Más allá del placer

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Jungkook se acercó a Jimin aún exhausto por el placer, él había dicho que era solo el inició, pero solo lo observaba detalladamente cada parte de su cuerpo desnudo. Se quedó inmerso en los lunares de sus cuerpo  con la yema de sus dedos los acariciaba, luego los de su ingle, unos puntos oscuros rozó cada uno de ellos. Le fascinaba sus reacciones a medida que sus dedos rozaban lunares tan escondidos como el que tenía justo al lado de una de  sus tetillas. Lamió aquel lunar y  Jimin sintió que moriría.

Se incorporó al verlo con la respiración más regular, coloco su boca en el vientre de Jimin y con su lengua recorrió desde su vientre hasta su boca. Él abrió la boca y respondió al beso largo, apasionado, enrollando sus lenguas y sintiendo como su cuerpo se calentaba con el contacto de Jungkook. Le sonrió al soltar su boca y él por primera vez le devolvió la sonrisa.

—No sé quién eres, pero jamás había sentido tanto placer y deseo por alguien es como si lo hubiese sentido antes...— dijo Jimin acariciando el brazo de Jungkook cubierto por aquellos tatuajes.—Solo sé que deseo que se repita.

—Tú no lo recuerdas, pero yo siempre he deseado darte todo el placer que mereces, por supuesto también sentirlo yo. Sentir como tu piel se estremece con el tacto de mis dedos o como tus labios se acoplan a los míos.

Él estaba confundido, al parecer ellos se habían conocido antes, pero no lo recordaba. Jungkook  lo besó y bruscamente abrió sus piernas. En ese momento Jimin  se percató de que él estaba erecto y que su cuerpo con solo verlo reaccionaba y su ano se humedecido aún por el semen de Jungkook, con solo el contacto de su piel podía sentir aquella sensación de ser penetrado. Ambos se observaron mientras él lo penetraba con más delicadeza esta vez acariciando sus muslos, su cintura hasta llegar a sus tetillas.

— Eres hermoso y serás mío, nunca nadie podrá tenerte ni darte tanto placer.

Así estuvieron hasta que sus cuerpos cayeron rendidos sobre las sábanas, sin importarles la humedad de sus cuerpos se abrazaron, enredándose como si, si ellos se soltaran, todo fuese a desaparecer. Sin darse cuenta del tiempo que había dormido, Jimin sintió como la luz del sol lo fue despabilando, sentía como si estuviese atado. Quiso moverse un poco, pero sintió dolor en sus caderas, además unos brazos lo tenían inmovilizado  y al abrir los ojos lo vio, era Jungkook con aquellas pestañas largas, nariz perfecta como tallado con mucho cuidado, recorrió sus facciones, la forma de rostro tan varonil y sus músculos.

Su respiración era tan tranquila y se veía tan inofensivo, como si no fuese un acosador prepotente y soberbio. Notó su desnudes, se quiso soltar del amarre de aquellos brazos, pero fue imposible; hizo un segundo intento, una y otra vez, hasta que una voz un poco fastidiada le dijo con aquella voz grave recién despertado. 

—¡Ya detente! Solo quédate conmigo. Hoy es día libre, podrías solo quedarte así.─ le dijo mientras lo abrazaba con más fuerza, Jimin se sonrojó pues podía sentir su miembro y el de él rozarse con cada movimiento.

—¿Seguro?─ dijo sintiendo vergüenza por sentir sus cuerpos tan juntos, sus pieles parecían crear electricidad. 

—Si. Además se siente bien. Créeme si me fastidiaras estarías en el suelo o ya no estuviese aquí.─ dijo de lo más normal, Jimin se tensó pues posiblemente no era la primera vez que estaba en esa situación, Jungkook se percató de aquello, apretó su cuerpo  y olfateó  su cabello.

─ Solo quédate aquí, Jimin-Ssi.

Jimin se dejó llevar por aquellas sensaciones y   recordó las veces que había soñado con ese momento, pero ¿Cuánto duraría? Jungkook era joven y él le llevaba 8 años aproximadamente, pensar en que él se iría con una chiquilla le causaba pavor. Se vería tonto ante los demás, pero en realidad, ¿Ya qué importaban los demás? Si él estaba dando rienda suelta a sus emociones. Nunca había sentido tantas emociones juntas, pero esto que estaba experimentado estaba más allá del placer carnal y le asustaba, sin quererlo él se aferró al cuerpo de Jungkook. Él se percató y respondió a su brazo haciendo sonrojarlo.

Under My Skin In The Twisted WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora