𝐂𝐚𝐩 𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈 𝐔𝐧𝐚 𝐕𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝𝐞𝐫𝐚 𝐎𝐛𝐫𝐚 𝐃𝐞 𝐀𝐫𝐭𝐞

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Nadia

En ese momento comprendí que no tenía opción, tendría sexo nuevamente con la misma desconocida, quise resistir, pero estaba muy débil emocionalmente para eso, necesitaba dejarme llevar. No me atrevía a abrir los ojos, solo sentía el calor de su entrepierna en mi rostro, necesitaba que me recordara como se puede llegar a estremecer la piel, como se añora la rudeza de unas delicadas manos, como expresar pasión y sensualidad sin palabras...

Lamió mi cuello lentamente, aun con su mano sujetando mi cabeza en aquella posición, mantenía mis ojos cerrados, moría porque me hiciera suya, no seas cruel y quítame estas ganas que tengo. No se si pueda soportar mucho así...

Levantó mi mirada haciéndome verla a los ojos, creo que descubrió mi debilidad, sus ojos, esos bellos ojos que me traían loca desde hace semanas, su mirada es tan profunda que me asusta, despacio acercó nuestros labios besándome apasionadamente, ya está, me rindo, puede hacerme lo que quiera. Correspondí al instante, me había acostumbrado a su ritmo, despacio pero intenso, estaba fascinada, se suponía que la interrogaría, esto no debía pasar.

Dejé a un lado mi timidez para alzar su vestido, lo que pasa aquí es algo irónico, estamos en la habitación de una galería de arte, pero de toda la exposición, la verdadera obra de arte es ella.

¿Esta mujer no usa ropa interior?, al levantar el vestido noté que no llevaba nada debajo, respiré hondo, y algo apenada lamí su entrepierna, escuché un jadeo de su parte, así que acerqué más mi rostro y lamí nuevamente, esta vez profundizando más, movió su cabeza ligeramente hacia atrás mientras soltaba una pequeña risa. Esta mujer es preciosa en todos los sentidos.

Movía mi lengua lentamente con movimientos lineales y circulares, cada sensación y sonido era una maravilla, sumergió mi cara completamente en ella, seguí con movimientos que iniciaron de forma suave y se fueron intensificando poco a poco, había pasado a besar sus labios vorazmente, su cuerpo se estremecía a medida que aceleraba el ritmo, cada movimiento que realicé lo hice con deseo, quería escucharla gemir, quería hacerla sentir como la Diosa que es, así que digamos que me esmeré...

Su respiración agitada se volvió gemidos, y entonces tuvo un orgasmo, su voz fina y suave al gemir me daba ternura, eran tantos sentimientos intensos que me descolocaban, parecía ser tan dulce, casi olvido que es una sádica acosadora.

Mientras se calmaba, con mis manos dentro del vestido subí hasta sus senos para frotarlos y acariciarlos, me puse de pie y comencé a dejar besos alrededor de su cuello, envolvió sus piernas alrededor de mi torso y tomó mi mentón con fuerza para hacerme verla directamente a los ojos. 

-Ve al sillón, ahora...

Dijo en un tono firme señalándome aquel sillón, inmediatamente ejecuté su orden, me senté nerviosa, el sillón era grande y cómodo, ¿Qué va a pasar ahora?, Dios mío, estoy aterrada...

Se acercó y me empujó en el sofá haciendo que quedara semi acostada, colocó sus piernas entre las mías uniendo nuestras intimidades, rozando nuestros clítoris con movimientos bruscos pero lentos, sus manos estaban apretando mis senos con fuerza, estaba tan excitada y entregada, que los impulsos del placer me llevaron al orgasmo.

No se detuvo, a pesar de que mi cuerpo arqueaba y mis piernas temblaban continuó, su rostro que antes solía estar inexpresivo mostraba deseo y excitación, creo que estoy enamorada de su mirada, maldita sea, cómo me pone esa mujer... Tuve un segundo orgasmo, mi cuerpo arqueaba nuevamente y a penas podía mantener los ojos abiertos, los gemidos no cesaban, ya no podía controlarlos, estaba asustada, sentía que no iba a aguantar más, pero ella siguió, era demasiado para mí, intenté detenerla pero no pude, quise moverme de allí pero era imposible, es demasiado.

Entonces comenzó a dar saltos, lo siguiente después de eso fue el orgasmo de mi vida, mis piernas se cerraron automáticamente, a esto le siguió un fuerte gemido, todo mi cuerpo temblaba y arqueaba, no podía hablar, o siquiera abrir los ojos, era como electricidad por todo mi cuerpo, sentía pulsaciones en mi entrepierna, oh por Dios, fue una mágica sensación.

Despacio separó nuestras piernas y se colocó encima de mí abrazándome con fuerza, me aferre a ella mientras calmaba mi respiración, la acariciaba con desesperación, mi cuerpo estaba realmente relajada, su olor era tan reconfortante, me sentía completa, como si el vacío se hubiese llenado.

Durante unos minutos solo me acariciaba en silencio, su piel suave estaba erizada y su cara un poco roja, analizaba cada detalle de su rostro, con el fin de memorizarlo para siempre...

Se levantó, se vistió, tomó asiento en la mesa, cruzó sus piernas y me miró de lado.

-¿Qué quieres preguntar? 

Dijo repentinamente como si nada hubiese pasado.

Tengo tantas preguntas que hacerle, tanto que preguntarle, pero nada me sale, es como si no pudiese pensar en nada más que ella sobre mí.

-Sabía que iba a desgastarte, nos reuniremos nuevamente, aunque si quieres respuestas debe ser en otros términos... 

Dijo saliendo de aquel lugar con una sonrisa coqueta, es la primera vez que la veo sonreír, esa sonrisa tan relajada y hermosa.

 Pero ahora que no estoy bajo la influencia de esa mujer, tengo que reconocer que soy una tonta, excelente Nadia, llegaste con dudas, ahora regresas con más... Aunque soy inocente en este caso, el único error que cometí fue ceder ante ella.

Adan va a matarme cuando sepa que no tengo nada, necesito encontrar alguna excusa creíble, ¿Qué le diré entonces?, nunca sales de una Nadia, al menos ya Tea no me da miedo, puede que al principio tenía mis dudas, pero parece que no mataría ni una mosca.

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Llegué a casa antes de que acabase la exposición, no podía quedarme ahí, tuve suerte de no encontrarme a Adan, no sabría qué decirle. Subí a mi habitación, cerré la puerta y me tiré en la cama para pensar en todo lo que había pasado, ahora lo veo muy obvio, pero antes no consideraba que Tea es Camille, es que se ve tan callada, inexpresiva, culta, tierna, sino lo hubiese comprobado yo misma, creería que es mentira.

Ahora tengo que pensar en un plan para averiguar sobre el trato de los De la Cruz con la policía, sin que Adan se entere, entonces vino a mi cabeza la persona correcta para el trabajo, Martin.

Martin puede que este muy confabulado con Adan, pero sería el unico que podria ayudarme a descubrirlo, además, es mi guardaespaldas, no el de Adan, que Nate se encargue (Nate es el guardaespaldas de Adan). 

Pero tengo mucho sueño, eso es algo nuevo, no necesito los medicamentos para dormir esta noche, eso es señal de que mañana será un grandioso dia.

El problema es que ella sigue en mi cabeza, ¿Por qué yo?, ¿Por qué el nombre de Tea?, ¿Qué sientes por mí?, ¿Esto es real?, ¿Qué quieres de mí?, ¿Quién eres verdaderamente Camille?... ¿Podré volver a tocarte de esa forma alguna vez?

Cadenas De Perdición (Girl x Girl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora