lascivia | jenlisa

Capítulo 14

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— Así que vamos, háblame. ¿Qué pasa?

Lisa parpadeó rápidamente. Sinceramente, había pensado que estaba haciendo un buen trabajo actuando como si estuviera saboreando su trabajo. Lo último que quería era hacer sentir a una clienta que no había disfrutado de su tiempo juntas.

Al fin y al cabo, eso era por lo que le pagaban, algo seguro con una compañera entusiasta.

— No estoy segura de lo que quieres decir.

La mujer, Taeyeon, le dio una palmadita.

— Es sólo porque te conozco desde hace tanto tiempo. Esta noche pareces muy distante. Me doy cuenta de que algo va mal. ¿Cuántas veces has estado ahí para escucharme quejarme de mi vida? — Sonrió ampliamente. — Déjame corresponderte. Háblame.

Lisa se sonrojó y negó con la cabeza.

— Esta noche se trata de ti. Eres tú quien paga mi tiempo, no al revés.

— Así es, yo te pago. Así que si te sientes cómoda hablando conmigo, te digo que quiero escucharte — Taeyeon rodó sobre su costado, plantando el codo para poder apoyar la cabeza en la mano. — Vamos. Algo te preocupa.

Lisa exhaló. No era nada profesional llevar su vida personal al trabajo. Nunca lo había hecho, bueno, excepto con Jennie. Aunque había hecho de terapeuta con varias clientas, nunca había cruzado la línea cuando se trataba de revelar sus propios problemas.

La cuestión era que ya no estaba segura de que le importara ser profesional. Demonios, ni siquiera estaba segura de que le importara seguir siendo una acompañante.

— Conocí a alguien. — Lisa se llevó las rodillas al pecho y las rodeó con los brazos. — Es difícil no pensar en ella cuando estoy trabajando. — Hizo una mueca cuando se dio cuenta de cómo sonaba eso. — No te ofendas.

— No me ofendo — Los ojos de Taeyeon bailaron. — ¿Estás enamorada de ella?

— No lo sé, es difícil — Lisa logró una risa temblorosa. — Nunca había sentido esto por nadie, eso es seguro.

— Felicidades — Taeyeon parecía realmente contenta, aunque su sonrisa estaba teñida de tristeza. — ¿Significa eso que no volveré a verte?

Lisa no había planeado tomar una decisión en ese momento. Pensó que se iría a casa, sopesaría los pros y los contras y probablemente se convencería a sí misma de que no quería dejarlo. Pero en lugar de eso dijo: — No creo que lo haga. — Su corazón se aceleró con la enormidad de ese pensamiento. El trabajo sexual era lo único que conocía. No tenía ni idea de si podría tener éxito haciendo otra cosa. Pero por primera vez, se sintió dispuesta a intentarlo. — Lo siento.

— No voy a mentir y decir que no estoy decepcionada — Taeyeon se sentó y la abrazó con fuerza. — Pero me alegro por ti. Te mereces lo mejor.

— Gracias — Apretó suavemente a Taeyeon.

— ¿Cual es su nombre?

Lisa sonrió. — Jennie. — Sólo con decirlo se sintió empalagosa por dentro.

Taeyeon resopló, dándole una palmada en la espalda cuando rompió el abrazo.

— “Es difícil”, ¿eh? ¿Segura que no estás perdida por ella?

— Tal vez — Lisa levantó un hombro. — No hace mucho que la conozco.

— A veces no hace falta. Así fue con Tiffany… — Como siempre hacia cuando hablaba de su amante fallecida hacía cinco años, Taeyeon bajó la voz. Aunque Taeyeon nunca lo había admitido, Lisa sospechaba que pagaba por sus servicios porque ansiaba compañía pero sencillamente no creía que pudiera llegar a amar a otra mujer. Mientras supiera que las emociones no estaban sobre la mesa, Taeyeon podría satisfacer sus propias necesidades sin preocuparse por traicionar a la mujer que había perdido. — Después de media hora estaba perdidamente enamorada de ella.