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Estaba terminando de prepararme para el evento, sabía que sería una gran noche. Debíamos seguir un dress code, básicamente debíamos ir vestidos completamente de negro, por lo que el día anterior aproveché para comprar un hermoso vestido negro, el torso daba un efecto corset, tenía una falta tipo A corta que daba una estética como de bailarina de ballet y unos guantes largos. Bill me aconsejó que llevara un pequeño bolso negro que tenía algunas piedras de fantasía incrustadas y unos aretes de diamantes que tenía guardados desde hace años, habían sido un regalo de mi abuela. Y por supuesto, unos tacones negros, hacían ver mis piernas largas. Amaba verme frente al espejo.

-Mega, te estamos esperando- Gustav entró a mi habitación, sonrió al verme- Te ves muy linda.

-Muchas gracias Gustav- le dí un abrazo- Mírate, te ves mejor que nunca.

-Muchas gracias, Meg- era la primera vez que me llamaba así, por lo que volví a abrazarlo- ¿Estás lista? ya todos estamos abajo.

-Creo que sí- tomé mi bolso y revise todo lo que había adentro- Si, ya estoy lista.

Salimos de mi cuarto, comenzamos a bajar las escaleras, mientras tanto Gustav me dijo que se sentía feliz por saber que le haríamos una fiesta de cumpleaños. Amaba verlo tan feliz, era tan tierno.

-Vamonos- bajé completamente las escaleras. No podía parar de sonreír.

-Megan, te ves muy linda- Dijo mi hermano, caminó hasta quedar a mi lado y me dió un beso en la frente.

-Seguiste mi consejo- Bill sonrió- Ser estilista será mi segundo trabajo.

-Tienes un gran sentido de la moda- asentí con la cabeza.

-Megan, te ves tan irreal- Tom se acercó a mí y me tomó por la cintura-Eres muy hermosa- me dió un pequeño beso.

-Te amo- besé su mejilla- Eres tan lindo que te escribiría una canción ahora mismo.

-Eso me haría muy feliz, linda- volvió a besarme.

-Bueno, vámonos- Gustav miró su reloj- No podemos llegar tarde.

Salimos de la casa, me sorprendí al ver una camioneta negra estacionada justo en frente de la puerta.

-¿Y esto?- preguntó Tom.

-es Lisa, irá con nosotros- respondió mi hermano más sonriente que nunca, se apresuró a llegar lo antes posible a la camioneta y sentarse en el asiento del copiloto.

-Gustav, solo quedamos tú y yo consientes- Bill chocó la mano de Gustav.

Llegamos al auto y saludamos a Lisa, estaba muy feliz de verla, se había ganado mi cariño.
Tardamos alrededor de 30 minutos en llegar al lugar de la fiesta, era una recepción enorme y desde afuera se podía ver lo perfecto que era todo. Observé a las personas a mi alrededor mientras bajaba de la camioneta, todos se veían sumamente elegantes, pero tenían una esencia es su personalidad que irradiaba diversión.

Tomé la mano de Tom para entrar juntos al lugar. Lisa nos iba guiando hacia la que sería nuestra mesa.

-Aquí es chicos, tomen asiento- Lisa fue la primera en sentarse.

-Esta vez no habrá riesgo de encontrarnos a nadie que no sea de nuestro agrado, verdad- Bill arqueó una de sus cejas y miró a Lisa.

-Claro que no, revisé la lista de invitados y está todo bien- pude notar cómo su mirada se desviaba hacia mí hermano, quién estaba sentado al lado de Bill.

-Ya oyeron- advirtió Gustav- Nada de peleas hoy, estoy seguro de que habrá mucha prensa hoy.

-Gustav tiene razón- Respondí mientras miraba fijamente a Tom.

-Tranquila, linda- acarició mi muslo- Esta noche será perfecta.

Estuvimos hablando entre nosotros, mientras tanto se nos acercaron muchas personas para decirnos lo mucho que les gustaba nuestra música y uno que otro para pedirnos fotos. Era impresionante ver cómo personas mucho más famosas que nosotros decían admirarnos.

Llegó la hora de la cena, todo el mundo estaba sentado en su respectivo lugar. Mientas cenabamos uno de los presentadores del evento nos anunció, dijo el nombre de cada uno de nosotros; sentí ganas de llorar al escuchar a todos en el lugar aplaudiendonos.

-Meg, ven conmigo- Mi hermano se levantó de su asiento y caminó hacia la barra de tragos, me levanté y fui tras de él.

-¿Qué pasa?- le miré con confusión.

-Quiero besar a Lisa esta noche- se quedó mirando al suelo, se veía pensativo- En la última fiesta estuve a punto de hacerlo, pero la pelea de Tom con el fotógrafo ese me interrumpió.

-Georg, hazlo- acaricié su hombro- Sé que también le gustas a ella y las cosas entre ustedes se van a dar, ya verás.

-¿Debería invitarla a casa?

-Dios...- suspiré- No Georg, lo mejor es que poco a poco empiecen a salir y si las cosas salen bien formalicen algo. No tengan sexo solo porque sí.

-Claro... igual que tú- dijo en tono burlón.

-Bueno, no soy el mejor ejemplo de esto- me encogí de hombros- Al menos tómate el tiempo de conocerla bien y el resto es tú problema.

-Lo haré- chocó mi mano y regresamos a la mesa.

En la mesa solo quedaban Tom y Lisa, quienes estaban conversando. Miré a mi alrededor y observé a Gustav hablando con un grupo de personas y a Bill sentado en otra mesa hablando con una chica.

Tan pronto cómo llegué a la mesa ambos dejaron de hablar, se generó una extraña tensión, que si bien lo llegaba a ser incómoda si era bastante notoria.

-Hola, linda- me abrazó por los hombros, le dí un beso en la mejilla.

-Hola, amor- sonreí y volví a besarlo. Era adicta a darle besos todo el tiempo, no sé que me había hecho ese hombre pero estaba más enamorada que nunca.

-Ya casi es media noche, en treinta minutos nos vamos- comenzó a jugar con mis manos, siempre que hacía eso me recordaba a un niño pequeño.

-Dime que vamos a hacer, por favor.

-No puedo, linda- negó con la cabeza- es una sorpresa.

-No me gustan las sorpresas- rodé los ojos.

-Sé que esta te va a encantar, confía en mí- beso mi mejilla.

Estuvimos un rato más hablando, cuando me dí la vuelta ví que en la mesa solo quedabamos Tom y yo, busqué con la mirada a mi hermano por todo el lugar pero no lo encontré.

-Buenas noches, chicos- Kathe se sentó junto a nosotros.

-Hola, Kathe - dijimos al unísono.

-Megan, me gustaría saber que has pensado sobre ser embajadora de Adidas.

-Katherine, estamos a punto de irnos- el tono de voz de Tom era fuerte, cómo siempre cuando se trataba de Kathe.

-Lo sé Tom, disculpame por interrumpirlos- dejó de hablar por varios segundos- Desde que saliste del estudio han estado preguntando, dime qué piensas.

-Kathe, en Nike ofrecen mucho más dinero, me parece mucho mejor.

-¿Estás segura? no hemos profundizado en lo que sería tu contrato.

-Kathe, disfruta de la noche- señalé el lugar con mi mano y luego me levanté de mi lugar- Solo te digo que no trabajaré en Adidas, prefiero ahorrarme los problemas.

-Megan, piénsalo bien y el viernes antes de la fiesta de Gustav hablaremos de esto- se levantó, Tom hizo lo mismo- Iré a distraerme un poco, espero disfruten su noche... Lindos collares, por cierto- nos regaló una sonrisa y luego se fue. Nos miramos entre nosotros y reímos ante su comentario.

-Linda, es hora de irnos- Tomó mi mano, me sonrió y comenzamos a caminar hacia la salida. Me sentía muy emocionada, quería saber que tenía preparado de una vez por todas.

.-.-.

Ahora sí viene lo que todas esperan.

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𝘼𝘿𝘿𝙄𝘾𝙏𝙄𝙊𝙉𝙎 | 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora