Esta es la historia de un gato hechicero que consiguió sus poderes mediante un error en una máquina del tiempo que hizo que Kylo se volviese mago. Desde ese entonces roba pero las cosas le salieron mal cuando robó a un presidente corrupto
Allí estaba esperando el gordinflón Ronald Trompeta con un rifle en la mano.
- ¿Qué hace un gato aquí?
- ¡¡¡MEEEEAAAAWWWWW!!! - dijo furioso Kylo
Kylo dio un salto y lanzó a B.O.B. a la ventana, este lanzó una bomba que hizo romper el cristal. Los dos entraron y se quedaron quietos mirando seriamente hacia el presidente corrupto que había causado tanto alboroto en Kepo.
- Qué gato más monooo - dijo con voz aguda Ronald viendo al felino con una cara estúpida
- ¡¡¡MEOW!!! - maulló rabioso Kylo
Kylo dio un salto felino y fuerte hacia Ronald. El presidente, sin moverse de la silla, instintivamente empezó a disparar al gato mientras el gato escupía fuego con rabia al presidente. Este fuego era más grande y poderoso que todos los demás que había hecho Kylo Las balas se frenaban en las llamas y caían al suelo brillando por el calor, haciendo un sonido de una sartén caliente.
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- ¡¡¡¿Cómo?!!! - exclamó el presidente
Kylo corrió hacia Ronald y le dio una patada con las dos piernas que hizo que lo mandase al final de la sala gracias a las ruedas de la silla de oficina. B.O.B. le lanzó un puñado de sus granadas que explotaron al tocar al presi.
La ventana que estaba a espaldas de Ronald se rompió. Ronald salió disparado.
Kylo satisfecho y sabiendo que ya lo había mandado al otro barrio, se dio la vuelta y anduvo tranquilo hacia la ventana rota por donde había entrado. Cuando estaba a un paso de saltar para irse a celebrar la muerte del presidente, robando sushi y escuchando música electrónica, escuchó unas hélices de helicóptero atrás suyo muy cerca. Se dio la vuelta y vio al presidente montado en uno. Mientras uno de sus soldados conducía, Ronald disparaba con una "minigun" que le costaba sostener.
Cuando Kylo vio su muerte asegurada por esas balas, rápidamente B.O.B. se puso en medio recibiendo la mayoría, Kylo recibió alguna en el pie u otras le rozaron, pero sin duda el que más daño obtuvo fue B.O.B. Kylo vio a su amigo despedazarse como si fuese a camara lenta. Le costaba creer lo que estaba viviendo, su robótico amigo estaba siendo asesinado por un gordinflón hombre rubio que había causado un tremendo caos en su propia ciudad por un robo.
Kylo sintió una ira que nunca había sentido, una ira mucho más grande que las que había tenido nunca, una ira fusionada con la tristeza por la pérdida de un buen amigo, una ira que hizo multiplicar las ganas... ¡¡¡de matar a ese estúpido presidente!!!
La ira le pasaba por todas sus venas y tensaba su cuerpo. Mágicamente, a Kylo le salieron dos alas demoniacas en su espalda. Sus ojos se hicieron una pequeña línea y sus colmillos se afilaron. Sin pensarlo dos veces, el furioso gato se abalanzó a la cara de Ronald, ya no solo quería acabar con este caos sin sentido, ahora también era algo personal.
¡¡¡¿Pero bueno y este gato?!!! - gritó Ronald asustado y desorientado
Kylo arrancó el arma a Ronald con un ala y fue a morder directamente a la cabeza del presidente, pero este se resistía. Entonces le escupió fuego, pero Ronald se tapó con su brazo. Al quemarle el brazo fuertemente se pudo ver que debajo de la piel tenía un brazo de metal robótico.
Jajaja ¡esto es el futuro! La brujería no funciona - Ronald lanzó al gato hacia las hélices y se le cortaron las alas.
¡¡¡MIAAAAW!!! - gimió de dolor Kylo
Entonces rápidamente el gato se subió al helicóptero y le hizo a Ronald una simple zancadilla, pero no funcionó debido a su pesado cuerpo, por lo tanto, saltó hacia su cara y siendo invisible le empezó a arañar haciéndolo retroceder poco a poco hasta que se cayó del helicóptero. En la caída, Ronald intentó hacer todo lo posible para acabar con el molesto gato, pero no pudo porque el gato no dejó de escupirle fuego y arañarle hasta llegar al suelo.
Al caer al suelo, el cuerpo de Ronald Trampas se encontró muerto por una caída de casi 300 metros, sin embargo, también tenía quemaduras graves en cara y brazo izquierdo, además de arañazos, que parecen ser de un gato en toda la cabeza. El último aliento del presidente al caer fueron las tristes palabras: "Quiero mi osito panda..."
Kylo se fue de aquel encuentro con un amigo y un enemigo menos, pero había ganado heridas en la espalda y golpes y moratones en todo el cuerpo, además de u na preciada experiencia.
Ahora Kylo no sabía donde ir, estaba triste, lo que debería hacer es mantenerse ocultado de la sociedad o disfrazarse y vivir solo. De momento se paseaba por las lluviosas calles observando las calles ensangrentadas y polvorientas, donde antes había plantas y luces de neón que iluminaban la ciudad. Una voz conocida de Kylo se oyó a lo lejos...
