Stay High [Luke Hemmings]

Capítulo 13. Sentimientos vs Cerebro

Mery

Guardé el tarro de la mermelada de tomate en el armario de las conservas y volví al salón donde Calum me esperaba jugando con el tenedor y el último trozo de filete de pollo con mermelada de tomate. Estaba mirando embobado al televisor donde se podía ver el partido del Liverpool. Estaban haciendo un gran partido, les sacaban ventaja al Manchester por dos goles y Calum parecía realmente ilusionado.

-Vamos... pasa... ¡JODER, QUE ESTABA SOLO!- Gritó y se aferró a su bufanda con el logo del Liverpool y el nombre del equipo en letras blancas bordadas a lo largo. Estaba la calefacción puesta pero aun así él seguía abrazado a ella.

-Te va a salir sarpullido como sigas abrazándote a la bufanda. Se debe de estar creando un nuevo ecosistema en tu cuerpo... estás sudando. –Me senté en mi sitio y cogí el bol de las palomitas que me había preparado con anterioridad. Calum se metió el último trozo de pollo en la boca y se sentó a mi lado, inclinándose un poco hacia delante y murmurando.

-Estoy bien, sólo algo nervioso... al final van a joder el partido con lo bien que iban pero los centrales que han fichado son malísimos en comparación con los que tenían. Vaya mierda de trabajo está haciendo el jodido entrenador.

-Sabes que no me he enterado de nada, ¿verdad? –Me llevé un gran puñado de palomitas a los labios.

Pero no hizo ni caso, siguió a lo suyo con su partido. Miré mi móvil. Se me hacía raro no recibir ningún mensaje de Luke, siempre hablábamos todas las noches para contarnos estupideces que nos habían pasado o simplemente para hablar del tiempo. Siempre había algún tema del que nos gustaba hablar pero ahora siento un vacío enorme al no sentir como mi móvil vibraba y el sonido del timbre de una bicicleta que tenía como notificación. Me sentía vacía y sola. Vale que estaba Calum, el es uno de mis mejores amigos pero Luke es Luke y yo necesitaba a mi mejor amigo a mi lado para sentirme yo misma. Tenía ganas de coger el maldito móvil y estamparlo en la pared pero, en vez de eso, lo cogí y miré la conversación abierta que tenía de él.

Habíamos perdido el contacto hace ya una semana y media. Una semana y media desde que pegó aquel cambio que nos sorprendió a todos. Una semana y media por mi culpa. Si yo no hubiese hecho la tontería que se me ocurrió con Calum, esto no hubiese pasado y seguiríamos exactamente igual que antes o incluso hubiese pasado algo entre nosotros.

O quizá mi timidez en los temas del amor y las relaciones hubiese hecho que todo siguiera exactamente igual.

-¡GOOOOOOL!

El grito de Calum me despertó completamente de mis ensoñaciones y miré cómo lo celebraba. Iba corriendo por todas partes con la bufanda alzada y vitoreando a su equipo favorito. Sonreí y di palmas, era lo único que podía alegrarme ahora mismo.

-¿Podemos cambiar ya de canal? Va a empezar American Idol y no quiero perdermelo, ¡ya está muy cerca la final!

-No vamos a ver esa mariconada, Mery, como el fútbol no hay nada. Además, dicen que en el fútbol hay mucha estadística y matemáticas, ¡lo que a ti te gusta!

Le tiré un cojín que le dio en las piernas y le saqué el dedo a modo de respuesta. Nunca me habían gustado ese tipo de comentarios, era como si me estuviesen etiquetando. Vale, estudio mucho, ¿y qué? Todo es por mi futuro. Si los demás no quieren estudiar y no tener un buen futuro, no es mi problema. Un ejemplo claro de esas personas lo tenía justo delante de mis narices.

-¡Eso ha sido un ataque gratuito, melona!- Levantó los brazos a modo de resiganción y los dejó caer.

-Lo tuyo es un ataque gratuito que no ha venido a cuento. Sabes lo mucho que me joden esos comentarios y vas tú y lo dices. No soy un cerebrito. Que me gusten las ciencias no significa que tenga que estar analizando cada cosa que salga en la tele o que tenga algo que ver con las matemáticas.- Bufé y me crucé de brazos recostándome sobre el sofá.