Capítulo 29

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Realmente fue una sorpresa cuando Miguel no fue por
una semana a clases, lo llame y le escribí muchas veces y nunca me contestó. Supe gue algo estaba realmente mal cuando note que Javier  y Ana comenzaron a tratarse diferentes.

En ese momento no lo dude mucho para ir a la casa
de mi amigo y encontrarme a este con ojeras y los ojos
hinchados.

- Te ves fatal- fue lo primero que dije.

Este me dejo entrar a su casa que estaba vacía lo cual se me hizo raro, este camino a su cuarto y se cubrió con sus sábanas, su cuarto era un desastre y él también.

Me contó todo lo que había pasado con Javier y Ana
incuyendo que sus padres se divorciaron, las lágrimas no dejaban de bajar por sus mejillas.

Me acerqué a mi amigo y lo abrace, deje que llorara todo lo que quisiera porque sabía que esa era la única forma de que sacará el dolor.

Ese día lo obligue a que comiera y que se diera un baño, no hablo mucho pero lo importante es que dejó de llorar, él me necesitaba y yo no lo iba a dejar sólo.

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Otra semana pasó rápido y con mucho esfuerzo logré que este regresará a clases porque no iba dejar todo tirado, no iba a darle el gusto a Ana de que destruyera a mí amigo, ella y Javier nunca lo merecieron.

Bloqueé el número de ese par y Miguel cambio de número para dejar de recibir lamadas y mensajes de esa parejita.

-¿Estás bien?-le pregunte por quinta vez a Miguel
cuando entramos al comedor.

Las clases habían logrado volverse incómodas hasta para mí, era la primera vez que Miguel  y yo nos sentamos lejos de la parejita esa, aunque eso no fue lo peor porque ese par no dejaba de mirar a mí amigo.

-Ya deja de preguntar eso- se quejó Miguel mientras nos sentamos en una mesa diferente a la que acostumbramos.

No había visto a Ari en la clase y eso me estresaba y
colocaba ansioso.

Nuestra relación extraña de amigos con derechos está
bien pero me estaba comenzando a molestar y hasta
doler el hecho de ver marcas de otras personas en su
cuerpo. Que cuando esté conmigo este escribiéndole a
otra persona y sobre todo que siga teniendo secretos.

- Solo me preocupo-murmuré antes de comenzar a
comer mi almuerzo.

Miguel me ayudaba a no pensar tanto en Ari, en este
tiempo el chico de cabello rizado había logrado ocupar un lugar importante en mi vida y no dejaré que más nadie lo haga sentir mal.

-Necesitamos hablar contigo-dijo Ana.

Me levanté dispuesto a decirle que se fueran por donde vinieron pero Miguel  me agarró del brazo.

- Deja que hablen - me pidió Miguel, me senté
nuevamente.

Javier y Ana se sentaron en la mesa, Miguel se veía
tranquilo, por primera vez note algo en su mirada
diferente.

-Nunca quise mentirte Miguel, en la fiesta de manillas
nos besamos y lo demás se dio sin darnos cuenta.

-Intenté detener todo pero no lo logre-comenzó a decir Ana.

Parecía muy sincera pero igual no me lograba convencer del todo porque después de todo ella supo desde el comienzo sobre los sentimientos que tenía Miguel  por Javier.

- Sé que estuvo mal ocultar que teníamos algo pero eres mi mejor amigo no quiero perder eso- pidió Javier.

Miguel suspiró y miro directamente a los ojos de Javier
de una forma diferente a lo que hace normalmente, en su mirada no había ese cariño que había antes.

- Nunca lo dije pero sé que fui evidente siempre, me
gustas demasiado desde el primer día que te vi- los
presentes en la mesa nos quedamos sorprendidos al
escuchar la confesión de Miguel- Supongo que no siempre tenemos lo que queremos pero bueno Ana tu siempre lo tienes- su tono reflejaba demasiada frialdad.

Miguel  no era así.

-No sabía..o siento si te di ideas equivocadas--dijo de
inmediato Javier.

Ana se había quedado sin palabras pero Miguel tenía
mucho que decir aún.

-No eliges de quién enamorarte pero si a quien olvidar-
comenzó a decir Miguel mientras cogía la manzana de
su comida-Le deseo lo mejor en su relación, de verdad-
exclamó.

Javier miro a Ana, estaban sorprendido al ver
que Miguel  no estaba destruido y llorando a mares, en
definitiva mi amigo ya había llorado lo que tenía que
Ilorar.

-¿Eso quiere decir que nos perdonas?-pregunto de
inmediato Ana.

Miguel  asintió lo cual hizo que la parejita se emocionará.

- No tengo porque tener rencor por ustedes-admitió
mientras se levantaba de la mesa y me miraba a mí.
Me levanté de la mesa y me coloque al lado de Miguel.

-Pero ya no puedo seguir siendo su amigo-dijo.

Los dos se quedaron sorprendidos al escuchar eso, al
parecer se esperaban que todo volviera a la normalidad después de su disculpa.

-No puedes hacer eso, somos mejores amigos ¿Enserio
vas a terminar todo por eso?-- exclamó Javier mientras se acercaba a Miguel.

El chico de cabello rizado no lo alejo y no bajo la mirada.

- Ya no somos mejores amigos, sigan con su vida y yo
seguiré con la mía-nunca había visto a Miguel tan seguro de algo-Ya se me quitó el apetito, vámonos Andrés - dijo este antes de morder la manzana que tenía en su mano.

En definitiva Miguel  ya no era el mismo y ese par se
encargó de eso.

Próximo capítulo: 19/12/2023

°•Enamorado del castigo•° |Spartor|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora