Capítulo 14

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-¿Crees que ya estoy satisfecho?
-le pregunte mientras cogía su
pene y lo introducía en mi entrada nuevamente.

Apreté mis labios tratando de
reprimir el dolor, en esta posición
su pene llegaba más profundo en
mí.

Podía sentir mi paredes presionar a su pene que estaba sin condón.

-Muévete- pidió el castaño.

Me acerque a él y toque su nariz
con la mía, moví mi caderas con
dificultad y comencé a subir a
bajar.

- Nunca pensé que tener  un
pene en mi culo iba a sentirse tan
bien ¡AH!– dije con dificultad
mientras pequeños jadeos y
gemidos se escapaban de mi boca.

Ari coloco una de sus manos en
cintura ayudándome a subir y
a bajar, su otra mano comenzó
a juguetear y tocar con malicia mi
miembro.

Me moví con más rapidez, sentía
que estaba llegando al clímax,
apreté aquellos pectorales duros
de su pecho intentado no perder el ritmo a las penetraciones.

Este comenzó a besar y morder
mi cuelloy pezones haciéndome
enloquecer.

No lo pude evitar, acelere mis movimientos y sin previo  aviso
un orgasmo golpeo mi cuerpo.

Este se siguió moviendo en mí por
unos minutos más hasta que se
corrió en mi interior.

-Eso fue..genial-susurre antes
recostarme en su pecho aun con su pene en mi interior.

Estaba recuperando la respiración, nuestros cuerpos estaban sudorosos y llenos de semen.

Había tenido sexo con Ari Coronel
y en lo único que pensaba era en
repetir.

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Abrí los ojos y me sorprendí al ver que no estaba durmiendo en mi cama, todos los recuerdos vinieron rápidamente a mi mente.

Me sonroje, el dolor en mi cuerpo
era prueba de no era un sueño
y el hecho de estar desnudo con
un castaño a mi lado también era
prueba.

Me acerque a su cuerpo, su cabello castaño estaba despeinado, su rostro se veía tranquilo y su cuerpo
malditamente sexy.

Me levante con dificultad de la
cama y casi me da algo cuando
siento algo pegajoso caer por mis
piernas.

-Semen-susurre con vergüenza
para mí mismo.

¡MIERDA! Mi madre me va matar,
tengo que ir a la casa antes de que
me castigue de por vida.

-Vuelve a la cama- dijo Ari
somnoliento.

Toque mi cuello con nerviosismo
antes de voltear a verlo, estaba
totalmente desnudo y expuesto.

-Tengo que ir a mi casa- dije sin
mirarlo.

No podía ver aquello ojos verdes,
sentía que mi cuerpo ardía
y la excitación volvía junto
con la timidez que no suele
acompañarme.

-Quédate-pidió.

Mire aquellos ojos verdes y sin
poder evitarlo me volví a subir a la cama.

- Préstame tu celular para llamar
a mi madre y avisarle- no podía
decirle que no.

Este se levantó y busco su celular,
sin poder evitarlo observe su
trasero el cual se vea deseable.

-Deja de mírame el culo
-exclamo haciendo que me
avergonzara.

Aparte de inmediato la mirada
y le quite el celular que tenía en
la mano, marque el número de
mi madre y de inmediato esta
contestó.

-Mamá soy yo- dije
rápidamente.

°•Enamorado del castigo•° |Spartor|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora