Capítulo 12: Dolor

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Luke

Pateé cien veces la misma piedra hasta que esta se salió de la acera hacia la carretera y fui lo suficientemente vago como para dejarla ahí y seguir con mi camino que en realidad no tenía rumbo alguno. Estuve andando por lo que me pareció poco tiempo con las manos en los bolsillos evitando el frío que hacía esa mañana.

Aunque en realidad prefería aguantar el dolor de unas manos congeladas al dolor que me producía haberle soltado toda la mierda a Mery momentos antes.

¿Cómo había sido tan tonta de olvidarse que hoy había huelga de estudiantes y que, obviamente, nadie iría a clase? Pero claro que lo sabía, Mery era así de olvidadiza y por eso tenía que recordarle las cosas unas cuantas veces aunque en materia de estudios era una de las mejores en nuestra clase, como yo solía hacerlo hasta que me derrumbé.

Porque esa es la palabra, esos son mis sentimientos: me derrumbé.

Y me derrumbé por el hecho de que hubiesen pasado tan rápido las cosas, de forma inesperada y sin saber cómo actuar. Quizá lo que más me dolía de todo esto era el hecho de que Mery estuviese con Calum pero que no se hubiese dado cuenta de que yo sentía muchas más cosas de lo que él podrá sentir por ella en la vida.

Pero todo hay que decirlo, si yo me hubiese adelantado... si yo hubiese hecho algo... quizá ahora no estuviésemos así. O quizá no debí actuar como un crío y haber apoyado la relación porque lo que más quiero es que Mery sea feliz, conmigo o sin mi.

Pero ya es demasiado tarde, ya me he perdido a mi mismo y no sé si hay manera de recuperar al Luke de mi pasado –y mucho menos no sé ni si quiero hacerlo–.

En cuanto oí el primer trueno, giré sobre mis talones y puse rumbo a casa. Supuestamente Ashton iba a celebrar una reunión de la pandilla a la que apenas me apetecía ir pero cualquiera le decía que no a Ashton y más con la paliza que le dio a ese pobre chico.

Abrí la puerta de casa como pude debido al dolor de mis manos que al menos restaba dolor a lo que realmente me dolía.

-Ya estoy en casa. –Dije, lo más monótono que me salió en ese momento. Mi cabeza aún seguía dándole vueltas continuamente al mismo tema y me temía que no pudiese parar de hacerlo.

Mi madre salió con las manos enfundadas en guantes de horno y sonrió haciendo que su mancha debajo del orificio nasal se contrajese.

-Hola, cielo. Creía que había hoy huelga... ¿has ido a clase?

-Sí, he ido a...- Y es que en realidad no sabía cómo había acabado en medio de mi clase echando la baba en mi pupitre. –A recoger un libro que me había dejado, nada importante.

-¿Tan temprano? Bueno... tu padre está planeando hacer hoy día de chicos, por si te apetece unirte. Dicen que quieren ir a ver a los Yankees.

Oh, genial, de puta madre... día en familia con hermanos metomentodo. Me mordí el labio y puse la mejor cara que pude para no delatar que iba a mentir.

-Sí, luego si eso voy. –En realidad iba a quedarme todo el día tirando en la puta cama. O quizá debería disculparme pero... - Oye, mamá, ¿has hecho alguna vez algo malo a alguien que querías mucho?

-Pues... -Se quedó un poco pensativa, como mirando a la nada.- No, la verdad es que no. Y si lo he hecho algún día es que no era yo misma.

"...es que no era yo misma".



***

-Vamos a ir a la mejor celebración de apuestas del país. En ella se reunen los mejores timadores, estafadores y camellos de la ciudad. -Dijo Ashton encorvado en el sofá para mirarnos a todos a la cara. Estábamos en la misma casa donde se celebró la fiesta del día anterior y donde me pillé la primera borrachera de mi vida.

Stay High [Luke Hemmings] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora