"—Mi amigo y yo acabábamos de... —el chico en la camilla del hospital detuvo su explicación y jadeó— no puedo recordarlo. De pronto sentí el golpe y... todo el cuerpo me dolía, me dolía tanto que ya no supe qué pasó después, como si me hubiera dormido y... ya estaba aquí, pero... ¿Cómo está Stuart?"
La pregunta que hizo al micrófono que le acercaron quedó inconclusa. En realidad, la imagen se congeló y el recuadro pasó a segundo plano, quedando el rostro mortificado de Catherin Mulligan de frente al hospital de Royal Woods.
—Esta fue la declaración que hizo esta mañana el joven Zach O'Nill de trece años tras recuperar el conocimiento y después de la segunda cirugía que atravesó a causa de su columna. Mientras tanto el joven Stuart Denver continúa sin salir del coma, siendo su situación aún delicada a cinco días del incidente en que estos dos jóvenes inocentes sufrieron a manos de una persona desalmada cuya identidad lamentablemente aún las autoridades no tienen pistas.
Lincoln apagó el televisor harto de escuchar las sandeces de la reportera. Aún recordaba las disculpas que ella tuvo que ofrecer a la mañana siguiente que notificara la noticia de los chicos atropellados, mostrándose exageradamente avergonzada pidiendo disculpas, más que a los televidentes, a la familia del muchacho mayor por haber anunciado su muerte, cuando en realidad sólo había perdido sus signos vitales por cosa de segundos, así como algo de actividad cerebral por un espacio mucho mayor. Suspirando, tomó su mochila del sillón con la intención de irse a la escuela.
—¿Inocentes? —murmuró para sí mismo—. Las pequeñas mierdecillas eran todo menos inocentes. Estoy seguro de que ese imbécil se acordaba bastante bien de lo que con el otro le hicieron a Meli.
Paró su tren de pensamientos sintiéndose desconcertado una vez más como le había venido ocurriendo durante la semana, era la culpa en sí la que lo fastidiaba, no por haberles pasado su auto encima a esos dos ... si no por no haber hecho bien el trabajo dejándolos con vida.
El que sus caras salieran en televisión le preocupó bastante. Se había imaginado un escenario donde desde su casa, Meli miraba los rostros de ambos chicos en las noticias reconociéndolos, entonces los acusaría con sus padres por haber intentado probablemente abusar de ella, de no haber sido por el hermano de su amiga Lola, ese que de pronto se apareció en su coche asustando a los chicos... y que por tanto quizás tenía una causa para querer hacerles daño, todo eso justo a menos de una hora antes del suceso. Pero eso nunca ocurrió.
—Lola, ¿ya estás lista?
Aún tenía poco más de una hora de tiempo a su favor para llegar a su primera clase, contrario a Lola que le quedaban menos de treinta minutos.
—Ya casi lo estamos —Lucy le respondió.
—Al menos yo ya lo estoy, Linc.
Lincoln estaba por señalarles tanto a Lucy como a Lana que ninguna de ellas tenía "Lola" por segundo nombre, por lo que estaba de más que le respondieran una pregunta que no les hizo.
—Ya estoy lista, Linky.
Lola sin saberlo con su presencia apartó la irritación del muchacho por las chicas, sólo para sustituirla con pensamientos incluso peores. La sonrisa de Lincoln se pronunció al ver la ligera blusa rosa celeste que llevaba y le hacía juego con la minifalda roja claro.
—¡Vaya, Lola! Te ves bastante bien.
—Gracias, Linky. Perdona la demora. Estaba ayudándole a Lisa a arreglar a Lily.
La pequeña de ocho años apareció llevada de la mano de su hermana mayor inmediata. Vestía una blusa negra, con un chaleco sin mangas morado al igual que la falda haciéndole juego. Su rubia cabellera la tenía sujeta con un curioso arreglo que le dejaba un mechón de lado proyectado hacia arriba.
ESTÁS LEYENDO
Perverso
Hayran KurguLos años y la experiencia han hecho que Lincoln llegue a los dieciocho siendo más estricto y temperamental. Cuando una fuerte tentación se le presente en su propio hogar, algo alterará su psique lo suficiente para orillarlo a cometer actos que nunca...