Capítulo 25

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Las semanas pasaron rápido,
ocurrieron varias cosas como el
cambió de actitud de Miguel porque aparentemente sus padres quieren divorciarse pero no se mucho del tema porque Ana me dijo que él no quería hablar de eso así que decidí intentarlo animarlo y no presionarlo a contarme, Javier  estaba también apoyando bastante a Miguel.

En el Instituto la foto de Tamara se convirtió el principal tema en los pasillos, la chica se veía realmente incomoda porque había personas que le decían cosas feas y aunque sus amigos la defendieran los insultos no se detenían.

Ana y Javier últimamente se
desaparecían así que me quedaba
con Miguel hablando, jugando
Parchis o nos acercábamos a Ari a
molestarlo.

Además en mi casa todo estaba
saliendo bien, Jacob se está
esforzando bastante con sus clases virtuales y el tío Marco lo apoyaba en todo lo que necesitara hasta ropa le ha comprado.

Decidió venirse a vivir en
definitiva con nosotros y coger su
apartamento como oficina, compro una cama sencilla para que la colocara en mi cuarto para que Jacob pudiera dormir más cómodo y el tío Marco se instaló en el cuarto de invitados.

Salí de mis pensamientos cuando
sentí que mis piernas temblaban
de tanto ejercicio que mi madre
nos estaba obligado a hacer a mí y
Jacob.

-Ya no aguanto más-me queje
mientras me acostaba en el suelo.

Mi cuerpo estaba todo sudado
y mis ganas de vivir se estaban
escapando.

–Yo menos- dijo Jacob mientras
se quitaba el cabello que se pegaba a su frente.

Mi madre había decidido que hacer ejercicio todos los días era una actividad en familia muy necesaria.

-Ustedes no aguantan nada-
se burló el tío Marco que seguía
haciendo abdominales.

Mi madre estaba haciendo
sentadillas así que decidí
levantarme del suelo y tirarme en
la espalda del pelirrojo.

-Llévame al cuarto- suplique
mientras me agarraba con fuera de su cuello.

Jacob había ganado peso lo cual era bueno porque estaba muy delgado cuando llego, mi madre siempre pedía comida extra en el domicilio para él que se note que no soy favorito de la familia.

-Te pesa el culo- se burló el
pelirrojo mientras comenzaba a
caminar conmigo en su espalda.

Este podía con mi peso sin
problema solo que no le gustaba.

- Ya quisieras tu tener mi culo-
dije orgulloso.

Llegamos a mi cuarto y este de
inmediato me dejo en mi cama.

-Extrañaba mi camita- dije
mientras me abrazaba a mi
almohada.

Seguro mañana me iba a doler
hasta caminar y todo por lo
arranques de mi madre.

Me levante mi camisa tocando
mi abdomen que ya estaba
comenzando a marcase se sentía
tan bien ver los resultados del
ejercicio aunque fueran muy poco notables.

–Voy a darme un baño-me aviso
Jacob mientras se quitaba la ropa
para dejarla en la ropa sucia.

Al principio me daba vergüenza
que este se desnudara enfrente
de mí pero luego ya se me hizo
normal, tiene un cuerpo de envidia a diferencia de mí.

Intente alcanzar mi celular para
molestar a Connor un rato pero
estaba tan lejos mi celular que me
dio flojera moverme para cogerlo.

En estos días en hablado mucho
con él, ese chico en definitiva sabía que decir para tenerte a tus pies, era encantador por mensajes no quiero pensar en persona como será, me conto ese día que nos conocimos estaba ahí porque su hermano estaba celebrando su
despedida de soltero, también me
dijo que es estudiante de medicina y le falta un año para graduarse y tiene 22 años.

Era agradable hablar con él aunque este se la pasaba ocupado porque ya comenzó las prácticas en un hospital y me daba pena molestarlo tanto, el siempre decía que no me preocupara que a él le gustaba pasar su tiempo hablando conmigo.

Muy diferente a Ari que siempre
se quejaba de mi por ser muy
preguntón y pegajoso, había notado que no le gustaba que estuviera de cariñoso con él cuando hay mucha gente a nuestro alrededor además de que todos los viernes venia esa chica de cabello negro a buscarlo.

-El agua está muy rica- exclamó
el pelirrojo al salir de baño con una toalla en su cintura.

Mi meta sin dudarlo era tener su
cuerpo, estaba un poco delgado
pero le sentaba bien estar así
además de las pecas que adornaban.

- Me duele mucho el cuerpo-me
queje mientras intentaba quitarme la camisa-Quítame la ropa-suplique sin energía.

Jacob se acercó a mí y me bajo mi
short deportivo sin dificultad.

-La camisa también– pedí sin
apartar mi mirada de sus ojos
azules.

Este se quejaba de que yo era un
flojo pero no se negaba antes mis
peticiones.

Se colocó encima de mí y comenzó a sacar mi camisa, levante mi cabeza y Jacob saco la camisa justo cuando la puerta de cuarto se abrió dejando ver a una figura familiar.

- Ari... ¿Qué haces aquí? -
pregunte sorprendido mientras
quitaba a Jacob de encima mío.

Yo estaba en bóxer y Jacob en
toalla, claramente se podía
malinterpretar la situación.

-Veo que te diviertes-murmuró
con malicia.

Yo negué de inmediato, Jacob y yo
nos tratamos como familia más
nada.

La mirada de Ari se dirigió a
donde estaba el pelirrojo y lo miro de arriba para abajo ferozmente.

-Yo me voy...a cambiar en el
cuarto de Marco-dijo Jacob
mientras cogía su ropa y salía del
cuarto dejándonos sólo.

Ari cerró la puerta con seguro y se acercó a mí, coloco sus manos en mi espalda desnuda y la comenzó a bajar hasta llegar a mi trasero.

-¿Te coges a otros ahora?-dijo
antes de apretar mi trasero.

Gemí ante su agarre, este levanto
mi cuerpo y yo de inmediato
coloque en mis piernas en su
cintura.

-No es lo que parece- intente
decir pero este comenzó a besar mi cuello.

Camino hacia mi escritorio y
me colocó sobre este, me miro
con aquellos ojos verdes que me
volvían loco.

Pego sus labios a los míos con
rudeza, lamiendo y mordiendo a su antojo, nunca me habían besado así parecía enojado.

Se separó de mis labios, bajo hasta mis bóxer lo cuales quito y tiro en el suelo.

- No estamos solos-le recordé al
ver que este tocaba con descaro mi erección.

Este ignoro mis palabras y sin
previo aviso se metió mi pene en
su boca haciéndome estremecer y
jadear de placer.

Próximo capítulo:21/11/2023

°•Enamorado del castigo•° |Spartor|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora