12.

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Elisse pov.

- La cena estuvo muy divertida, señora. Muchas gracias.

Agradecí dejando la servilleta sobre la mesa, nunca había tenido una cena tan divertida desde que tenía 14, las bromas de James, y de los padres de Joe hacía él eran divertidas. Me dolía el estómago de tanto reír por todo lo que decían, descubrí que la cena había sido planeada hace unas semanas solo para que yo pudiera conocer a la familia de Joe.

- No agradezcas, Elis, seremos familia después de todo.

Respondió Jimmy.

- Cuando gustes eres bienvenida, Elisse.

Añadió Robin.

- Mi padre debe estar buscándome como loco, creo que es hora de que me marche.

Cuando mire mi teléfono tenía casi 10 llamadas perdidas por su parte, eran casi las doce de la noche y era obvio que no me creería al decirle que estaba trabajando, tenía todo un mal presentimiento con todo esto. Con esta noche. 

Me despedí de la familia de Joe, su hermana fue bastante amable conmigo y se encargo de pedirme un taxi, así que ahora mismo me quedaba esperar fuera de la casa de Joe.

- No te irás en ese taxi, ¿verdad?

Preguntó Joe detrás de mi. 

Me giré para verlo.

- Mi papá no puede ver que llegaré contigo.

- No podemos escondernos toda la vida, Eli. Anda, déjame llevarte y asegurarme de qué llegues con bien, ya veré que excusa le invento.

Miré a la calle solitaria, daba un poco de miedo cómo lucía aquello. No me quedó más que aceptar y dejar que Joe me llevará a casa, un camino que se transformo en charlas sobre su carrera, su futuro y todo lo que quería hacer. Me contó lo unido que era con su familia y lo mucho que quería a su sobrino, en especial por qué el sabía que nunca tendría hijos por qué su mentalidad ahora mismo y por un largo tiempo estaba en la NFL. 

El carro se detuvo frente a mi casa, desabroché el cinturón y estaba lista para bajar, pero Joe me detuvo.

- Elisse.. no te vayas aún. - Pidió haciéndome un puchero.

- Es tarde y papá sospechará, mañana hablamos.

Dejé un tierno beso sobre sus labios, después abrí la puerta para bajar y cruzar la calle para ir a la puerta de mi casa, ni siquiera me di cuenta del momento en que Joe se posicionó detrás de mi para abrazarme por la cintura reposando su barbilla sobre mi hombro.

- Joe no, podrían descubrirnos.

- ¿Qué más da? yo te quiero a ti.

Fue entre risas y besos interminables en mi hombro que decidí darme la vuelta para besar sus labios finalmente, para que así pudiera marcharse a su casa. 

No sabía como definir todo esto que pasaba con Joe, sólo sabía que quería que perdurará toda la vida si fuese posible, aún que se que no podía ser así.

- ¿No te parecen muy tarde estás horas para llegar, Elisse?

Abrió la puerta mi padre enojado, agradecí el momento en que Joe se marchó y no pudo descubrirnos.

- Lo siento, mi teléfono se quedó sin pila.

Se hizo a un lado y entré a la casa, estaba enojado y era todo mi culpa, lo admito.

- Te pudo haber pasado algo malo Elisse, ¿te das cuenta lo qué es mi vida sin ti?

- Lo siento lo siento. - Repetí varias veces, como un disco rayado.

- No puedo perderte hija, no puedo perder la única cosa que me mantiene cuerdo.

Se acercó a mi para abrazarme.

Me sentí tan mal cuando sus brazos me envolvieron en aquel abrazo cálido y amoroso, padre e hija y almas gemelas en familia. ¿Por qué le mentía? seguramente lo tomaría a bien, o me diría la verdad del por qué estaba prohibido salir con un jugador de su equipo.

- Vamos a dormir, ¿si? No pude ni salir por qué estaba preocupado por ti.

Asentí y beso mi cabeza, subimos cada quién a su habitación, me quedé recostada pensando lo que sería el futuro, mi futuro. ¿Cuando podría acabar con esa maldita tortura?

(...)

Desperté alrededor de las siete am, hora perfecta para prepararle el desayuno a papá antes del entrenamiento. Por primera vez en tiempo, tenía un buen almuerzo con mi papá. Aún que claro, sin perder aquellas charlas por el trabajo.

- Hay alguien que quiero presentarte, seguro se llevarán bien, y es soltero.

Escupí un poco de mi jugo en la servilleta de tela blanca.

- ¿Qué?

- Firmado por los Philadelphia Eagles, te presentó a Jalen.

Estiró su mano para que pudiera ver la fotografía en su teléfono.

- Harían una bonita pareja. - Añadió.

¿Cómo contarle que mantenía una relación con su jugador consentido sin qué dañará sus sentimientos? Dios, era tan difícil la posición en la que estaba.

- Papá, no estoy buscando novio.

- No te puedes quedar soltera toda la vida, un día no es...

- No, no saldré con ningún jugador papá.

Dejé la servilleta en la mesa y me levanté furiosa, no quería engañar a Joe dándole alas a mi padre sobre un romance cuando ya lo tenía con el hombre más perfecto de todo el mundo, papá intentó hablar conmigo y arreglar las cosas, pero no lo permití. Insistió en presentarnos en el entrenamiento previo a el juego del finde, pero tampoco acepté.

- ¿Joe? ¿puedes hablar?

Dije al teléfono.

- Para mi novia siempre, ¿que pasa?

- Tenemos problemas, muchos problemas.

Podía sentir la tensión creada con 4 simples palabras, revolucionaron un mundo en mí y inevitablemente entré en un abismo de pensamientos recargados y afilados listos para matarme cómo una pequeña mosca.


Labyrinth. 𝄄 Joe Burrow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora