Nadia
Mis párpados estaban agotados, moví un poco mi cuerpo y me percate de una incomodidad en el cuello, al parecer causada por la posición en la que me dormí, mi respiración era calmada y relajada, llamó mi atención una suave tela que estaba sobre mi cuerpo cubriéndome del frío y entonces abrí los ojos en pánico, ¡¿me dormí en un parque?!, ¡¿y si me secuestraron?!.
Luego de abrir los ojos di un brinco y me levanté de golpe, mire a todos los lados buscando algo o alguien con paranoia, pero no vi nada, solo estábamos yo y una manta de color rojo y material polyester, seguí mirando para saber que podía ver, pero estaba todo desierto, ¿entonces cómo llegó esa manta aquí?, luego voltee a ver el banco y vi lo que parecía ser una nota de color blanco y con letras rojas, decía
"Cuidado, Del Alcázar, no es prudente dormirse en áreas públicas y menos con cazadores al acecho, también debe tener presente el mantenerse caliente, sería muy triste si muriese por una neumonía".
- Tea
Espera, espera, vamos por partes, ¿Quién diablos es Tea?, ¿y por qué se siente como una amenaza?, sentí un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal de abajo hacia arriba, estaba confundida y ¿asustada?, no debí de haber salido, me sentía mal, quería vomitar, literal, necesitaba vomitar, entonces mi respiración se aceleró y cerré mis ojos con fuerza mientras seguía con la nota aún en mi mano empuñándola con fuerza.
-¡Señorita Nadia! -escuche la voz de Martin-
-Martin... -Fue lo único que pude decir, ya en este punto mis mejillas estaban rojas, luego tape mi boca con mi mano libre e intenté dirigirme a él, por ello perdí el equilibrio y...-
Martin me abrazó en un intento de que no cayera, estando en sus brazos no pude contenerlo más y solo paso, todo el líquido abandono mi cuerpo manchando su chaqueta, pero a pesar de todo no me soltó ni se apartó, me siguió sosteniendo con la misma firmeza mientras yo le ensuciaba hasta los zapatos.
Luego de unos largos segundos horribles y vergonzosos me solté y lo vi a los ojos con lágrimas en ellos, estaba jadeando, limpie un poco del liquido de mis labios y comisuras, luego me quede viéndolo, esperando alguna reacción recriminatoria o de asco, pero no fue así, se quitó la chaqueta colocándola en el suelo, siguieron sus zapatos y los colocó justo encima de esta, me tomo del mentón y dijo
-Señorita Nadia, ¿está bien?, ¿necesita algo? -Me dijo con un tono tan dulce que empalagaba, no había ni notado su tono de voz nunca, pero fue tan... ¿cute?-
Al percatarme de estar sosteniendo aún la nota en mi mano la guarde con prisa en el bolsillo de mi falda, me quite el abrigo porque estaba manchado dejándolo en la banca y volví mi mirada a Martin, tome la manta y la sostuve en mi mano, él es un chico joven como de unos veinte y tantos, su cabello es oscuro, como un negro azabache, sus ojos son de un marrón igual de oscuros que el cabello, tenía unas pecas que adornaban su cara, alto, como de unos 1.76 más o menos, su tez morena y cuerpo formidable, no le había puesto mucha importancia antes, pero era muy guapo a decir verdad.
-No, estoy bien -Dije entre ligeros sollozos-
-Esta bien no estar bien, señorita Nadia -dijo con el mismo tono que hizo que mis lágrimas brotaran con más facilidad-
Lo abrace, no podía más, necesitaba un abrazo y alguien a quien escuchar, me sentía perdida, y me mortificaba no saber quien escribió la nota, "Tea", no se quien diablos es Tea, solo quería irme a casa y que Martín se quedara un rato mas conmigo, necesitaba sentir que no me estaba ahogando.
El me abrazaba con fuerza y acariciaba mi cabeza lentamente, paz, era lo que sentía junto a él en ese momento, nunca hubiese imaginado que algún día lo estaría abrazando tan dependiente, duramos unos minutos así, en los que él no hablaba ni yo tampoco, solo se escuchaban nuestras respiraciones, aunque siendo honesta, los latidos de su corazón se sentían acelerados, ¿estará bien?, tal vez sea incómoda o comprometedora la situación, y sabía bien que podía meterlo en problemas si alguien nos ve así. Me solté de él y lo tome de las manos mientras lo miraba a los ojos.
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Cadenas De Perdición (Girl x Girl)
RomanceLa madurez llega con un cambio que sucede para bien o para mal, y eso es algo que está más que claro, pero, ¿qué representa la pérdida de inocencia en algunas personas?, ¿cuál es el precio a pagar por crecer?, ¿el fin de todo es el comienzo de nada...