lascivia | jenlisa

Capítulo 19

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Jennie no llamó ese fin de semana. Ni mandó mensajes. Cuando llegó el lunes por la tarde, Lisa estaba tan paralizada por extrañarla que no podía hacer otra cosa que sentarse en el sofá y mirar fijamente al televisor con el teléfono en la mano.

Su entrevista con Taeyeon era mañana por la mañana y debería estar haciendo algo productivo, pero sólo podía pensar en lo que significaba que Jennie aún no se hubiera puesto en contacto con ella.

Las cosas con Ruby debían seguir mal. Ruby había estado tan llena de ira aquella noche, su repulsión hacia Lisa era palpable y aterradora. Sabía que Ruby siempre era lo primero para Jennie, así que el hecho de que la odiara tanto hacía difícil imaginar un final feliz.

No creía que Jennie decidiera alejar a Ruby para poder mantener una relación con la trabajadora sexual que acababa de conocer. La devoción de Jennie por su hermana era una de las cosas que Lisa más amaba de ella, así que no podía culpar a Jennie por sus prioridades.

— Pero tiene dieciocho años. Y pronto vivirá su propia vida… — Lisa hablaba al teléfono que tenía en la mano, como si Jennie estuviera al otro lado. — ¿Qué te detiene entonces, Jen?

Su teléfono permaneció en silencio. Jennie no iba a llamar.

— Maldición. — Lisa lo dejó sobre el cojín del sofá y dejó caer la cabeza entre las manos. Le dolía separarse de Jennie. ¿No lo sentía Jennie también? — Obviamente no. — Dijo.

Normalmente se obligaba a esperar a que Jennie diera el primer paso. Esta noche no era tan fácil mantener la calma. Estaba nerviosa por lo de mañana y, aunque Jennie se había pasado el fin de semana dándole ánimos, lo que realmente quería era la tranquilidad de oír su voz.

Miró el televisor. Eran las diez en punto, cuando normalmente hablaban.

Sabiendo que podía estar cometiendo un error, marcó el número de Jennie y contuvo la respiración mientras sonaba el teléfono.

El corazón le latía con tanta fuerza que podía sentirlo retumbar en su pecho, y el estómago le dio un vuelco de expectación. Jennie descolgó justo cuando decidió que tendría que dejar un mensaje de voz.

— Hola.

Lisa se incorporó, tensa. Ahora que Jennie había contestado, casi deseaba no haber decidido llamar.

— Hola. Lo siento, no debería haber llamado así.

— No, no pasa nada.

Jennie hablaba casi susurrando, por lo que era difícil distinguir su tono. Lisa no estaba segura de si estaba contenta o disgustada por su decisión de llamar, lo que la confundió sobre cómo proceder, o incluso qué decir. Decidió mantenerse lo más neutral posible hasta que Jennie le diera más información.

— ¿Cómo estás?

Jennie suspiró. — Realmente te extraño — Hizo un pequeño ruido de tristeza y luego se calló.

Lisa sintió que Jennie se esforzaba por no decir nada más.

— Yo también te extraño. Supuse que llamarías cuando las cosas se hubieran calmado un poco, pero no puedo dejar de preocuparme por ti. — Por nosotras también, pero Lisa dejó esa parte sin decir. — Quería comprobar que estabas bien. — Vaciló. — Y que Ruby está bien.

— Ella todavía sigue enfadada — Jennie rió sin humor. — Al menos eso creo. Fue a su orientación el sábado por la mañana, no volvió hasta tarde y desde entonces ha estado fuera o encerrada en su habitación. No me ha dirigido la palabra, salvo para hacer comentarios sarcásticos.