Me desperté y estaba embarazado

Capitulo 22 - Retrospectiva

           

           

Quizás Fu Zhen estaba demasiado asustado y su condición aún no se había estabilizado por completo.
En este momento, estaba actuando como un niño mimado, tirando de la ropa de Jiang Hengshu.
Sugirió diciendo:
"¿Puedo decirte algo?"
"–¿Qué exactamente?"
Fu Zhen realmente no sabía de qué quería hablar con Jiang Hengshu, simplemente no quería dormir solo en una habitación, solo quería que Jiang Hengshu estuviera a su lado. 
Sabía que estaba actuando caprichosamente, pero ahora no podía controlarse.
"Déjame contarte la historia de mi infancia", comenzó su historia Fu Zhen después de ordenar sus pensamientos.
Jiang Hengshu murmuró algo en respuesta, mirando por el rabillo del ojo el despertador en la mesita de noche de Fu Zhen. 
La manecilla de la hora se movía muy lentamente, el cielo afuera todavía estaba oscuro, tomaría mucho tiempo para que el sol saliera por el borde cuando llegara la mañana.
“Yo era un niño muy travieso. Nadie podía manejarme excepto mi padre. Una vez que se fue de viaje de negocios, mi hermano mayor tampoco estaba en casa. Me subí a un gran árbol de higuera de Bengala que crecía más allá de nuestra casa, y vi a la familia buscándome todo el día, y cuando no pudieron encontrarme, decidieron llamar a mi padre. Corrió a casa en medio de la noche, interrumpiendo un viaje de negocios para bajarme del árbol.”
Más tarde, Fu Zhen se enteró por Fu Ting que Fu Jianchen arruinó un acuerdo de mil millones de yuanes al regresar a casa con urgencia.
"Entonces, ¿qué sigue?"  Jiang Hengshu le preguntó: "Luego me regañó toda la noche y me golpeó severamente al día siguiente".
Después de estas palabras, apareció una leve sonrisa en el rostro de Fu Zhen, que desapareció casi de inmediato.
Después de ser secuestrado, Fu Zhen no tenía falsas ilusiones de que Fu Jianchen lo salvaría. 
Pero mientras caminaba por la clínica hoy, escuchó a un niño llamar a su padre y de repente se dio cuenta de cuánto extrañaba al viejo Fu Jianchen.
Una vez tuvo un padre que lo amaba.
Cuando tenía un hermano que lo adoraba. 
Una vez tuvo una casa donde era feliz.
“…Extraño a mi padre, pero sé que nunca volverá…”
“No es que todavía no pueda aceptar el hecho de que ya no hay nada ni peleas, pero a veces de repente los extraño mucho.
“…”
Jiang Hengshu se sentó en el borde de la cama hasta que la voz de Fu Zhen se apagó, dejando solo el sonido de una respiración uniforme.
Todos los rasgos faciales se suavizaron, y desde el rabillo del ojo, lágrimas cristalinas rodaron por la mejilla, goteando sobre la almohada azul, dejando un rastro oscuro.
Jiang Hengshu sintió que la escena frente a él le resultaba un poco familiar.
Después de un poco de vacilación, levantó la mano para limpiar las lágrimas del rostro de Fu Zhen.
"No te vayas..." Fu Zhen murmuró suavemente mientras agarraba con fuerza la ropa de Jiang Hengshu.
Jiang Hengshu miró al joven que estaba durmiendo en la cama nuevamente, y sus ojos brillaron con ternura y lástima que él mismo no notó. Le arropó una manta, quedándose en su habitación.
Mañana debe ir al sitio de construcción para continuar su investigación sobre la desaparición de un hombre en el sitio de construcción. Pero ahora, con Fu Zhen incluso ligeramente frunciendo el ceño, a punto de parecer que se despertarían de nuevo si lo dejaba, Jiang Hengshu sintió que realmente tenía el potencial para convertirse en una doncella sagrada.

Se quitó la ropa exterior y la colgó en la cama, luego se acostó junto a Fu Zhen.  Fu Zhen pareció sentir algo en su sueño cuando inmediatamente se dio la vuelta y abrazó a Jiang Hengshu.
Jiang Hengshu apagó la luz antes de acostarse. En la oscuridad, sus cuerpos se apretaron uno contra el otro, sus alientos se fusionaron. Por alguna razón, volvió a recordar esa noche en el bar, pero todo era igual de vago. Todo lo que recordaba era una luz vaga y una sombra tenue.

Al otro lado de la ciudad, hubo un largo silencio en Villa Fu mientras la luz de la luna se extendía como el agua sobre la tierra, haciendo que todo a su alrededor fuera fabuloso.
Fu Jianchen tuvo un sueño. Había un vasto océano a su alrededor, y su hijo estaba sentado solo en el bote, mirándolo con los ojos muy abiertos. Sus ojos estaban cubiertos con una capa de niebla, él mismo se veía triste y solo.  El corazón de Fu Jianchen dolía terriblemente mientras giraba el volante con desesperación, queriendo nadar rápidamente hacia su hijo.
Pero de repente estalló una tormenta, y el mar que antes estaba en calma de repente se volvió tormentoso. Enormes olas se levantaron, rompiendo con un estrépito. Solo tuvo tiempo de ver como el niño que estaba sentado solo en la barca dio un breve grito y al instante siguiente desapareció entre las tormentosas olas.
Y solo quedó espuma de mar en la superficie del mar embravecido. Su hijo nunca más volverá a él.