Labyrinth. 𝄄 Joe Burrow.

26.

- No te arriesgaré, iré a casa en taxi. 

Antes de recibir alguna respuesta de Joe, colgué la llamada dejando el teléfono en su sitio, comenzaba a ver esto de diferente manera y la única culpable en todo era yo, quién le había propuesto los encuentros a escondidas, quién propuso tener una relación a escondidas. Todo había sido mi culpa y lo comenzaba a entender. 

Esperé tan sólo algunos minutos para poder obtener un taxi, estaba cerca de la casa de Joe, pero no quería volver caminando por la lluvia que parecía quedarse por todo el día, debido a la cercanía, el camino fue corto. No quería entrar a la casa, pero debía hacerlo, por qué Joe se merecía una explicación y no una novia que saliera corriendo cada que tuviera un berrinche. 

Abrí la puerta del auto y bajé, la lluvia había parado un poco, sólo que mi ropa y mi cabello había quedado demasiado mojado por el tiempo que había pasado bajo el agua.

Le pagué al taxi, de suerte en mis bolsillos llevaba dinero del día anterior, lo vi marcharse mientras trataba de unir ánimos y valor para entrar. No quería hacerle más daño a Joe del que probablemente ya le había causado en la mañana.

Me acerqué a la puerta y toqué suavemente, recibí respuesta un par de minutos después, Robin abrió.

- ¡Elisse, estás empapada! - Gritó ella tomándome de la mano para jalarme hacía dentro.- Quédate aquí, iré por ropa y toallas.

Subió enseguida dejándome en la sala con Jimmy y Joe, su padre me extendió una manta para que pudiera recibir un poco de calor.

- Puedes enfermarte, ¿te sientes bien? iré por el botiquín para revisarte la temperatura. 

Dijo también alarmado, siguiendo el paso de Robin subiendo las escaleras, para finalmente perderse en una de las habitaciones de arriba. Sólo quedábamos yo y Joe. Solos.

- ¿Por qué te fuiste así? - Preguntó Joe cruzándose de brazos.

Parecía molesto y no lo iba a juzgar, creo que estaba bien por qué la forma en qué yo había actuado no estaba bien.

- Lo lamento, no sé por qué esto me consumió, pero mi papá es la persona más especial para mí. Esto tomó el control de mí. 

- Pero debiste expresarlo, ¿no crees? No puedes salir corriendo de todo el problema que tengamos, Elisse.

Dijo pero fue interrumpido por sus padres que bajaron con las cosas que habían mencionado antes de desaparecer.

- Vendrás conmigo a la habitación, vamos, te ayudaré a cambiarte de ropa.

Ofreció Robin, a lo cuál me negué pero ella siguió insistiendo, fui arrastrada por ella prácticamente, me tomó de la mano y me llevó con ella hasta la recámara de Joe.

Dónde me dejó ir al baño para ducharme y poder cambiar la ropa mojada por algo nuevo, me entregó una camisa de Joe y un pantalón suyo, pero no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado. Joe tenía razón, no podía salir huyendo siempre que tuviéramos un problema. 

They see right through
Can you see right through me?

Terminé de ducharme y me vestí, salí de nuevo a la recámara dónde en lugar de Robin me esperaba Joe, me quedé en silencio cuando lo vi, pero él se rió apenas y me miro.

- ¿De qué te ríes? - Dije algo molesta.

- De qué tenía tanto tiempo sin verte con mi ropa puesta.

Rodeé los ojos riendo inevitablemente de su comentario, me acerqué a él para sentarme a su lado.

- Perdón.- Murmuré.

- Ya pasó, ahora tú necesitarás también de cuidados, no quiero que te enfermes. 

Paso su brazo por detrás de mi espalda y me abrazó, me recosté sobre su hombro y por un momento todo había desaparecido, éramos él y yo de nuevo. Cómo había sido desde que lo conocí aquella vez.

Y me hubiera quedado a su lado, sí no hubiera sido por el tono de llamada de su teléfono que interrumpió el momento.

- ¿Quién es? - Pregunté.

Vi cómo metió su mano a el bolsillo de su pantalón sacando su teléfono.

Alexandra.

Leí de su pantalla.

- ¿Quién es Alexa? - Volví a preguntar.

- Oh, es mi ex novia, de la secundaria. No tienes por qué ponerte celosa, mantenemos el contacto por amistad.

Se separó de mí para poder responder la llamada, aún que seguía a mi lado pero no podía escuchar nada de lo qué decía la voz femenina en su teléfono. 

Me levanté de la cama para buscar también mi teléfono, tenía una llamada perdida de mi padre, fue cuando un rayo de luz apareció por fin en mi vida. Abrí su mensaje y seguía tal y cómo la mañana, sólo había sido una llamada que lamentablemente no había podido responder.

Cuando me giré de vuelta y me di cuenta, Joe había dejado de hablar por teléfono, mirándome en cada movimiento que hacía.

- ¿Mantienes contacto con tú ex?

Pregunté parándome frente a él.

- Por qué es mi amiga. ¿No confías en mí? 

- Oh, por supuesto que lo hago. 

Ambos nos quedamos callados, Joe bajó la mirada y sólo suspiró, no quería que esto sobrepasará o comenzará a desconfiar sobre esto, sobre nosotros. Sólo quería que fuera mutuo, sí yo iba a dejar de actuar como una berrinchuda, entonces él también tendría que tener más confianza en mí.

Tomó otra vez su teléfono y vi cómo comenzaba a textear, no pude ver mucho más por qué su brillo estaba bajo. Sólo era mi ansiedad, ¿verdad?