Capítulo 45

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[Tn Carver]

Tarde 20 minutos en llegar a Forest Hill, mis padres se habían llevado mi auto porque el de mi padre estaba en el taller, así que no me quedó de otra más que caminar.

Era eso o quedarme en casa, charlando con alguien que lucía como mi hermano, pero no actuaba como él. Así que mientras caminaba por las calles de Hawkins, me estuve cuestionando muchas cosas, respecto a la charla con Jason.

En cuanto llegué a la caravana donde vivía Eddie con su tío, me encontré a Wayne Munson.

-Hola, Tn. Pensé que Eddie iría por ti

-Ese era el plan, pero decidí ahorrarle un poco de gasolina- dije esbozando una sonrisa - ¿Aún está en casa?

-Si, está en su habitación- respondió, metiéndose el cigarrillo a la boca

- ¿Le importa si paso?

-No, adelante. Estás en tu casa- abrió la puerta de la caravana para que pudiera pasar y eso hice. -Diviértanse y dile a Eddie qué está vez, te lleve temprano a casa

-Eso haré, nos vemos.

Wayne Munson se despidió de mí, haciendo un ademán con la mano, antes de partir a su trabajo. Metallica se escuchaba a todo volumen en la pequeña sala de estar y mientras más me acercaba al cuarto, el sonido se intensificó

-Hola, piojito- dije, recargando mi espalda en el marco de la puerta, estaba arreglando su cabello en el espejo que colgaba de su pared

-Cucarachita- exclamó Eddie, volviendo el rostro para verme.

Dio dos grandes zancadas hasta llegar a donde estaba y no dudo en rodear mi cintura con ambas manos, saludándome con un abrasador beso

-Ya estaba por salir e ir a buscarte- susurro mi novio, bajando el volumen de su estéreo

-Quise ahorrarte, el trayecto hasta allá- respondí curvando mis labios, formando una sonrisa

-¿Pasó algo?- cuestionó, escaneando mi rostro con su mirada. Eddie podía leerme a la perfección.

Asentí con la cabeza, Eddie me llevó a su cama y ambos tomamos asiento. Comencé a contarle la plática que tuve con Jason, sin omitir ningún detalle

-Espera, Jason te declaró la guerra por algo tan insignificante- Eddie se rascó la barbilla, pensativo

-Si, mi abuelo me regalo los libros de Tolkien y a él, una tarjeta de regalo - me reí, era absurdo ahora que lo decía en voz alta -Es tonto, lo sé

-Demasiado, si no le gustaban los libros, para que quería unos de regalo

-Es lo que yo pienso, es absurdo

-Creo que Jason se cayó de la cuna cuando era bebé o lo empujaste, porque no encuentro una explicación a su modo de pensar- dijo, esbozando una sonrisa

-Estoy de acuerdo, me gusta pensar que lo lance de la cuna- dije bromeando, Eddie comenzó a reír y yo le imite

-Y qué has pensado sobre eso de "recuperar a su melliza"

-No lo sé, la balanza está en un punto intermedio, quiero creerle pero algo me lo impide, ya lo veremos con el tiempo- recargue la cabeza sobre el hombro de Eddie -pero dejemos de hablar de Jason y mejor dime, ¿A dónde vamos?

-Por mí, podríamos quedarnos aquí, abrazados viendo una película, pero podríamos dejarlo para más tarde, después del ensayo. Si estás de acuerdo

-Claro que estoy de acuerdo, no me perdería un ensayo. Andando

Eddie me tendió la mano y no dudé en tomarla. Juntos salimos de la caravana y nos dirigimos al bosque cercano

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Cuando estaba con Eddie, podía ser yo misma, en mi versión más "madura", infantil, etc. En esta ocasión, mi lado infantil salió a la luz, ya que Eddie decidió que jugar con pistolas de agua era lo mejor para nuestra cita.

Corríamos de un lado a otro, tratando de alcanzar al contrario, eso si, sin dejar de lanzar agua.

-Corre tramposa, corre- exclamó Eddie, apuntándome con la pistola. Le había pedido que descansaremos y cuando lo hizo, vertí la mitad del suministro de agua que tenía la misma y ahora, trataba de alcanzarme

-Aléjate de mi

Seguí corriendo, trate de apuntarlo entre gritos y risas, pero fallé, debido a que caí en el césped, a los pocos segundos, Eddie se dejó caer a mi lado

-Ven aquí mi tramposa reina cucarachita

-Por supuesto que sí, mi rey piojito - Recosté mi cabeza sobre el pecho húmedo de Eddie

-Creo que, oficialmente, tenemos apodos- exclamó, dejando un beso sobre mi frente

-Cucarachita y piojito me gustan, lo admito, es original y nos va bien, creo- elevé la cabeza, buscando los labios de mi novio, ya llevaba mucho minutos sin besarlo y ya lo extrañaba

-Sabía que terminarías por aceptarlo- dijo sonriendo -¿Sabes algo?, jamás imaginé estar así con alguien, me agrada

-Yo tampoco, pensaba dejar eso de las relaciones para cuando estuviera en la universidad, sin embargo, me alegra que los planes cambiarán- abrace a mi novio y al igual que él, estaba sonriendo

No mentía, para este último año, tenía una larga lista de cosas por hacer y hasta el momento, solo había logrado una: ser reina del baile de invierno y eso dejó de importarme cada ítem de la lista, cuando conocí a Eddie Munson.

-Sabes que mis planes cambiaron al conocerte y ahora me has convertido en un ser muy cursi- Eddie exclamó sobre mis labios

-No me culpes, ya eras así- contesté entre risas sobre sus labios, antes de besarlo de nuevo

-Un poco, pero me gusta culparte-hizo una leve pausa -Estás mojada, creo que deberíamos irnos, mi reina cucarachita- susurro, acariciando mi espalda, como si tratará de hacerme entrar en calor

-Cinco minutos más, piojito cursi- mi novio soltó una carcajada

-Solo cinco minutos y porque estoy cómodo, pero después, deberás cambiarte esa blusa, no quiero que te resfríes

-¿Me prestarías la camiseta del club Hellfire?

-No necesitas pedirme permiso, úsala, me gusta como te quedan mis camisetas

Eddie me abrazó más a él, podía escuchar el latido de su corazón y estar así, era cómodo. Los silencios entre nosotros no eran para nada incómodos, al contrario, lo disfrutaba.

Polos Opuestos [Eddie Munson]  ↔️ CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora