Clarke
Esto no era bueno.
Lexa casi me besó.
Su mano casi tocó mi culo. Ella estaba dura.
Pude sentir su erección contra mí.
No debería haber ocurrido, y sin embargo, no podía apagar mi cuerpo esta noche, no podía dejar de pensar en ella, no podía dejar de preguntarme qué habría pasado si Aden no hubiera entrado en la cocina.
Nunca guardé alguna foto de Bellamy. Era demasiado doloroso mirarlo. Sin embargo, guardé una foto de mi difunto esposo en mi cajón de la mesita de noche. A veces, la sacaba y lo miraba cuando sentía que necesitaba su guía para pasar un día particularmente duro. Esta noche, saqué la foto por una razón completamente diferente. Era por culpa, porque sabía sin sombra de duda que por primera vez desde la muerte de Bellamy, me hallaba realmente desarrollando sentimientos por otra persona. Empezaba a seguir adelante.
El único problema era que simplemente no podía seguir adelante con Lexa. Sus planes eran regresar al Reino Unido, y por lo tanto un futuro con ella no era una opción. A pesar de que ella y yo nunca lo hablamos, Raven también me dijo que no quería hijos. Mientras que ella era fantástica con Aden, existía una diferencia grande entre desarrollar una amistad con un niño y a estar de forma permanente en su vida. Cualquier persona con la que tarde o temprano terminara tendría que aceptar el papel.
Existían muchas razones por las que no éramos una buena pareja. Así que, esta atracción tendría que ser ignorada para mi bienestar general. Mientras me acostaba en la cama tratando de hacer precisamente eso, el impulso de masturbarme por los recuerdos de Lexa leyendo mi novela reemplazó mis buenas intenciones.
Lista para hacer justo eso, me levanté para apagar la luz cuando noté un trozo de papel doblado por mi puerta.
Inclinándome, lo recogí y comencé a leerlo. Era lo último que esperaba.
Querida Clarke,
Es poco probable que alguna vez tenga el coraje de decirte esto a la cara. No sientas que debes agradecer esta nota la próxima vez que nos veamos, tampoco. De hecho, preferiría que no lo hicieras. Prometo hacerme la tonta. Te conozco, y lo que voy a decir sería incómodo para que lo habláramos cara a cara.
Así que, aquí va.
Somos totalmente malas la una para la otra. Las dos lo sabemos. Probablemente eres la última mujer en la Tierra que debería querer y viceversa. Eres la madre adecuada con una buena cabeza sobre sus hombros, que siempre tendrá que poner a su hijo primero. Lo entiendo completamente. Sólo soy la residente despreocupada y atrevida que pasa por la ciudad y que vive temporalmente en tu casa.
Pero, aquí está la cosa... lo que dicen acerca de querer lo que no se puede tener es aparentemente cierto. Por alguna jodida razón, no puedo dejar de pensar en ti de manera muy inapropiada.
Te deseo.
Malo como puede ser... más específicamente, quiero hacerte venir. Duro. Quiero que te pierdas en mí, y quiero oírte decir mi nombre una y otra vez mientras follamos. Me pongo dura sólo imaginando lo que sentirías, dado que no has estado con alguien durante tanto tiempo.
Y estos pensamientos me están volviendo loca. He dejado de fantasear con alguien más y tampoco me he interesado en ver a nadie.
La única razón por la que estoy incluso admitiendo todo esto ahora mismo es porque no creo que sea unilateral. Noto tus ojos cuando me miras también. Probablemente no crees que puedo ver la necesidad escrita en tu cara tan clara como los días de la semana en tus bragas... pero puedo. Tal vez lo reconozco tan fácilmente porque me siento exactamente de la misma manera. Y, por más grosera que parezca cuando estamos bromeando sobre el sexo, mi atracción por ti no es una broma.
ESTÁS LEYENDO
Need you (Clexa AU Gip)
FanfictionQuerida Clarke: Estoy escribiendo esta carta porque es muy improbable que alguna vez consiga el coraje para decirte esto a la cara. Asi que, aqui va. No estamos hechas la una para la otra. Eres la madre soltera perfecta con la cabeza bien puesta sob...