⤿❀ Capítulo 23

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Un sentimiento forastero se apoderaba dentro de Jimin, no era un mal presentimiento, era solo desasosiego por pensar no solo en la incomodidad de Jungkook, sino también en la irritación o disgusto de los gemelos. No era justo que ellos tuvieran que soportar a una persona tan ofuscada como ese chico. Era tan lamentable.

A Jimin se le había hecho tan difícil conciliar el sueño después de lo que se había enterado, tal vez, y como siempre lo hacía, le estaba dando más vueltas a un asunto que realmente no lo requería, pero no podía dejar de preocuparse, no cuando estaba involucrado su novio y los gemelos.

Eran las nueve de la mañana, él aún dormía, el viento fresco entraba por la ventana abierta, se había prometido así mismo no dejarla abierta debido a los incidentes pasados con cierto chico, pero tenía la costumbre de dejarla de esa manera para que el frío de la madrugada se colara hacia su habitación, pero esta vez, quién estaba entrando minuciosamente por ella era Jungkook, como se le había hecho costumbre.

Bobby elevó su cabeza al sentir la presencia del chico, sus miradas conectaron y Jungkook le señaló con su dedo índice sobre sus labios que guardara silencio. El perro realmente no se mostraba interesado en hacer algún ruido, al contrario, volvió a su posición cómoda y segura para continuar durmiendo sobre su propia cama como el rey que era, porque era lo unico que le importaba.

Jungkook se inmiscuyó bajo las sábana color salmón donde yacía Jimin, durmiendo plácidamente, con su cabello todo alborotado y su labios formando un leve puchero.  El corazón del pelinegro se sintió cálido.

—Eres lo más hermoso que he visto.— susurró el chico acariciando con apacibilidad el rostro pulcro e inmaculado de su amando. Era la personificación de un ángel de luz.

Jimin fue abriendo poco a poco sus preciosos ojos, sintiéndose extraño por el repentino tacto desconocido en sus mejillas. Su vista se aclaró encontrándose con una mirada cargada de devoción y unos labios estirados mostrando una enorme sonrisa trasparente.

—¡Pero qué estás haciendo aquí!— al recuperar su conciencia se sentó de inmediato alejándose del cuerpo contrario. Su mirada reflejaba asombro, llevó una de sus manos tapando su boca recordando lo desaliñado que se encontraba siempre en las mañanas.

—Hago entregas de besos a domicilio.— dijo aún sin perder aquella sonrisa.— Te han enviado algunos.

Hizo ademán de acercarse más a Jimin pero este lo detuvo colocando su mano sobre el pecho fornido de este.

—No me he cepillado los dientes.— negó apenado.

—Entonces ve a cepillarte.

—No quiero.— entregándole una mirada fugaz se lanzó a la cama y se cubrió de pies a cabeza con su sábana dispuesto a seguir durmiendo. Estaba cansado por no descansar bien la noche anterior.— Déjame dormir~ dijo en un hilo de voz.

—Vamos, ve a cepillarte.— trató de quitar la sábana que lo cubría pero Jimin se rehusaba a salir de su escondite improvisado.— Tengo que hacer más entregas.— mencionó como todo un perillán tratando de ocultar su sonrisa malévola.

—¿Qué acabas de decir?— saliendo de su pequeña cueva encaró a su novio reflejando por medio de su ceño fruncido su descontento ante las palabras de Jungkook.

El adverso liberó una risita y decidió acariciar las hebras marrones notablemente alborotadas. Se veía tan precioso y cautivador. Desde que lo conoció, no ha existido un solo día en el que no se vea así de hermoso.

—Hay más personas esperando por su beso, ¿Sabes?— decidió jugar con él un poco.

—¿Y que esperas para ir y entregárselos?— la molestia se hizo notar.

Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora