Labyrinth. 𝄄 Joe Burrow.

42.

Para variar por fin hoy pienso en mí, aunque quiera tenerte
Pero no soy tan fuerte para superarte.

- ¿Qué? - Dijeron los tres en unísono. 

Para Elisse fue un golpe directo a su pecho, algo tan fuerte que le fue difícil asimilarlo. 

- Tienes aparentemente pocas semanas, no es nada raro que no presentarás algún síntoma, suelen aparecer hasta las 6 semanas.

Y fue entonces cuando todo tomó sentido en la cabeza de Elisse, sabía el nombre del padre de ese bebé, sabía en que noche había pasado y se lamentó demasiado que su hijo fuera producto de una "infidelidad"

Miro incrédula hacía el suelo y trató de abrir su boca para entonces hacer preguntas, recibió un fuerte abrazo de su mejor amiga mientras el doctor se distanciaba para hablar con su padre, él parecía estar triste pero también enojado, ¿decepcionado? podría ser.

- No estoy lista para tener un bebé, Kend, no estoy lista.- Dijo Elisse con los ojos llenos de lágrimas.

- Eli, nadie está listo para eso, nadie nace listo.- Respondió ella dándole consuelo, o más bien intentándolo mientras la sostenía con fuerza e intentaba calmarla, su llanto era desesperado y se sentía cómo si el mundo cayera sobre sus hombros.

Su padre abrió la cortina para entrar a dónde ellas estaban, no dijo nada, directamente se acercó y aprovechó que Kennedy soltó a su hija para regalarle un abrazo, la podía sentir estar rota y derrotada.

- Hija, sé sincera.- Se separó de ella y tomó sus manos dándole un ligero apretón.- ¿Ese niño es de Joe? 

Ella nunca dudaría de el padre de su bebé, era lo único que tenía claro. Ese bebé era de Joe y no había nadie más de quién pudiera sospechar, sólo se había entregado a él y a nadie más. Así que no había dudas, ese bebé era de Joe. 

Cuando ella asintió, Zac se maldijo internamente a él y también a su mariscal de campo, ahora lo odiaba mucho más.

- Es increíble que ese idiota haya embarazado a dos chicas. - Dijo él poniéndose de pie alejándose de la camilla.

- Papá, no soy una niña. Es responsabilidad de ambos, los dos fuimos culpables.- Exclamó Elisse.

- No importa encontrar culpables hoy, lo único importante es, Eli, ¿quieres tener al bebé? - Preguntó esta vez Kennedy.

Esa pregunta revolucionó todos los sentimientos de Elisse, estaban completamente encontrados. Tenía claro que no estaba lista para ser madre, pero ese bebé era la prueba de que alguna vez le perdió el miedo al amor, de que alguien la amo y existió un hombre que ella amará con su vida. Quería tener a ese bebé, quería al menos saber que había cumplido el sueño de aquella vez.

- Hija, ¿quieres tenerlo? - Se unió Zac a la pregunta, Elisse seguía en silencio.

Porque me aferro que no fue un final
Sino un alto en el cuento

(...)

- ¿Ella se quedará a dormir? - Dijo Robin abriendo la puerta de la casa a su hijo y ahora a su lamentable nueva compañera de vida.

Joe asintió a su pregunta, ella rodó los ojos y camino a la cocina. Alexa caminó hasta el sofá de la sala y tomó asiento ahí, hasta que el timbre volvió a sonar y Joe tuvo que abrir la puerta. 

Un hombre desconocido, Joe jamás lo había visto o al menos no lo recordaba.

- Buenas noches, ¿se encuentra Alexa? - Habló el extraño.

- Alexa, ¿llamaste a alguien?

La rubia se puso de pie en cuanto giro su cabeza y vio al hombre en la puerta, y sin dudarlo corrió hasta ellos.

- ¿Qué diablos haces aquí? 

- Vine por qué necesitamos hablar algo.

Joe se limitó a mirar a ambos confundido, estaba totalmente desconcertado sobre la nueva presencia en su casa.

- ¿Lo conoces? - Preguntó Joe.

- Hablaré con él afuera, es mi primo. ¿Verdad? - El desconocido asintió.

Joe se alejó y Alexa cerró la puerta para jalar del brazo a su amigo, hasta algún lugar de la entrada de la casa dónde no pudieran escucharlos.

- Te dije que no vinieras a mi casa.

- Creí que podía venir cuando quisiera.

- ¿Qué quieres?

El otro permaneció en silencio, sólo mantuvo una sonrisa en su rostro mientras caminaba hacía atrás, la rubia lo siguió.

- Alexander, habla ya.

- Dijiste que separarías a tu novio de Elisse, pero nunca que ella se conseguiría a alguien más. Era mi lugar.

Ella rodó los ojos.

- ¿Es todo? Lo demás era tuyo, no mío, olvídame.

Se dio la vuelta para entrar a la casa.

- ¿Podría olvidar a la madre de mi hijo?

Y es que no quiero ilusionarme
Porque yo sé cómo es la vida
Pero nunca supe cómo darte por perdida.

(...)

- ¿Quieres sentarte aquí? - Dijo Zac a su hija, Kennedy cerró la puerta cuando los tres entraron a la casa de la familia de Elisse. 

- Ahora tendremos que cuidarte el extra.- Musitó su mejor amiga, ganando una sonrisa de Elisse, forzada.

- No es necesario, puedo cuidarme yo. 

- Para nada, tenemos que cuidar al bebé que llevas ahí.- Interfirió Zac poniendo la mano sobre el vientre de su hija.

Ella aún seguía melancólica, probablemente esa emoción y sensación de tristeza nunca podría abandonar su cuerpo sabiendo que tendría que ser madre de un bebé, cuyo padre no volvería a ver ni en pintura.

Su teléfono comenzó a sonar, Kennedy corrió por el y después volvió a ella para entregársleo.

- Es Mac. - Chilló con emoción ella.- Eli, no me voy a meter, pero creo que sería bueno que le cuentes de ya sabes.

Señaló su vientre, después se fue en compañía de Zac hacía la cocina, querían darle un momento de privacidad a Elisse, al menos podría ser que Mac la ayudaría a no sentirse triste.

- ¿Bueno? - Respondió ella.

- Liss, te estaba mandando mensajes pero no me respondiste, me asusté, ¿estás bien? aprovecharé la bye week y te iré a visitar.

- No, Mac, no es necesario.

- Demasiado tarde, ya reservé el vuelo para mañana.

Ambos rieron, su risa se escuchó por a través del teléfono y fue como un tipo de curita sobre la herida de Elisse.

- Creo que sí seria bueno que me visites, quiero hablar contigo. Eres la única persona en la que confío y se que no me juzgarás. 

- Por supuesto, entonces, ¿nos vemos mañana?

- Claro.

Elisse escuchó la risa de Mac de ternura, era cómo un niño tratando de conquistar, le daba un poco de felicidad.

- Te quiero Elisse.

Ella definitivamente no esperaba eso, después de tanto daño sólo esperaba dolor en su vida, pero ¿eso? la hizo sonreír, tal vez podría ser que comenzaba a sentir algo por Mac.

- También te quiero Mac.

Así que enamórate de alguien más..