°•Enamorado del castigo•° |Spartor|

Capítulo 54

Miguel

Aún podía sentir los espasmos en mi cuerpo, tenía frío aunque mi cuerpo estuviera cubierto de sábanas.. los recuerdos no dejan de aparecer en mi cabeza.

-Despertaste, llamaré a tus padres para...-lo interrumpí.

-¿Puedo hablar contigo?-mi voz sonaba rara.

Supongo que de tanto gritar.

-Si claro ¿Te sientes bien? Puedo llamar al doctor- me dijo preocupado.

Negué de inmediato.

– Físicamente estoy bien, sólo son heridas superficiales pero no puedo dejar de sentir miedo, cuando cierro los ojos recuerdo que mis ojos estaban vendado..recuerdo todo-mis manos sudaban y mi cuerpo temblaba.

Jacob de acercó a mí y sin que yo lo esperara me abrazo.

- Con todo lo que pasó te entiendo y me siento culpable por no protegerte- hizo una pausa.

No era su culpa, ninguno de los dos se esperó lo que pasó,yo aún no entendía tantas cosas.

- Tú no tienes la culpa, no me siento bien tengo miedo pero no quiero preocupar a mi papá porque la otra semana salen mis resultados de la universidad y con esto que pasó podría dañarse mis planes- dije.

Se alejó de mí pero no lo suficiente, agarró mi mano y le dio un pequeño beso.

-Respira, entiendo cómo te sientes yo tampoco quiero preocupar a Marco con mis problemas del pasado, hablaras cuando estés listo nadie te puede obligar. Estoy aquí contigo así como tú estuviste conmigo aquella noche,te apoyo en lo que decidas y estaré para escucharte aunque hables por horas-dijo justo lo que quería escuchar.

- Gracias enserio necesito a alguien justo ahora siento que me voy a volver loco- confesé

-Loco ya estás así que no creo que eso puede aumentar-se burló.

Sonreí y sin poder evitarlo mi mirada bajo a sus labios y la de él también bajo a los míos.

No sé en qué momento cambio el ambiente pero justo ahora nuestro cuerpo se estaba acercado, logré sentir el toque de sus labios pero nos separamos inmediato cuando la puerta se abrió. Mis padres habían entrado a la habitación.

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Una semana después..
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Ya tenía el sobre en mis manos, era un sobre pequeño y en las películas los pequeños son los de rechazo.

- Hijo, necesito hablar algo contigo - dijo mi madre.

Luego de todo lo que pasó mi padre no me ha dejado estar solo, cuando él no puede estar mi madre está conmigo, si madre tiene que irse a trabajar me quedo con la familia de Andrés aunque esto último era un poco incómodo por el casi beso que tuve con Jacob.

-¿Que paso?-pregunté mientras guardaba el sobre en mi bolsillo.

El novio de mi madre estaba en la sala viendo televisión,ese tipo es un mantenido, no importa lo mucho que intenté parecer bueno yo no puedo mirarlo de otra forma.

- Ana vino a verme ayer y me contó que tú te estabas metiéndote en medio de su relación.–no la deje terminar.

-¿Y le creíste?- cuestione.

-Tú siempre has estado obsesionado con Javier y ahora que ellos son novios es posible que quieras acabar eso- dijo.

Trate de respirar para tranquilizarme porque no quiero tener un arranque de irá, ya me he acostumbrado que está mujer le crea a todos menos a mí pero el hecho de que esa tipa venga a mi casa a hacerse la víctima cuando prácticamente me está haciendo la vida imposible.

Los insultos y bromas no se detienen, Andrés no ha ido a clases por su herida y Ari ha faltado para cuidarlo mientras a mí me toca aguantar todo solo, sé que todo lo ha hecho ella porque la forma en la que mira ahora demuestra que ya no me quiere ni un poquito..bueno supongo que nunca me quiso.

Si me aleje de Javier y no estoy en medio de nada ellos ¿Por qué ahora soy el blanco? ¿Acaso me vuelto una amenaza ahora para ella?

-Mira cree lo que quieras, no importa que diga yo sé que le vas a creer a ella-hice una pausa tratando de controlar el tono de mi voz- Me voy a la casa de Andrés mejor, enserio intento aguantarte pero no puedo-murmuré antes de irme de aquella casa.

Mis hermanos estaban jugando fútbol la parte delantera de la casa, ellos a diferencia de mi estaban felices con este intento de familia pero yo no, sólo quiero irme y olvidarme de todos los recuerdos que me atormenta cada noche.

Mi cuerpo y mi mente no olvidan lo que pasó, actuó como si estuviera bien, como si lo que pasó no me hubiese afectado pero realmente eso es lo único que tengo en mi cabeza.

Tal vez debería ver a un psicólogo.

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-Que bueno verte Miguel justo estaba hablando de ti, quiero hacer una torta de chocolate ¿Me enseñas?-dijo el señor Marco mientras me dejaba pasar a la casa.

Había momentos dónde envidiaba a Andrés, su madre es poco convencional si pero lo quiere demasiado y siempre lo apoya en cambio la mía nunca está cuando la necesito y siempre me ve como el malo de la historia.

–Con gusto, mi papá tiene una receta deliciosa-dije.

Jacob estaba en la sala con el computador escribiendo algo en su cuaderno, al parecer estaba en clase así que solo me sonrió antes de regresar a lo suyo.

Camine con el señor Marco hacia la cocina y me sorprendí al ver el desastre que tenía, él se esforzaba mucho para hacer las cosas bien y eso me parece muy tierno, en definitiva haría una hermosa pareja con la madre de Andrés.

- Déjame limpiar primero- dijo.

Asentí, comencé a ayudarlo, cuando estaba aquí me siento parte de algo.

– Hola cariño ¿Hoy no te tocaba quedarte con tu madre?-pregunto la madre de Andrés que al parecer tenía muchos papeles en su mano.

A Andrés le molesta que su madre sea cariñosa conmigo mientras a él lo trata un poco peculiar.

– Prefiero estar aquí- admití.

-Para nosotros es un gusto, ojalá Andrés fuera como tú,desde que salió del hospital ese castaño se ha encargado de mimarlo tanto que ahora no quiere salir de su casa- se quejó.

No pude evitar sonreír, aunque no lo dijera parecía que extrañaba a su hijo pero la entiendo porque Ari solo quiere a Andrés para él y se olvida que este tiene familia y amigos.

-Yo solo espero que no esté haciendo travesuras aún porque la herida de Andrés no sanará si es así- murmuró el tío Marco preocupado.

Esos dos juntos eran la sensualidad en vida dudo que solo estén agarrándose de la mano.

– Ahora que lo recuerdo, en dos días te debe llegar la carta de la universidad-interrumpí.

Saque la carta de mi bolsillo y se la entregué, ella dejo los papeles y la mesa.

-Llego ayer en la noche pero no me atrevo a abrirla–confesé

El tío Marco se acercó a mí y colocó su mano en mi hombro.

- Entres o no, nosotros te apoyaremos, eres muy inteligente y aplicado así que solo es cuestión de llamar algunos amigos y las solicitudes de universidades lloverán-me animó el tío Marco.

La madre de Andrés se acercó y desordeno mi cabello.

–Si Andrés todo pendejo entro a una universidad, tu sin esfuerzo lo harás, estoy segura que aquí dice que entraste-se burló la madre de Andrés.

No pude evitar reírme por eso, tenía el apoyo de mi padre y de ellos, eso es lo único que necesito.

-Bueno miremos de una vez- dije.

La señora asintió y comenzó a abrir el sobre, el rostro de decepción apareció lo cual me hizo perder mis ánimos.

-Estoy triste..-hizo una pausa dramática-– Porque sólo
te vamos a ver en vacaciones, te aceptaron- exclamó con emoción.

No pude evitar saltar de emoción, al fin algo me salía bien.