Labyrinth. 𝄄 Joe Burrow.

21.

Aquellas palabras se sintió como un cuchillo en su corazón, podía entender que tal vez iniciará algo, no podía controlar los sentimientos de su hija. Pero, ¿ocultarlo? creyó conocerla, creyó que podía confiar en ella y su palabra, pero no era así. Ya no. 

Las fotos de aquel sobre demostraban los besos en público de Joe con Elisse, las tomadas de mano y más demostraciones de su romance. Ojalá fuera mentira, eso deseaba Zac, pero no lo era. Menos cuando notó las capturas de pantalla de las conversaciones entre su hija y su jugador.

- Creo que necesitas irte. 

Él rubio no agregó ni reprochó, dejó las fotos sobre la mesa y salió de la sala para finalmente salir de la casa. Pero dentro de está, se quedaba alguien destrozado por el hecho de reclamarse a si mismo por no haber sido un buen padre, ¿alguna vez le dio motivos para no confiar en él? Siempre habían sido unidos, Zac sabía todo de Elisse y Elisse de él. No había ninguna razón para esconderse cosas o ocultarse algo tan grave. 

Tomó el teléfono, escribió el número de su hija y pensó en llamarle, pero decidió no hacerlo. Recurrió a Kennedy, pero seguramente ella le encubría algo, dejó todo en la cocina y subió a su recámara para intentar calmar su enojo. Las cosas bajo un sentimiento grave cómo estar enojado podrían salir mal, y no quería dañar más las cosas, en especial, cuando su hija estaba seguramente lejos con el tipo de su equipo.

(...)

Washington. 

George Washington University Hospital.

Elisse pov's.

- ¿Estás segura de qué podrás cuidarlo, Eli? - Preguntó Robin con la mirada puesta sobre su hijo, que estaba en la habitación siendo revisado por los médicos.

- Por supuesto, señora Burrow, sólo.. necesitaré ayuda por las noches, no quiero preocupar a mi papá pasando noches lejos.

- ¿Tú papá sabe de tú relación con mi hijo? 

Esa pregunta volvía a mi cabeza de nuevo, ¿cuando sería lo suficiente valiente para contarle a mi padre sobre todo lo que ha pasado en tan pocos meses? ¿cómo le explicabas a la persona que más querías que has tenido aventuras con su jugador tan querido? 

- Le seré honesta, no lo sabe. 

Hubo unos segundos de silencio entre ambas, lo único que hizo fue abrazarme con fuerza. Creo que por mi forma de hablar fue suficiente prueba de qué necesitaba uno.

- ¿Por qué no se lo has dicho? 

- Mi papá es muy reservado, no le gusta que tenga novio. Menos sí es de su equipo. Es una regla, tengo prohibido salir con alguien de su equipo.

Confesé con la voz entrecortada cuando nos separamos, nadie más que Kennedy sabía eso, el hecho de qué todo esto estuviera sobre mi espalda durante tanto tiempo me hacía daño, quería ser feliz con Joe y estar con él, pero no quería que eso afectará mi relación con mi padre, esa relación inquebrantable de padre e hija que seguramente, se desharía al saber lo que tenía con Joe.

- ¿Por qué tienen ese tipo de acuerdos? Eres joven, bella, puedes estar con cualquier chico que tú quieras. Sea mi hijo o no. 

Intentó animarme.

- Cuando conocí a Joe justamente esa regla cambió, lo quise desde el primer momento, Robin, me siento mal. No quiero volver a terminar esto.

- No lo harás, ¿de acuerdo? sí te sientes lista para decírselo lo harás, pero lo harán juntos. Mientras tanto, sí ambos no lo desean entonces los ayudaré. Yo cuidaré de Joe en las noches que no puedas.

Agregó con una sonrisa, Robin era el tipo de persona que siempre buscaba soluciones para qué alguien no estuviera mal, era lo que aprendí de ella en el poco tiempo que llevaba de conocerla. le sonreí, estuve a punto de responder pero el doctor salió de la habitación.

- Todo está perfecto, esta es su última noche aquí. Contacté a un colega mío en Cincinnati, él se hará cargo de las terapias de Joe. 

Nos dijo sonriente, a lo qué ambas asentimos y lo dejamos marcharse, entramos juntas a la habitación de Joe, quién se encargó de ir por la comida fue JImmy, su padre, así que teníamos que esperarlo mientras cuidábamos de Joe.

- Mamá, ¿le dijiste a papá que trajera también comida para Elisse? No me gusta que se mal pase por mí.

Dijo Joe, extendiendo su mano a mí.

- Le dije, Joe, no hay problema. Tranquilo.

Respondió su madre mientras encendía la luz.

- Tendré que ducharme, no me gustaría estar mañana sucio para salir.

Reí ante sus palabras, dejé mi bolsa en el sofá y me acerqué a él, jugando con su cabello.

- Para eso tendría que ir a comprarte un cambio de ropa, Elisse, ¿crees poder quedarte con él y ayudarlo a ducharse? 

Preguntó Robin tomando asiento en la silla dónde estuve anteriormente yo.

- Mamá, no creo que sea buena idea.

- Joe, te he visto desnudo. No pongas excusas. 

Murmuré cerca de su oído recibiendo una mirada apenada de su parte, agradecí que su madre no escuchará aquella oración.

La tarde se fue charlando con Joe, comimos en compañía de su padre y descubrí que era agradable, me trató como una hija y cómo si me conociera de toda la vida. Fue realmente dulce, Joe también bromeó con el hecho de los nietos y el tema del futuro, estaba tan nerviosa y sonrojada por lo que decía de mi que tuve que contener las lágrimas por todo lo que me decía. 

Se expresó de mi ante sus padres cómo su futura esposa, contó como nos conocimos y al saber la verdad, contó como pensaba en mí todos los días, incluso cuando nos separamos. 

¿Y sí Joe era mi amor verdadero? Tal vez era imposible pensar que podríamos estar juntos toda la vida, pero, ¿y sí era así? Joe se convirtió en la persona que podría amar por el resto de mi vida, con quién quería todo. Pero mi padre y la regla seguía por mi cabeza. Tal vez, al regresar a Cincinnati podría contarle todo, librarme por fin de tanto dolor. Él lo entendería.