Capítulo 37

489 61 19
                                    

Estaba triste por lo que Miguel me había contado así
que sin pensarlo dos veces cogí un taxi y corrí hacia el
apartamento de Ari.

El es único que puede ponerme de mejor ánimo.

-¿Qué haces aquía estás hora?- pregunto este
aparentemente soñoliento.

Entre a su casa y camine hacia su cuarto, me tire en su
cama.

- Habla ¿Qué te pasa?- me ordenó Ari.

No quería hablar, no tenía fuerza no sé porque pero me siento triste de solo pensar que no veré a Miguel por 5 años.

-Abrázame-suplique.

Pensé que se iba a burlar de mí pero no lo hizo, se acostó a mi lado y rodeo mi cuerpo con sus brazos.

- Nunca te había visto así-susurró-¿Que paso?-
insistió en preguntar.

Me acerqué a su pecho y apreté su camisa en mi mano.

–Soy un egoísta, Miguel se inscribió a una universidad
lejos de aquí-por más que tratará de convencerme que
tenía que apoyarlo una parte de mí no quiere perder a mi amigo-Soy mala persona, no quiero que lo acepten parabque no se aleje de mi– estoy pensando solo en mí.

- No eres mala persona, yo he visto como lo apoyas
cuando él lo ha necesitado, es tu amigo es comprensible que no quieras que se aleje- dijo mientras acariciaba mi cabello.

Nunca me había sentido tan completo con alguien, Miguel ese chico que al principio me pareció aburrido se ha convertido en una parte importante.

- Me he mudado tantas veces, en cada escuela en la
que estudiaba estaba sólo porque no le agradaba a
nadie porque creían que me creía un sabelotodo-aún
recuerdo lo feo que se sintió cuando estaba más pequeño, nadie iba a mis cumpleaños- Siempre pensé que yo era el problema, cambie para hacer amigo pero ni así lo logré, me cansé de intentarlo y me aislé pero cuando llegue a este lugar todo cambio, te conocí a ti y a Miguel. No quiero perderlos- nunca había dicho esto en voz alta.

Ni me madre sabía lo que me tocó pasar, Miguel me enseñó que el problema nunca fui yo.

- Dejamos nuestra humanidad para ser aceptado en un
mundo lleno de prejuicios y estereotipos sin saber que sin ella, solo somos simples y ordinarios. Nunca cambies para complacer a alguien- hizo una pausa antes de continuar–Si Miguel se va a estudiar lejos de aquí no significa que tengan que dejar de ser amigos, puedes viajar a visitarlo en vacaciones o él venir, después de todo aquí está su familia-me recordó.

Lo sé pero no puedo dejar de sentir miedo a que me
olvidé.

- Tengo miedo de que encuentre nuevos amigos y se
olvide de mí- confesé.

- Deja de preocuparte de más- se burló Ari sin dejar
de acariciar mi cabello.

Tal vez estaba exagerando pero es porque realmente
tengo miedo de perder la amistad que tengo con Miguel.

--------------------------------------------------------------------------------

Abrí mis ojos y me sorprendí al darme cuenta que me
había quedado dormido en los brazos de Ari.

El castaño se veía tranquilo, acaricié el tatuaje que
adornaba su cuello y toque aquellos labios carnosos que tanto me gusta morder.

Intenté separarme de él cuando me di cuenta que ya era tarde y no le había avisado a mi madre que me quedaría dónde Ari.

- Duérmete- me ordeno.

Su agarre era mucho más fuerte, lo cual me hacía
imposible salir de sus brazos.

- Es tarde déjame avisarle a mi madre- pedí.

Este me dejó salir de sus brazos con cierta molestia, me
senté en la cama y saque mi celular de mi bolsillo para
marcarle a mi madre.

- Hola Andrés-me saludo Jacob del otro lado de la
lamada.

Mire nuevamente si había marcado bien el número de mi madre.

-¿Por qué contentas tú y no mi mamá?-le cuestione.

- Tu madre y Marcos están en una cena de negocios,
dejaron los celulares en casa-me explico el pelirrojo
-Si llamas para avisar que te quedarás con tu novio
déjame decirte que Miguel está aquí y ya le aviso atu
mamá-dijo.

A lo lejos pude escuchar la voz de mi amigo.

- Dile que no se deje dar tan duro que el lunes
comenzamos exámenes- alcancé a escuchar a Miguel.

Negué de inmediato, estos dos juntos era un verdadero
dolor de cabeza.

De solo pensar en no tener a Miguel en mis días me pone triste.

Me despedí de Jacob y le advertí que no peleará tanto con Miguel antes de colgar.

- Ven acá-me pidió Ari.

Sin dudar me acosté a su lado, me pegue a su cuerpo, sus brazos lograban rodear mi cintura.

-¿Puedes decirme que soy tu novio? - Pedí a lo que
este me miró confundido- Quiero sentir que eres mío,
eres mi novio– confesé con cierta vergüenza.

Ari se acercó a mi cuello y comenzó a dejar pequeňos
besos que lograban relajarme.

- Aunque a veces parece que no hubiera inocencia en ti, no dejas de sorprenderme en momentos así- susurró en mi oído sin detener sus caricias- Eres mi novio, sólo mío-sus palabras sutilmente me hicieron sentir demasiado feliz.

Acerqué mis labios a los suyos y le robe un pequeño beso.

- Me gusta escuchar la palabra novio en tu boca--
exclamé emocionado.

El castaño dejó un pequeño beso en mi frente.

- Vamos a dormir, estoy cansado- me pidió.

Me separé de él a lo que él me miró confundido.

-Tranquilo voy a buscar agua y luego regreso-aclare.

-No te demores- dijo.

Sonreí, me gusta mucho estar así con él.

Salí del cuarto y camine hacia la cocina a tomar un poco de agua.

Aproveche para dejarle un poco de agua a Mew también, estaba a punto de regresar al cuarto cuando vi que en la mesa había unos papeles, no aguante la curiosidad y me acerqué a mirar.

Loan, era el nombre que decía al comienzo de cada papel, no conocía al chico pero estoy seguro de que
se trata del ex de Ari.

¿Por qué necesitas todos estos papeles Ari?

Casi se me caen los papeles al ver un nombre muy
familiar escrito en el expediente de ese chico.
Klaus Saavedra, el nombre de mi padre.

¿Que tenía que ver él con ese chico?

Próximo capítulo:30/01/2024

°•Enamorado del castigo•° |Spartor|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora