- ¿Podrías meterte en tus propios asuntos? - Exclamé ya molesta con su ultima reacción frente a mi pareja. - Me vas a a dar más problemas de los que ya tengo, Tom.
- Mantener la calma frente a cosas como esas no es mi fuerte ¿sabes?
- No es problem...
Nos dirgimos hacia la habitación de Bill donde todos estaban esperando, solo faltabamos Tom y yo.
- Bien, he visto que han sido días estresantes para todos. También sé perfectamente que tenemos pocos días para realizar dos canciones más.- Hizo una pausa.- Pero creo que nos merecemos un pequeño descanso ¿Verdad?- Todos asentimos.- Por eso decidí que sería buena idea ir a la playa donde hay muchas zonas de restaurantes y bares. Para pasar el día.
Todos sonreímos y aceptamos. Sinceramente estaba de acuerdo, necesitabamos un pequeño descanso, todos nos escontrabamos frustrados y estresados. Los chicos prepararon sus cosas y bajamos hasta los vehículos. Antes de subir sentí que me faltaba algo.
- Mierda...
- ¿Qué ocurre?- Preguntó Bill sosteniendo la puerta del vehículo para que yo pase.
- Olvidé mi cuadernillo. Préstame la llave de tu habitación.
El aceptó y me la dio. Me diriguí hacia el ascensor y toqué el botón del piso donde estaba la habitación de Bill. Antes de que se cerrase la puerta, vi una mano trabar las puertas para luego entrar. Era Tom.
-¿Qué sucede?
- Olvidé mi traje de baño.- Sonrió picaramente.
El ascensor cerró y comenzó a subir. En este momento estaba odiando que Bill se haya elegido una madita habitación en el piso doce.
- ¿Vas a responder mi pregunta o no?- Habló por fin sin mirarme.
- Tom, no tengo tiempo para esto.
Noté como revoleó los ojos para luego tocar el botón que hacía frenar el ascensor dejándonos en el piso nueve pero sin la posibilidad de salir ya que estaba por llegar al diez.
- Pero que mier- Me interrumpió poniéndose muy cerca mío obligándome a levantar la mirada. Era demasiado alto.
- Bien, ahora si tienes tiempo. Responde.
Sus ojos eran penetrantes, quería apartar la mirada pero algo no me dejaba. Mi respiración comenzó a acelerarse a medida que desviaba la mirada hacia mis labios mientras mordía su labio inferior.
- Aunque, ahora que lo veo.- Tomó mi cintura acercandome a él.- Tu cuerpo te delata.
- No sé de que me estás hablando.- Intenté alejarme pero reforzó su agarre impidiéndomelo mientras depositaba pequeñas caricias en mis cadera.
- Tu cuerpo te delata.- Se acercó a mi oído y en un susurro dijo.- Y no sé cuánto tiempo pueda contenerme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Volvió a mirarme a los ojos mientras nuestras respiraciones se cruzaban. Comenzó a acercarse a mi, sabía perfectamente sus intenciones y estaba empezando a dudar si realmente se había olvidado su traje de baño.
