¿Te crees que eres mi madre? -Levantó la cabeza y por fin pude verle la cara. Mi rostro de sorpresa tuvo que ser un poema tras ver su demacrado aspecto. Sus ojos rojos se paseaban por mi cara como si estuvieran perdidos y sus ojeras debajo de sus ojos delataban que no había dormido ni un solo minuto en toda la noche.
-¿Qué coño te pasa? Dios, tienes los ojos rojos y parece como si te hubiesen dado una paliza. ¿Te han estado persiguiendo otra vez esos subnormales? Porque ya te dije bien que les ignoraras, que no merecía la pena seguirles el rollo.
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Stay High [Luke Hemmings]
FanfictionLa vida se vive en el momento y hacer el idiota en clase siendo una incomprendida no ayuda nada. Quizá lo que Mery más valora en su vida sea a Luke Hemmings, amigo desde que le alcanza la memoria y Calum Hood, aspirante a jugador de Lacrosse aunque...